Hugo Rojas «El Comandante» del área


El extremo atravesó un año de transición, pero también de consolidación y éxito. En Nacional Potosí se convirtió en una pieza fundamental del engranaje ofensivo.  

Por Roy Alex Muguertegui T.



Fuente: diez.bo

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El fútbol moderno ha redefinido por completo el rol del extremo. Ya no se trata únicamente de jugadores pegados a la línea de banda, sino de futbolistas versátiles, con capacidades para cerrar hacia el área, asociarse y asumir protagonismo en los momentos decisivos. En ese contexto, Hugo Rojas es uno de esos jugadores cuyo rendimiento reflejó esa evolución. No solo fue constante en su aporte ofensivo, sino que también incidió directamente en el funcionamiento colectivo, consolidándose como uno de los hombres más determinantes de la temporada vistiendo la camiseta de Nacional Potosí.

 

Hugo Rojas ‘El Comandante’ del área

 

Hugo, ¿qué se siente ser campeón?
Es una felicidad inmensa. Salir campeón refleja todo el sacrificio y el trabajo que hicimos en una media temporada muy apretada. No fue un buen inicio para nosotros, pero terminamos muy contentos porque es algo histórico: somos los primeros jugadores en darle un trofeo al club. Es inexplicable lo que significa ganarle a Bolívar en La Paz.

Bolívar venía fuerte, incluso les ganó de local. ¿Cómo vivieron esa serie?
Bolívar es un gran equipo y venía muy bien. Nos ganó en nuestra casa, pero nosotros veníamos de menos a más. Éramos conscientes de que podíamos revertir la situación y, gracias a Dios, se pudo lograr. Eso nos deja muy felices por el campeonato.

¿Qué conversaron después de la primera derrota?
Fue muy difícil aceptar esa caída en una final tan importante. Estábamos cabizbajos, pero confiábamos en la fortaleza de este grupo y en la valentía que teníamos. Sabíamos que era complicado, pero no imposible. Nos fuimos a La Paz convencidos de salir campeones y gracias a Dios se logró.

¿Cuál fue la motivación para reaccionar y vencer a Bolívar?
El convencimiento de cada uno. Teníamos hambre de gloria y ganas de quedar en la historia del club. Eso se vio desde el primer minuto: todos fuimos adelante, nos jugamos la vida y así pudimos revertir el resultado y salir campeones.

Desde la llegada de Leo Egüez, ¿cambió algo en el equipo?
Sin duda. Cambió absolutamente todo: lo deportivo, lo físico, el orden, lo táctico y, sobre todo, lo espiritual. El grupo venía muy golpeado por las derrotas en casa y no salíamos de la mala racha. Con la llegada del ‘profe’ Leo cambiaron muchas cosas, pero para nosotros lo principal fue Dios. Llegó justo cuando más lo necesitábamos y nos permitió captar la idea del entrenador y cumplir los objetivos.

 

Hugo Rojas ‘El Comandante’ del área

 

¿Por qué te dicen ‘El Comandante’?
Muchos piensan que es por Cristiano Ronaldo, pero no. Mi papá fue policía y falleció en 2017; no pudo verme debutar. Ese festejo es un homenaje para él. Cada vez que marco un gol lo recuerdo, porque fue una parte muy importante de mi vida y nunca lo voy a olvidar.

Si miras atrás, ¿sentís que saliste a tiempo de Oriente?
Sí, sin duda. Fue una decisión muy difícil. En Santa Cruz estaba con mi familia y cómodo, pero la situación económica era insostenible: me debían casi siete salarios. La cabeza llega a un punto en el que no da más. Pensaba constantemente cómo conseguir para el pasaje o para ayudar a mi familia, y eso me afectó futbolísticamente. Empecé a lesionarme y dije: “Hasta aquí nomás”. Dejé todo en manos de Dios y gracias a él llegué a un club donde me valoran y me quieren. Eso fue clave para volver a ser el jugador explosivo y decisivo. Hoy se ve el fruto: subí mi nivel y salí campeón.

¿Oriente ya te canceló lo adeudado?
No, por el momento . Tampoco recibí ningún llamado para arreglar la situación. Yo hice todo lo posible para salir bien del club, pero no se dio. A veces se habla de jugador malagradecido, pero no saben lo que vivimos cuando no teníamos ni un peso para nuestras familias. Ganamos la demanda y ahora está en el TDB; estoy a la espera de que definan si dan un plazo más o sacan sentencia.

¿Tu idea es seguir en Nacional o volver a un equipo cruceño?
Jugar en Santa Cruz siempre es lindo por la familia, pero también hay que entender el sacrificio de estar lejos por el bienestar de ellos. Además, jugar torneos internacionales abre puertas al exterior. Hoy estoy muy feliz y enfocado en Nacional.

¿Creés que todavía tenés chances de volver a la selección?
Mientras uno tenga ambición, siempre sueña. Ojalá se me dé otra oportunidad. Tengo esa espinita de sacarme el lazo. Estoy contento por el desempeño de los chicos y por el trabajo del profesor Óscar, que fue de menos a más apostando por jóvenes. Ojalá podamos vivir algo tan esperado como un Mundial. Yo voy a trabajar duro por si aparece esa chance para aportar.

 ¿Cómo vas a pasar las fiestas y cuál es tu deseo para 2026?
Mi deseo es que el 2026 sea aún mejor que el 2025, darle muchas alegrías a la gente de Potosí que me recibió con los brazos abiertos y cumplir los objetivos pendientes.