Los más destacados. Las alegorías tradicionales y chiquitanas reinaron entre las agrupaciones, pero las casacas tuvieron gran presencia en el desfile. Desbordaron alegría que contagiaba
Este año las casacas y los disfraces tuvieron una contienda cuerpo a cuerpo. Se pudo apreciar igual cantidad de ambos atuendos en el corso carnavalero. Las agrupaciones femeninas volvieron a resaltar un año más por lo esplendoroso de su vestuario.
Aunque las agrupaciones empezaron su recorrido algo apagadas, la fiesta fue entrando a sus venas mientras avanzaban en el recorrido.
Las coreografías estaban sincronizadas, las ruedas y la viborita fueron algo común en el paso a paso por el cambódromo, pero a algunas agrupaciones que tenían pocos integrantes les quedó un poco grande el espacio.
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Las alegorías tradicionales, chiquitanas y de preservación del medioambiente fueron los temas más llamativos de la noche. La nota negativa la pusieron las agrupaciones que con menos entusiasmo hicieron el recorrido consumiendo bebidas alcohólicas.
En el recorrido
Las comparsas de casaca, en su mayoría, se sumaron a la alegría del público, dando guerra justa con las espumas. Al mismo tiempo, los carnavaleros con grandes trajes fueron muy accesibles para sacarse fotos con aquellos a quienes sus atuendos llamaban la atención. Por otra parte, comparsas como los Chichis, Tauras y Choris regalaban artículos al público como muñecas, silbatos y tangas.
Fuente: sociales.com.bo