Karen ArauzA todos nos sucede que ciertas decisiones tomadas con ligereza y sin haberlas dormido en nuestra almohada nos traen consecuencias. A nadie le gusta admitir que de tomar el tiempo suficiente y quizás escuchar opiniones que ayuden a orientar nuestro juicio, no tendríamos que parchar los boquetes que nos auto infligimos. Pero si encima el entorno prefiere callar para evitar la polémica, los resultados son aún peores. El común de los mortales somos conscientes de esto. Pero cuando la situación se les presenta a esos individuos con poder absolutista, se distorsiona la realidad y la catástrofe es inevitable.Las rabietas presidenciales a las que estamos habituados, hoy son el resultado de decisiones tomadas al calor de la negación de que todo cambia, los afectos mudan y eventualmente, la realidad impacta. No otra cosa significa la amenaza de SE en sentido que no trabajará con otros que no sean «sus» candidatos escogidos por su gran dedo, que ya luce cierta ineficacia. El desgaste emergente de diez años de poder superabundantemente ejercido, es una verdad inocultable. Chantaje es una expresión tan fuerte, que no debería combinar con el Presidente de un Estado en relación a sus mandantes. Más propio sería hablar de un extremo esfuerzo de sembrar miedo recíproco.No entró en sus cálculos como tampoco entra en su cabeza, que la sumisión de sus incondicionales, empiece a resquebrajarse. Eso incluye decisiones del Órgano Electoral, quienes son inocultablemente funcionales a su administración, aunque a veces no tienen más alternativa que disimular cuando las órdenes son tan irracionales que son imposibles de cumplir. Y esos brotes de rebeldía, lo tienen contrariado y de muy mal humor.En Tarija, cuando inhabilitan a Cabrera y fuerzan a echar mano del asequible Pablo Canedo, se movilizan los resortes gubernamentales para anular al opositor Oliva, en singular aforismo de que la mejor defensa es el ataque. Todo lo que no le gusta, lo toma personalmente y ese ego sobredimensionado con que la naturaleza lo ha dotado, da por resultado sus irreflexivas pataletas y cuando las encuestas en Santa Cruz le dan amplia ventaja a Costas, echan mano del tema terrorismo y la justicia -también bajo su batuta- diligentemente emplaza a Costas, dos semanas antes de las elecciones, a presentarse y ser parte de esa histórica bufonada. Claramente, cualquier recurso es válido en pos de la hegemonía de poder con la que sueña también García Linera.El atrevimiento del Contralor en el oscurísimo asunto del Fondo Indígena si bien aún no ha hecho rodar su cabeza, sí ha liquidado las aspiraciones de la representante de las Bartolinas. Quién diría que serían ajos los que darían fin con sus veleidades amén de dejar colérico a SE. Es que no sé en qué están pensando. Darle a cada comunario una libra de ajos a cambio de una firma por una hectárea de plantación, sobrepasa los límites del mínimo sentido común. Es un insulto a sus propios hermanos que ni al más endemoniado neoliberal se le hubiera ocurrido. Pero su bronca no viene de la malversación de cientos de millones de dólares. Viene de desnudar su escasa visión para poner en las listas personas medianamente idóneas que no lo dejen en evidencia y es esa la ofensa que no está dispuesto a perdonar.Por los síntomas, La Paz y El Alto no parecen ser ideales para que Evo Morales se desplace en franca e ilegal campaña electoral para reflotar a sus alicaídos candidatos. El regalito, encarguito o lo que sea que el amnésico Patana recibió del ex-alcalde alteño, ha caído como balde de agua fría y difícilmente el Presidente le puede prestar su imagen y liderazgo. Aparentemente, nada ya -a días de las elecciones- evitará la caída del MAS en toda su extensión en la sede del gobierno.La casi década de la administración masista ha sido beneficiada al transitar por un canal aéreo que provocó un viento de cola absolutamente favorable. Para los que se toman la molestia de mirar un poco las abismales diferencias de los ingresos de estos años, es consciente que el TGN se colmó de ingresos por la bonanza de los países importadores de nuestras materias primas. Por supuesto que el gobierno se guarda muy bien de mencionarlo. La profusa propaganda oficialista, se encarga de llenar los oídos de los incautos, quienes de verdad creen que el que cuenten con dinero en sus bolsillos, es en virtud a la magnífica administración.Pero tampoco pasa del todo desapercibido para los que no desean salir de su zona de confort permaneciendo en la nube de la ignorancia, que el derroche que acompaña a las autoalabanzas, les está arañando su razón. Se vislumbran síntomas del principio de resistencia al autoritarismo y el banderillazo a La Paz, acelerará, sin duda, la visión de obscena desnudez.