El Gobierno, con el apoyo de médicos venezolanos, cubanos y bolivianos, dio inicio ayer al registro de las personas con discapacidad, contemplado en el programa Misión Solidaridad Moto Méndez. El trabajo arrancó ayer en la zona del Plan Tres Mil y continuará en Orinoca (Oruro) y El Alto. Se prevé que en un plazo de nueve meses llegue a todo el país.
El Deber. (Deisy Ortiz D.). La aplicación del censo desató las críticas de los dirigentes de las personas con discapacidad Jaime Estívariz y Lucio Thelmo, que la calificaron como un acto político y denunciaron que el programa no fue consensuado con el sector.
Indicaron que lo que se debe hacer es complementar el registro único nacional, que tiene anotadas a 21.000 personas con discapacidad en todo el país y no crear un registro paralelo.
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Pese a los cuestionamientos los impulsores del proyecto indicaron que la intención es tener datos estadísticos actualizados de las necesidades de la gente con discapacidad para realizar un análisis que permita dar beneficios con programas de asistencia social. “Precisamente para que no haya ningún matiz político se ha elegido estas tres zonas, donde Evo (Morales) no necesita hacer campaña para tener apoyo”, expresó el embajador de Cuba en el país, Rafael Dausá, que estuvo en la rotonda del mercado del Plan Tres Mil supervisando el trabajo de campo.
Dausá destacó que se trata de un trabajo científico. “Se estudiará a las personas con discapacidades intelectuales, físicomotoras, auditivas, audiovisuales y a aquellas con problemas crónicos renales, así como a los miembros de sus familias”, dijo.
Con esa instructiva una de las brigadas recorrió casa por casa el barrio San Antonio. Allí algunos vecinos destacaron la labor de los médicos, mientras que otros los recibieron con cierta desconfianza. El director nacional de Salud del ministerio respectivo, Igor Pardo, precisó que la labor es desarrollada por 60 médicos bolivianos y 135 galenos cubanos y venezolanos, que tienen distintas especialidades.