Semanas atrás advertíamos sobre la preparación de una purga en el Movimiento Al Socialismo impulsada por el caudillo cocalero, Evo Morales. Ahora la maniobra ya fue ejecutada a través de una “mano amiga”: el Tribunal Supremo Electoral.En efecto, la polémica circular del TSE que prohibió la postulación de parlamentarios a las elecciones subnacionales dejó fuera de la carrera a un 90% de los candidatos oficialistas, precisamente el objetivo buscado por el Palacio Quemado, que procuraba quitarse de encima a toda una camada dirigencial para dar paso a una segunda línea partidaria.Como cobertura, el mandatario alega que aceptó la circular “por respeto” al Tribunal, aunque “no estaba de acuerdo” con la medida. Afirmación nada creíble viniendo de alguien que ha hecho una consigna del “le metemos nomás” y el atropello institucional, y que habría resuelto cualquier desavenencia con el Órgano Electoral con una orden fulminante.El trasfondo es la estrategia definida por la rosca palaciega de no dejar crecer liderazgos regionales o locales con peso propio dentro del MAS, condición necesaria para que la élite que rodea al presidente pueda seguir dominando el régimen a su antojo, sin competencia interna…[email protected]