Susy Dorado, gerente de Asosur, celebra apertura de autoridades después de una etapa «muy dura»


Lleva más de 15 años trabajando en Asosur y ha vivido la presión que ejercía la anterior gestión en contra de los surtidores. Ahora observa más transparencia y sinceridad por parte de las autoridades. Estuvo en Dinero 360

Susy Dorado, gerente de Asosur, celebra apertura de autoridades después de una etapa "muy dura"
Susy Dorado, gerente general de Asosur | Fuad Landívar

 

Fuente: El Deber



La gerente general de Asosur, Susy Dorado, estuvo en Dinero 360, el programa enfocado en información económica que se emite por ED24 y repasó los cambios que han habido en las instituciones vinculadas con la distribución de hidrocarburos en el último tiempo. En su comparación, como si fuera la noche y el día, revela que pasó de «amenazas infinitas de procesos» a un «diálogo transparente» con las actuales autoridades.

«Ha sido difícil. Me ha costado incluso procesos penales con YPFB por supuesta difamación y calumnia. Lo que pasaba era mucho más grave aún. Tuve amenazas infinitas de procesos, incluso por diputados, por el presidente de Yacimiento, por funcionarios de Yacimiento, solamente por decir la verdad», confiesa durante la entrevista con Juan Carlos Salinas, conductor de Dinero 360.

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Aún así, Dorado deja de lado los rencores y mira adelante por el bien del país y de sus afiliados. «Se vienen tiempos mejores, me siento mucho más tranquila ahora, veo que el trabajo que se hace es coordinado, hay predisposición», afirma.

Al referir la comparación entre las dos gestiones, no tiene dudas ni temores. «La comparación de lo que teníamos anteriormente y lo que tenemos ahora, puedo decirte, con una tranquilidad, de que creo que se vienen tiempos mejores. Me siento mucho más tranquila ahora. Veo que el trabajo que se hace es coordinado, hay predisposición, la gente de Yacimientos (YPFB) es transparente. Nos está mostrando todos los volúmenes, cómo se está programando, las necesidades que tenemos las estamos llevando a esta institución y nos están entregando el producto solicitado, con sustancias controladas ni qué decir. Pese al lapso muy corto que lleva este nuevo gobierno, ya nos hemos reunido con el viceministro de sustancias controladas, con el director nacional tres veces, con la directora del ANH dos veces», revela.

Un ejemplo de cómo se administraba antes desde el ocultismo de la información se observa en el manejo del Prode – Comité de Producción y Demanda – que informaba sobre cifras que no se podían constatar en la realidad. «Para Santa Cruz que era insuficiente. Teníamos mucha demanda y nos daban un volumen muy bajo, pero no sabíamos si realmente nos daban ese volumen», comentó.

En resumen, «hay apertura» que se traduce en «la disponibilidad para mejorar y para que el pueblo más que todo lo sienta».

Calidad del combustible

Otro de los aspectos abordados en la entrevista se centró en la calidad del combustible distribuido. Dorado remarcó que la calidad de los carburantes dependía de YPFB y que la petrolera entregaba una cartilla a los surtidores con la información requerida. Sin embargo, y ante los reclamos de los clientes, Asosur buscó la forma de analizar dichos combustibles.

«No nos autorizaron poner un laboratorio para poder certificar el producto que nos estaban entregando. Lamentablemente, teníamos un solo proveedor que era el único que nos entregaba el producto en las condiciones de calidad que tocaba. Por eso le digo, hay veces que nos entregaban, por ejemplo, un producto con 10% de etanol, con 8% de etanol, con 12% de etanol», detalló.

Más allá de la calidad, la gerente de Asosur también se refirió a la delegación de responsabilidades que transfirió la ANH, ya que pedía a los surtidores controlar el destino de los combustibles vendidos. En ocasiones, la ANH se refería a los surtidores como propiciadores del contrabando, a pesar que la competencia de control le correspondía a la agencia reguladora del Estado.

¿Importar combustible?

Con la apertura, por parte del gobierno a la importación de combustibles, el gobierno de Luis Arce fue tajante en su postura. Aquellos surtidores que importen combustible no podrían acceder a la distribución de carburantes subvencionado. De nada importó que, desde los surtidores, se explicara el sistema de venta controlada que regía para las estaciones.

Más allá de la posibilidad real, Susy Dorada considera que «la importación es totalmente distinta a la actividad de comercialización». Y que por ello, «lo ideal es crear otra nueva empresa que se dedique exclusivamente a lo que es la importación a través de las estaciones de servicio. Eso también se ha analizado en varias asambleas que hemos tenido como asociación y es una de las opciones que no está descartada, que la cantidad de estaciones que quieran unirse lo podrían hacer».

Formada y capacitada para guiar la institución

Susy Dorada es poco dada a salir en los medios. La presión a la que ha sido sometida durante las gestiones pasadas, le desanimaban a ello. En la entrevista de Dinero 360 habló con franqueza de su trayectoria y de su crecimiento en un sector predominantemente masculino.

Se confiesa orgullosa de sus orígenes ignacianos y expresa con satisfacción que nació «en el hermoso y maravilloso pueblo de San Ignacio de Velasco». A los 17 años, y a pesar de la resistencia de su padre, se trasladó a Santa Cruz de la Sierra para estudiar derecho. Antes de ingresar a la universidad completó Secretariado Ejecutivo y aprendió francés e inglés. En la universidad tuvo dos etapas. En la primera, dejó la carrera a medias para priorizar su familia. Y luego, a reclamo de sus hijas, retomó los estudios «porque mis hijas me decían que yo les enseñé a acabar lo que se empieza y me animaron para ello».

Su trayectoria laboral le permitió trabajar en la antigua Superintendencia de Hidrocarburos. «Fue ahí donde empecé a conocer todo lo que era el rubro de los hidrocarburos. Tuve un maestro, puedo decirlo así, el ingeniero José Ruiz Ballivián, que era el director departamental de Santa Cruz, que se dedicó a enseñarme muchísimas cosas, todo lo que era relacionado con el diésel, la gasolina, el crudo, las plantas de GLP, etcétera», recuerda.

Con la llegada del MAS al poder, tuvo que desligarse de la institución apuntada, injustamente, por supuestas afiliaciones políticas. Es así que recaló en la cadena Genex, «donde también pude ver desde el otro lado, ya no del ámbito regulador que era la Superintendencia, sino del regulado que era una estación de servicios».

Fuente: El Deber