En Bolivia, la explotación de uranio tiene trabas técnicas y legales


UN EXPERTO DICE QUE SE NECESITA ENTRE 5 A 10 AÑOS PARA SELECCIONAR ÁREAS QUE PUEDAN SER EXPLOTADAS.

Explotación de uranio tiene trabas técnicas y legales

imageExplotación de uranio tiene trabas técnicas y legales. Los Tiempos

El inicio de las tareas de exploración de uranio fue anunciado para 2015 por el presidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Marcelino Quispe, pero las instituciones del Estado no tienen capacidad técnica ni operativa para hacerse cargo, señaló por su parte el exministro de Minería Dionisio Garzón. Si la opción es el capital privado, habrá problemas legales debido a normas constitucionales, anticipó.



Según los anuncios del Gobierno, se construirá un reactor de energía nuclear con fines pacíficos en La Paz y el Presupuesto General del Estado 2015 incluirá recursos para el plan.

Garzón, ingeniero geólogo de profesión, explicó que lo primero es definir quien hará la exploración. Además de la Comibol, podría pensarse en el Servicio Geológico Minero (Sergeomin), “pero ambas instituciones vienen de un periodo donde su estructura operativa se redujo al mínimo como efecto de las políticas liberales de los años 90 y actualmente no tienen capacidad ni operativa ni técnica para una tarea de esa clase”.

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Entonces, si la opción es abrir el proyecto al capital privado, no se sabe bajo qué condiciones. “Son preguntas sin respuesta que deberán absolverse antes de pensar en iniciar las exploraciones. (…) Habrá problemas legales si se abre el proyecto a terceros por las normas constitucionales y por la Ley 535, que prohíben el accionar de privados en áreas de metales estratégicos como el uranio”, añadió.

En cuanto a la inversión necesaria, Garzón señaló que depende del grado de investigación que se alcance. Explicó que en el país hay cinco áreas promisorias para la exploración de uranio, una entre Oruro y Potosí, dos en Santa Cruz, una en Cochabamba y otra en Tarija. Para seleccionar cuál de ellas explorar es preciso hacer trabajos de geología, muestreo y perforación de algunos pozos, lo que supone entre 2 y 5 millones de dólares por área. Si se hacen pruebas metalúrgicas y de explotación para llegar a una pre-factibilidad de las áreas más promisorias habría que disponer de entre 5 y 10 millones de dólares por área, detalló.

Para conocer los resultados, dijo, un proyecto geológico de estas características necesita un tiempo de maduración de entre 5 a 10 años para seleccionar áreas y un tiempo adicional de tres años para conocer la pre-factibilidad de las mejores opciones que se vayan a determinar.

Para el siguiente paso que es la explotación, Garzón dijo que se precisa “infraestructura básica, energía, tecnología de punta, personal especializado y cuidado medioambiental riguroso”.

El físico Francesco Zaratti hizo notar que encontrar minerales de uranio no significa disponer de material fisible útil para un reactor de potencia, pues el mineral necesita ser enriquecido mediante un proceso que está fuera del alcance del país.

Sobre el reactor, anunciado por el Gobierno, Garzón señaló que la localización debería ser resultado de un estudio de factibilidad elaborado cuando haya certeza de que un proyecto nuclear de este tipo es viable.

Reservas de uranio

En Bolivia hay cinco áreas donde podría haber uranio: una entre Oruro y Potosí, dos en Santa Cruz, una en Cochabamba y otra en Tarija.

Cinco áreas identificadas

Hay cinco áreas en las que se identificó prospectos de uranio. El exministro de Minería Dionisio Garzón detalló que una de ellas es Cotaje, entre Oruro y Potosí, donde” hay más de 12 ocurrencias de vetillas muy pequeñas” con óxido de uranio, llamado también uraninita, asociado a otro elemento también radioactivo.

“En Cotaje, en los años 70, se exploró y evaluó una pequeña reserva de estos minerales (35.000 toneladas). Se hizo algunas pruebas metalúrgicas y se llegó a producir un concentrado que en la jerga industrial se llama “yellow cake,  cuyo paradero se perdió años después”, explicó.

En Santa Cruz, en San Ignacio de Velasco, se descubrió lo que se denomina “anomalías radioactivas”, en las que “aún hay mucho por investigar”, según Garzón. Al norte y cerca de la frontera con Brasil, en el Cerro Manomó, también se encontró minerales radioactivos de un grupo conocido como “tierras raras”, en un proyecto conjunto entre el Servicio Geológico de Bolivia (Geobol) y el British Geological Survey del Reino Unido. Añadió que también hay datos de la existencia de minerales radioactivos en Sayari (Cochabamba) y en Cañas, provincia Arce del departamento de Tarija, aunque todavía “pobremente descritos”, según el especialista. 

Fuente: Los Tiempos