La familia de los internos y la administración organizaron una jornada festiva. La Gobernación invirtió Bs. 18 millones para la construcción, equipamiento y fortalecimiento del Centro.
El Centro Nueva Vida Santa Cruz CENVICRUZ (ex granja de Espejos) cumplió un año desde que ingresaron los primeros internos al espacio de rehabilitación, actualmente cuenta con 43 jóvenes que cumplen su sentencia con terapias ocupacionales y talleres de superación personal. La Gobernación invirtió Bs. 18 millones para la construcción, equipamiento y fortalecimiento del Centro.
Cenvicruz es un complejo ocupacional, que cumple con las exigencias que van desde el doble enmallado perimetral, las 8 garitas de vigilancia, sistema de cámaras de seguridad de última tecnología monitoreadas desde un centro de alta seguridad con acceso limitado. El centro de rehabilitación está distribuido en pabellones que tienen capacidad para 120 personas, además cuenta con infraestructuras para escuela, biblioteca, salones de talleres técnicos, sala de computación, carpintería y campos para huertas ya que se les enseña agricultura, así lo informó Enrique Bruno, secretario de Seguridad Ciudadana de la Gobernación.
Los padres de los internos y la administración organizaron una jornada festiva en conmemoración al primer aniversario, desarrollando un campeonato de futbol con ex jugadores de la Academia Tahuichi, festival de teatro, y un almuerzo de confraternización. Gracias a convenios subscritos con instituciones educativas los internos acceden a concluir el bachillerato y podrán inclusive estudiar a nivel superior.
Miguel Ángel Rea, interno de 22 años de edad, manifestó su alegría y cambio personal que tuvo al momento de ingresar al Centro, revelando su destreza para la confección de hamacas chiquitanas e interés por los talleres técnicos que brindan en el Centro. “Nunca antes trabajaba, ahora aquí lo estoy haciendo, aprendí a dibujar gracias a los cursos que nos dan”, dijo Jonathan Cárdenas mientras mostraba los cuadros que realizó.
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Rogelia Pedraza, abuela de uno de los internos, reveló que su nieto esta entretenido en la agricultura, produciendo lechuga, papa, y verduras que le enseñan con mucha dedicación en el Centro. “He escuchado que en Palmasola las cosas son muy malas, aquí en Cenvicruz mi hermano está bien, dejando los vicios que tenía”, sostuvo Olga Pérez, hermana de uno de los internos.
Fuente: La Estrella del Oriente