La Corte Nacional Electoral ha entregado ya los resultados oficiales de las elecciones del 6 de diciembre y si bien se confirman las tendencias iniciales, ahora se puede hablar de números exactos. Uno de ellos es 2.805.932 (dos millones ochocientos cinco mil novecientos treinta y dos) que votaron por Evo Morales, sí por él y por nadie más. ¿O es que alguien piensa que otra persona dentro del MAS se puede atribuir algún mérito? Si fuera así, Quintana debería estar cantando victoria en Pando. Del otro lado están los votos contra Evo, que circunstancialmente votaron por Manfred Reyes Villa, Samuel Doria Medina y René Joaquino. Estos suman 1.573.816 votos (un millón quinientos setenta y tres mil ochocientos dieciséis). Esos votos no les pertenecen a ninguno de los postulantes citados, también son obra del presidente Morales, son votos que se ha ganado en contra y por lo visto son bastante duros, con muchas probabilidades de repetirse en abril. El problema es quién se adueña de ellos, ya no de forma eventual, sino definitiva. El Gobierno sabe de ese peligro y por eso se dedica a ahuyentar a los potenciales postores.
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