El cantante lanza la producción titulada Boliviano soy con 10 temas del desaparecido compositor dedicados a los departamentos del país. Seis de ellos permanecían inéditos
De aquella cajita con casete con decenas de canciones inéditas que Percy Ávila dejó a Carlos Romero Dávalos, su guardián en el último tramo de su vida, salieron los 10 temas que comprenden Boliviano soy, el nuevo disco que Romero acaba de sacar al mercado.
Cuatro de los temas ya fueron grabados por el intérprete, pero seis piezas salen a la luz después de que permanecieron inéditos desde el fallecimiento del compositor ocurrido en enero de 2010. Se trata de Preciosa, una vals dedicado a la belleza de la ciudad de La Paz y Ciudad blanca, una cueca chuquisaqueña que homenajea la historia de la capital del Estado.
También está Carnaval de amor, que tiene el ritmo de morenada y narra la historia de un enamoramiento en la carnestolendas orureñas. Por su parte, Lágrimas de plata es un k’antu (ritmo ancestral andino) que rinde tributo al indio Huallpa, descubridor del Cerro Rico de Potosí.
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Asimismo está Viva Tarija señores, una cueca chapaca que enaltece la hermosura de la tierra del Guadalquivir. Y finalmente está la cueca paceña homónima del disco que destaca las cualidades de nuestro país.
El compromiso
Carlos Romero, que ha grabado otros 18 discos, explicó que tiene una obligación con la memoria del compositor de Lunita camba de difundir sus obras. “Cuando Percy se vino de La Paz quedamos en que yo sería el intérprete de sus piezas y así sucedió por los últimos 10 años hasta que él se enfermó (de alzhéimer)”.
“No podía dejar que esas canciones desaparecieran en el olvido”, señaló Romero. Percy Ávila, uno de los grandes creadores del cancionero popular boliviano, dejó en custodia del intérprete alrededor de 40 casetes con temas inéditos, con los cuales ya se han grabado cuatro discos con la voz de Romero.
Aspectos técnicos
Los arreglos musicales de la placa fueron elaborados por Yuri Morales, un conocedor de los ritmos nacionales y la grabación estuvo a cargo de Miguel Ángel Lobo. La masterización le pertenece a Beto Ibáñez y Martín Espada.
Las 1.000 copias de la producción fueron donadas a la organización benéfica Ayuda al niño boliviano para su comercialización en EEUU. Romero anunció que sacará una nueva partida para su distribución en nuestro país
Fuente: eldeber.com.bo