Franklin E. Alcaraz Del C.Evo –o su segundo- no quiso entender, o no pudo, como el mismo suele decir, que el discurso de “lucha permanente” y la “división de clases” en indios y blancos (a falta de un proletariado y burguesía como el de la ex URSS) era una “sunchu-luminaria”. Faltaba alguien, como Félix Patzi, capaz de recoger el desafío de unidad de Bolivia y desterrar las divisiones. En época pre-electoral para las subnacionales, dejando al lado su inicial aparente extremismo, abogó por la unidad de los indígenas con los mestizos blancos (es su terminología) para hacer una sola Bolivia, habló de las nacionalizaciones como necesarias solo para las empresas estratégicas, dejando abiertas las puertas a la inversión privada para la pequeña, mediana y gran industria. No mencionó –ojo- a la wiphala, ni a los idiomas originarios en sus alocuciones electoralistas y –aparentemente- eso le gustó al pueblo que votó por él.Alguna vez dije en esta misma columna, que si Evo hacía lo mismo desde el principio, su votación hubiera alcanzado un 90%. Ya es tarde. Ya no podrá virar sin despertar suspicacias.A Patzi le falta hablar abiertamente de autonomías. No al estilo del MAS que aparentemente, en los hechos, no la quiere ni la promueve; sino a su estilo. Autonomías de verdad, que nunca dejaron de ser bandera anhelada ya no solo por el oriente del país, sino por toda Bolivia.La corrupción y la impunidad que a los ojos del pueblo parecen ir juntas cuando se trata de autoridades o “dirigencias” sindicales u “orgánicas” (palabrita de moda hoy en día) son también temas pendientes. Ni qué decir del narcotráfico, motivo de reportajes espeluznantes de la prensa internacional y que han acabado por tomar a nuestro país como epicentro de producción y distribución de cocaína. ¿Acaso es suficiente decir “vamos a “revalorizar la hoja de coca” y a combatir el narcotráfico?” Pregunto: ¿No suena como una posición incongruente?¿Qué de lo dicho puede encasillarse como posición de diestra o siniestra? Tal vez por eso Patzi lanza un discurso exitoso de una “tercera posición”. En el mundo –lo muestra la práctica- se acabaron las derechas y las izquierdas. Parece haber llegado la hora de tomar decisiones prácticas; o como decía Den Xiao Ping: “No importa de qué color sea el gato, sino que cace ratones”.En todo caso, parece, solo parece, que el pueblo está comenzando a ver la realidad. Y está también demostrando que las amenazas no funcionan. O si funcionan, son para disparar “un tiro por la culata”. Tengo la impresión, dice mi compadre Choque, que llegado el caso, ni los bloqueos van a funcionar esta vez, porque el pueblo está cansado de violencia y “luchas permanentes o envolventes”. “Pero no nos adelantemos”, dice, “los políticos son especialistas en meter la pata, veremos qué pasa después”. De acuerdo, compadre.El Día – Santa Cruz