Kevin Walker llegó a convertirse en estrella de la canción por casualidad luego de participar en una noche de micrófono abierto en un casino.
Algunas personas no se conforman con una sola cosa. No les basta con ser famosos y ganar muchísima plata por hacer una cosa con la que siempre soñaron.
A veces quieren más y lo extraño es que terminen siendo ídolos en dos profesiones completamente distintas como el fútbol y la música.
Si bien han sido muchos los que lo han intentado, pocos han podido compaginar las canchas con los escenarios y el fin de una carrera ha marcado el comienzo de la otra.
Su fama fue tan alta que se reprogramaron los partidos de su club para que pudiera participar en el programa.
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Pero este no es el caso de Kevin Walker, futbolista profesional en Suecia y quien es la nueva sensación de la canción del país que vio nacer a bandas como ABBA, Roxette y The Hives.
Walker, quien es mediocampista del club Djurgarden, acaba de ganar la versión sueca de «pop idol», el programa que se originó en Reino Unido y que cuenta con una gran popularidad en Estados Unidos y América Latina.
«Sí, han pasado muchas cosas», reconoció un eufórico Walker a la BBC.
«Llevo como futbolista profesional algunos años, pero la música llegó a mi vida mucho después y ahora es una pasión. Sólo quiero disfrutar todo mientras dure».
El fútbol en las venas
Kevin es hijo de Pat Walker, un exfutbolista irlandés que emigró a Escandinavia en 1983 y se quedó allí desde entonces, manteniéndose ocupado como entrenador entre Suecia y Noruega en los últimos 20 años.
Es evidente que tanto Kevin, como su hermano Robert, también futbolista, se beneficiaron de tener un papá vinculado al mundo del balón, pero su contacto con la música surgió de una manera diferente, algo parecido a lo que le ocurrió al cantante español Julio Iglesias.
El cantante español Julio Iglesias cambió el fútbol por la música tras sufrir un accidente de tránsito.
El padre de Enrique Iglesias ha sido uno de los artistas más famosos en su país y en América Latina, pero es conocida su historia de haber sido el portero del Real Madrid B cuando estudiaba leyes en la universidad.
Un accidente de tránsito que le impidió caminar por dos semanas lo mantuvo en el hospital, y allí fue cuando con la guitarra que le pasó una enfermera comenzó una de las carreras artísticas más conocidas en la música contemporánea de España.
Cuento de hadas
La historia de Walker se inició cuando se le diagnosticó septicemia mientras estaba concentrado con la selección de Suecia sub21 en Bélgica en 2009.
La enfermedad le truncó la que hasta entonces estaba siendo una prometedora carrera internacional en las divisiones inferiores y como miembro del primer equipo del AIK, uno de los clubs más populares de Suecia.
Estuvo apartado toda la temporada, tiempo que aprovechó para comenzar a tocar guitarra.
Walker ayudó a su equipo, el GIF Sundsvall, a subir a la primera división del fútbol sueco.
Una noche se le persuadió para participar en el micrófono abierto de un casino y el video de su actuación llegó a parar a las manos de los productores del programa pop idol sueco en 2013.
«Pensé que por qué no, pero lo hice sin tener ningún tipo de ambición y sin haber estado nunca en un escenario», explico Walker.
«Pero de repente todo fue una locura. Antes de que me diera cuenta comenzaron a reprogramar los partidos de mi equipo para que pudiera estar en el programa, me encontré cantando en el cumpleaños de la princesa y estaba haciendo duetos con Robbie Williams».
«Creo que al final le encontré la vuelta», dijo Walker ante de aclarar que «nunca perdí una sesión de entrenamiento y jugué todos los minutos de la temporada».
Elton John y Rod Stewart han estado ligados al club inglés Brentford.
La campaña terminó con el ascenso a primera división de su equipo de entonces, el GIF Sundsvall, y su traspaso al Djurgardeen, 11 veces campeón de Suecia.
Otro famoso exfubolista, el cantante británico Rod Stewart, quien estuvo a prueba en el club inglés Brentford, explicó en su momento porqué había elegido la carrera artística por sobre la deportiva.
«La vida de un músico es mucho más fácil», dijo, «puedo emborracharme y componer música, algo que no puedes hacer si juegas fútbol».
Pero Walker practica las dos y está en la inusual posición de poder responder a la pregunta de ¿qué es mejor, hacer un gol frente a miles de espectadores o escuchar a miles de personas cantar tus canciones?
«Son dos cosas completamente diferentes», expresó sin comprometerse.
«Y tengo el privilegio de que hago los dos»
Fuente: BBC