Los 43 jóvenes fueron detenidos por la policía y asesinados por sicarios tras manifestarse en la ciudad de Iguala. Grupo internacional de fiscales ofrece apoyo a México en caso de desaparecidos
Así fueron los últimos momentos de los estudiantes desaparecidos en México
Recorrieron un camino hacia el infierno. Los 43 jóvenes fueron detenidos por la policía y, presuntamente, asesinados por sicarios tras manifestarse en la ciudad de Iguala.
24horas.cl
Foto: Reuters
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El relato de testigos y de los posibles responsables de la masacre ha permitido reconstruir los últimos minutos que habrían permanecido con vida los 43 estudiantes desaparecidos en la ciudad de Iguala en México.
Hacinados en un bus y en una camioneta los jóvenes habrían sido llevados hasta el lugar en el que fueron asesinados por tres sicarios del grupo Guerreros Unidos, un escuadrón de matanza organizado que tenía rencillas con el Cartel de Los Rojos, agrupación que no estaba relacionada con los estudiantes, peor a la que fueron vinculados por los asesinos.
Luego que la policía le entregara los detenidos a los asesinos, los hombres habrían conducido un bus y una camioneta con los estudiantes detenidos aquel fatídico 26 de septiembre.
Se cree que en el trayecto algunos murieron por asfixia, sin embargo, eso, como muchas otras variables del macabro caso están siendo investigadas por las autoridades.
Tras culminar el viaje, se cree que los sicarios interrogaron a los estudiantes para preguntarles sobre su nexo con el Cartel de Los Rojos.
Allí atemorizados, los jóvenes habrían negado su vínculo con el narcotráfico y habría pedido clemencia a sus asesinos que, a sangre fría, les dispararon en la nuca a cada uno de ellos.
Según el relato de testigos, los estudiantes normalistas habrían caminado con las manos en la cabeza por un camino hasta que los obligaban a tumbarse en el suelo para luego se ejecutados uno a uno.
Luego sus cuerpos fueron incinerados durante catorce horas para que no quedara ni un solo rastro de la masacre que hoy en día mantiene a México y al presidente Enrique Peña Nieto bajo la lupa de todo el mundo.
«Los hicimos polvo y los echamos al agua, nunca los van a encontrar«, dijo uno de los sicarios, según reveló el procurador General de México, Jesús Murillo Karam en declaraciones recogidas por El Universal.
Lo más probable que nunca haya detalles específicos del exterminio ocurrido en México, sin embargo, hoy las autoridades cuentan con el relato de tres sicarios que sabrían la verdad sobre la muerte y desaparición de los 43 estudiantes.
Grupo internacional de fiscales ofrece apoyo a México en caso de desaparecidos
La Razón Digital / AFP / Quito
El presidente de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos, Galo Chiriboga, propuso este martes enviar una delegación de fiscales a México para que apoye en las investigaciones sobre la desaparición, y probable asesinato, de 43 estudiantes.
El fiscal general de Ecuador, quien asumió la semana pasada la presidencia de ese órgano que agrupa a 21 fiscalías, señaló que la iniciativa deberá ser avalada por su homólogo de México, Jesús Murillo Karam.
«México es parte de la asociación y si el fiscal mexicano considera esta posibilidad, armaríamos un equipo de los mejores investigadores de nuestros países: España, Portugal, Venezuela, Ecuador, Perú, Argentina, para que cooperen en el descubrimiento de los hechos tan graves que han afectado a México», dijo Chiriboga a radio Quito.
Los 43 estudiantes desaparecieron el 26 de septiembre en la ciudad de Iguala (Guerrero, sur de México), tras ser brutalmente atacados por policías locales y entregados después a sicarios del narcotráfico. La fiscalía dijo el viernes que tres sicarios confesaron haber asesinado a los estudiantes y quemado sus cadáveres. Los cuerpos calcinados, según esa versión, fueron arrojados a un río cercano.
Sin embargo, los familiares de los jóvenes sospechan de la veracidad de esa información y han organizado fuertes protestas, con el apoyo de cientos de manifestantes, para reclamar al gobierno que continúe con la búsqueda de los 43 desaparecidos.
El fiscal Murillo Karam insiste en que existen pocas posibilidades de identificar los restos, ya que la mayoría están desintegrados.
Maestros de Guerrero atacan sede del PRI y se enfrentan con la policía
Los maestros, quienes hace semanas acampan en el Zócalo de la capital de Guerrero, han protagonizado numerosas protestas por la desaparición de 43 estudiantes de la escuela Normal de Ayotzinapa, con acciones pacíficas, pero también con ataques violentos como el producido hoy.
La Razón Digital / EFE / Chilpancingo (México)
Un grupo de maestros del estado mexicano de Guerrero atacó la sede del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Chilpancingo, una agresión que fue repelida por la policía estatal causando un enfrentamiento.
Los maestros llegaron hacia las 11:00 hora local (17:00 GMT) a las instalaciones de este partido (en el poder a nivel federal) y se metieron a la fuerza para causar destrozos y prenderles fuego, según constató Efe.
La policía antidisturbios de Guerrero intervino para frenar los destrozos, lo que causó un enfrentamiento con los miembros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG).
Los maestros, quienes hace semanas acampan en el Zócalo de la capital de Guerrero, han protagonizado numerosas protestas por la desaparición de 43 estudiantes de la escuela Normal de Ayotzinapa, con acciones pacíficas, pero también con ataques violentos como el producido hoy.
Según informaciones publicadas por la prensa local, hay varios heridos, aunque todavía no hay confirmación oficial sobre la cantidad ni la gravedad de los mismos, pero sí se han visto ambulancias en la zona.
Los maestros, la mayoría encapuchados, están armados con palos, piedras y cócteles molotov que tiran contra los agentes antimotines, que hasta el momento se están limitando a repeler la agresión.
El dirigente del PRI en Guerrero, Cuauthémoc Salgado, quien despacha en el edificio atacado, explicó a Milenio Televisión que llegaron unas 400 o 500 personas a atacar la sede del partido, en la que había 60 trabajadores que pudieron salir de las instalaciones.