La directiva del FC Barcelona está en este momento reunida en las oficinas del club en lo que, inicialmente, sería una cumbre ordinaria, la preceptiva del mes de marzo, pero marcada por dos acontecimientos. Por un lado, la victoria sobre el Real Madrid del día anterior en el Clásico, que ha consolidado del liderato del primer equipo al frente de la tabla, y por otro el esperado y temido mazazo del Fiscal José Perals en el caso Neymar.
La Audiencia Nacional, como se calculaba, no tardó en aparecer tras la victoria sobre el Madrid con unas peticiones descomunales de prisión y económicas aplicadas a un caso que la propia opinión pública ya contempla con un punto de indiferencia, al menos la azulgrana pues en el club no se había recibido a media tarde ningún tipo de reacción de los socios, también muy indolentes respecto a un tema fiscalmente muy técnico. Los teléfonos del Barça estaban muy tranquilos al respecto.
El afectado personalmente por esta exagerada demanda del Fiscal, Josep Maria Bartomeu, entiende que se trata de una petición de máximos y se sigue considerando víctima de una actuación procesal fuera de lo común y muy política. Sin embargo, es consciente de que .esta situación perjudica sobre todo al club y a su imagen.
Del mismo modo que hace un año exigió de los abogados riesgo cero en las acciones preventivas a tomar –finalmente inocuas frente al despliegue armamentístico del Fiscal y del juez Pablo Ruz- ahora también los ha puesto a trabajar en todas las soluciones posibles del caso. Bartomeu entiende que este proceso, largo en el tiempo, no beneficia al club y sabe que la estrategia de la Audiencia Nacional en los casos fiscales es la de apretar para que el imputado acabe pactando una cantidad menor a cambio del reconocimiento del delito.
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Esta es la tesitura compleja en la que se mueve el club, dispuesto a afrontar las consecuencias económicas de una diferente interpretación del trato impositivo pero no el de fraude o delito fiscal que nunca ha sido su intención. El presidente necesitaba esta tarde el cariño de los suyos y un apoyo inquebrantable.
En la mesa había otros temas de menor calado, entre ellos informar de la situación del directivo del Futbol Base Ramon Cierco, también vicepresidente de la Fundación FCB, afectado como miembro del consejo de administración del BPA. En una carta dirigida al presidente y leída en la junta, Cierco plantea pasar a una prudente posición de directivo sin cartera a la espera de que, como expone en la misma carta, pueda aclararse su no participación ni vinculación en los hechos desencadenados en esa entidad bancaria.
Fuente: www.mundodeportivo.com