Pretende que los periodistas se «eduquen» para que no denuncien ni investiguen y difundan sin chistar las «bondades» de su gobierno.
Jóvenes paraguayos (izq) ante la sede de la embajada de Venezuela en Asunción (junio de 2009). Los periodistas de La Prensa de La Paz (der) protestan por los continuos ataques del gobierno a su medio (mayo 2009)
Los ataques de Evo Morales a la prensa se iniciaron casi en el mismo momento en que se hizo cargo de la Presidencia ese 22 de enero de 2006. Desde entonces los periodistas han sido objeto de las rabietas y groserías del presidente (que arremete especialmente contra las mujeres) al punto que podría afirmarse que las agresiones forman parte de su política gubernamental.
Esto naturalmente no podía pasar desapercibido para una organización como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que aglutina a la mayor parte de los medios de comunicación en el continente.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
La recomendación que hizo este organismo para que el presidente Evo Morales cese en sus agresiones a los medios de comunicación, como no podía ser de otra manera, ocasionó la reacción airada de los funcionarios gubernamentales y del propio Evo.
El llamado que hizo Evo Morales a la SIP que se “eduque” a los periodistas para que lo respeten, es toda una declaración de principios y una clarísima advertencia de lo sucederá en el futuro.
Es que la existencia de una prensa libre y crítica respecto de las acciones gubernamentales es incompatible con la concepción autoritaria que tiene el MAS del ejercicio del poder y por tanto son hasta cierto punto comprensibles las destempladas reacciones cuando alguien les pide atenuar sus ataques.
Si se toma en cuenta la infinidad de antecedentes sobre las agresiones a los periodistas y a los medios, en varios casos perpetrados en el propio Palacio de Gobierno, se deduce fácilmente lo que Evo entiende por “educar” a la prensa.
En realidad Evo quiere una relación con la prensa basada en la obsecuencia absoluta y total, en los mismos términos que tiene a los “periodistas” de los medios de comunicación que antes fueron del Estado y ahora no son más que apéndices del oficialismo.
Para Evo la “educación” de los periodistas tiene como parámetro la sumisión. En consecuencia serán más “educados” mientras más dispuestos se muestren a lanzarle elogios y mostrarlo como el “redentor” que necesitaban todos los bolivianos.
Se nos puede acusar de machacones pero es necesario recordarle al país que Evo está replicando el libreto que rige en Venezuela, donde el tiranuelo Hugo Chávez está amordazando de manera sistemática a todos los medios que no le son afines o sencillamente los hace desaparecer al amparo de una legislación hecha a su medida, lo que ocurrirá en Bolivia si el MAS controla la Asamblea Legislativa después del 6 de diciembre.
No es agradable constatar que Evo va por el mismo camino de su guía y mentor. Si hasta ahora no se ha atrevido a cerrar algún medio, no es por falta de ganas sino porque calcula que las reacciones en la población serían negativas con las previsibles consecuencias en el plano electoral.
Sin embargo todo el mundo sabe que se trata solo de un cálculo político ya que en más de una ocasión el presidente cocalero ha expresado su deseo de que llegue la hora de “sentar la mano” a los periodistas y de esta forma deshacerse de un molesto grupo que tiene la mala educación de mostrar sin pudor alguno la realidad que vive el país.