Elecciones subnacionales y la esperanza de sus pueblos


Luis Sivila Alurralde

Los partidos y agrupaciones políticas vivieron hasta ayer, horas cruciales para cumplir con las exigencias del TSE, especialmente cuando tuvieron que seleccionar candidatos a alcaldes, gobernadores y la extensa lista de concejales y asambleístas.



Tarea titánica, considerando el  daño que le hizo el MAS a la democracia con la debilitación del sistema de partidos políticos, provocando desmantelamiento de cualquier oposición a sus intereses. Eliminó a cualquier intento de renovación de líderes, formación de cuadros; inclusive dentro de su propio partido, que gobernó mediante un caudillo durante los últimos 20 años. Privando a los bolivianos a la libertad de pensamiento, al reducir su ejercicio de un activo rol político.

Fue tanto el daño, que la fragmentación está permitiendo que 200 agrupaciones políticas y 14 partidos participen en estas elecciones subnacionales con muchas alianzas que multiplicarán el trabajo del TSE. Agrupaciones o partidos con militancia resumidas a cuatro o cinco personas que pueden caber en un taxi. Que, en su mayoría negocian en el más puro sentido de la palabra: por dinero, pegas o cuotas de poder. Dejando las ideologías a merced de salvavidas oportunistas que ostentan registro en el TSE.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Todos ellos buscaron al candidato ganador, no entre sus filas, por la escasez de líderes capaces, entonces recurrieron a populistas, ya sea de tik tok, de prensa, tv o radio, así como de dirigentes lenguaraces de barrio, que generan bulla en medios de comunicación o redes sociales; o gente dispuesta a cruzar no solo “ríos de sangre”, sino, dispuestos a matar de risa al electorado; llegando al colmo de arrimarse a meretrices famosas. Existen también quienes se atreven a repostular a pesar de la pésima gestión realizada; ejemplos tenemos varios.

En muchos casos, candidatos sin partido, se encontraron con partidos sin candidatos, para juntos armar un rompecabezas para conjugar sus ideas, así como cuando el hambre se encuentra con las ganas de comer.

Habrá excepciones, agrupaciones o partidos políticos que llevarán propuestas de candidatos y concejales preparados y comprometidos con el desafío que exige su región y el momento histórico que nos tocará vivir los próximos cinco años. Especialmente en lo económico, pero principalmente en la nueva estructura del Estado, cuando las regiones serán las responsables de su desarrollo, sin esperar la aquiescencia del nivel central.

La experiencia nos dice que son escasas las organizaciones políticas que se preocupan por elegir a las mejores personas para conformar los concejos municipales o asambleas departamentales; cuerpos colegiados que en la presente coyuntura, tendrán una responsabilidad mayor, cuando desde el gobierno, se impulse el ejercicio de las autonomías, empezando con la política del 50/50, propuesto inclusive en el último DS 5503. Por tanto, estas autoridades se convierten en actores importantísimos para promover el desarrollo de sus municipios y departamentos. Tendrán en sus manos la urgencia de legislar sus competencias autonómicas y reglamentarlas para su aplicación desde el ejecutivo.

Las autonomías exigen un nivel de representación con capacidades, dejando de lado a lo popular, ignorante y chabacano que hasta ahora conocemos en la mayoría de los concejos municipales y asambleas departamentales del país, producto de la improvisación en su selección y posterior elección de masas obedientes al partido de turno, que sacrificaron el progreso de su región.

Veremos muchos Planes de Gobierno improvisados a último momento, incorporando textos “políticamente correctos”, para utilizar en sus campañas y tratar de convencer a su electorado, haciendo énfasis en palabras como: “ejes” y “pilares” de sus propuestas de desarrollo, “inversión de obras” sesudamente propuestas, para transformar lo malo que hasta ahora -está haciendo el alcalde de turno-.

Planes que evitarán en sus textos, propuestas que no les gusta a sectores masivos del electorado, como ejemplo: el control del espacio público de aceras, calles, plazas, centros deportivos, mercados, etc.; que ocupan a fuerza de sindicatos prebendales, que consiguieron “sacrificadamente” el uso abusivo de estas áreas reservadas para la colectividad. Prescindirán temas como el control de calidad de servicios de transporte, de agua, de saneamiento; el retiro de precarios y peligrosos automotores, por su alto nivel de contaminación y vulnerabilidad en accidentes. Y así una larga lista de temas “tabú” para no espantar a sus potenciales votantes.

Pronto conoceremos la lista de potenciales legisladores de los entes colegiados en municipios y departamentos, esperemos no llevarnos una gran decepción.