Venden papel de regalo made in China con diseño de aguayo boliviano


Negociantes mayoristas encargaron la fabricación del producto. La hoja vale tres bolivianos y se comercializa con éxito en los puntos de abasto de La Paz. Las vendedoras anticipan que encargarán nuevos diseños y colores.

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Página Siete / La Paz



«Mucha gente nos pedía un papel con diseños típicos del país, por eso decidimos mandar a imprimir el papel de regalo en aguayo”, afirma Roxana Arias, comerciante de un pasaje comercial de la avenida  Tumusla.  «Los mayoristas mandaron el diseño a China y ellos luego lo traen y nos reparten a los minoristas”, asegura la vendedora Nieves Alarcón. 

Así resumen ambas entrevistadas las razones por las que comerciantes nacionales  optaron por encargar a una factoría que opera en ese país asiático la fabricación de  un papel de regalo con aspecto  de    aguayo.

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El precio de la hoja es tres bolivianos y se lo comercializa  con éxito en distintos puntos de la ciudad. Las vendedoras afirman que  la búsqueda de los padres de  familia  de un papel idóneo para  forrar los cuadernos de sus hijos, de la materia de aymara, dio un impulso a la venta del producto; pero también -añaden- hay varios compradores que lo adquieren por ser  algo novedoso. 

«Hemos tenido buena aceptación de la gente. Creo que uno es por la curiosidad y otro porque en algunos colegios les pidieron forrar con esa línea, para la materia de aymara”, afirma Sara Rodríguez, vendedora de la Huyustus.

Mayoristas asociadas

La idea de mandar a imprimir el papel a China  surgió  hace cinco años, pero se pudo materializar recientemente, a fines de 2014.

El principal obstáculo por el que atravesaron quienes estaban interesadas era que en ese país  se produce en «grandes cantidades”, y que, además,  para encargar un material de este tipo  se requiere de una elevada inversión.

No obstante, las comerciantes  encontraron la solución: formaron  un grupo  y realizaron el pedido.   

«Yo he sugerido esto hace cinco años. Antes, nadie se animaba a traer, porque en China se produce a partir de 10.000 hojas, y mucho más todavía; y no había quien quiera este papel porque uno tiene que tener gran capital para hacer imprimir un diseño”, comenta Sara Rodríguez. 

La alianza de las comerciantes permitió lograr el objetivo  anhelado. El producto -comentan las consultadas- «pisó suelo boliviano”  a fines de 2014.  

«Traemos entre cuatro a cinco personas. Mis compañeras me invitaron y yo me animé porque los chinos no hacen por poco tiraje. Yo me agarré más de 50 cajas”, comenta Arias.

Las comerciantes explican que la transacción se logró a través de contactos que tienen con  bolivianos que viven en ese país asiático. Sólo tuvieron que enviar los recursos, además de una foto del aguayo que  querían replicar en el  papel de regalo.

«Ya no viajamos. Mandamos la foto por internet y nos los hacen. Nos ayudan las personas bolivianas que están en China, y ellos se encargan de hacerlo hacer y luego nos mandan. En China hacen de todo. Uno manda su diseño y se lo hacen”, afirma Arias. 

El pedido, explican, tardó en llegar   en  cuatro meses. El papel que encargaron ya estaba listo para comercializarse en las fiestas navideñas del año pasado, pero  por estrategia optaron por ofrecerlo  a la venta en estas fechas, con el fin de aprovechar el inicio de  las labores escolares.

«Esto ha llegado para Navidad, pero se vende más en la época de clases”, afirma Rodríguez.

Esta vendedora  comenta que después  de que llegó el material, lo  ofrecieron «a todos”. Lo bueno    fue que su intuición dio en el punto preciso: hubo elevado interés de los  negociantes, a tal grado que otros competidores  mandaron a fabricar un papel con formas de aguayo, pero a Perú.

El papel de origen peruano 

Ante el advenimiento  del papel con formas de aguayo procedente de China, otro grupo   encargó  a una firma peruana la impresión de  un papel de regalo «más artesanal”.   

«Nosotros decidimos hacer este papel en Perú. Decidimos enviar nuestras muestras a Perú y pedirles que impriman estos tres diseños de aguayo”,    asevera  Beatriz Espinoza, comerciante de la avenida Tumusla.

Esta «mayorista” comenta que  recurrieron  «a Perú para que nos los saque, porque en Bolivia no hay fábricas. Sin embargo, recientemente, nos hemos enterado que en Bolivia ya están empezando a producir este papel,  aunque  sale más caro”.

Agrega : «Nuestro papel es más artesanal. Al año sacaremos este papel en celofán e imprimiremos otros diseños en China”.