Falta de control. En un semana se incautaron al menos 60 toneladas de medicamentos pasados y envasados en condiciones antihigiénicas, químicos prohibidos por sustancias controladas. Por años, no ha habido una autoridad que ponga el "cascabel al gato", ni apoyo legal para sancionar a los malos profesionales.
Incautación de medicamentos falsos en Cochabamba. – Redacción Central Los Tiempos
Los Tiempos. Por Ballivián Eliana. Las últimas incautaciones de fármacos vencidos e ingresados por contrabando, han develado que la salud en el país está en serio riesgo desde hace muchos años: no sólo se ha adulterado la fecha de caducidad, sino que además se descubrió que personas inescrupulosas hacen “crecer” los medicamentos mezclándolos con almidón.
El pasado 8 de diciembre, un operativo conjunto entre autoridades de Salud, de la Aduana, de Impuestos Internos y de la Policía dio en Cochabamba con 20 toneladas de medicamentos pasados, envasados en cajas que tenían sobrepuestas fechas de vencimiento en vigencia y almacenados en depósitos donde abundaban ratas, fármacos importados desde India por Eske SRL.
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No pasaron ni 10 días y otro operativo similar en Santa Cruz descubrió dos depósitos de laboratorios Bremen, donde se incautaron unas 40 toneladas de productos médicos envasados en condiciones antihigiénicas, químicos prohibidos por sustancias controladas, insumos para la elaboración de fármacos y medicamentos falsificados de todo tipo.
También se han descubierto casos de pastillas a las que les cortan el extremo del plástico en el que están encapsuladas, cercenando justo en la parte donde aparece la fecha de expiración, o tubos a los que les recortaron el extremo opuesto a la boca y a los que le volvieron a remangar.
La directora de la Unidad de Farmacias del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Cochabamba, Aleida Camacho, dijo que esta situación tiene en vilo a autoridades de salud, antinarcóticos y de aduanas, a importadores, fabricantes, médicos y pacientes desde hace muchos años.
“No ha habido una autoridad que ponga el cascabel al gato. No ha habido una autoridad que ponga el dedo en la llaga”, cuestionó. Por ello, mientras no ocurra un control riguroso de esta situación, el peligro está latente y cualquier ciudadano está expuesto a comprar fármacos adulterados.
¿Cómo pueden reconocerse estos productos? Los propietarios de farmacias conocen su mercadería y saben distinguir las anomalías. El cliente tiene un poco más de problemas. Por eso la primera recomendación es adquirir los productos de farmacias reconocidas que cuenten con un bioquímico. No comprarlos de la calle y dudar cuando ofrecen un medicamento a precios baratos.
La segunda recomendación es revisar los envases y fechas de vencimiento, dudar si éstas presentan borrones o superposiciones, revisar los comprimidos (tienen la fecha de vencimiento a un costado) y los extremos de los tubos, que no estén recortados.
TOME NOTA DE ALGUNAS PAUTAS DE PREVENCIÓN
Las farmacias conocen las irregularidades, ¿y el cliente?
Frente a los riesgos que afronta la población sobre la falsificación de medicamentos, las autoridades del Sedes de Cochabamba han emitido ciertas recomendaciones, ya que los funcionarios de salud, de laboratorios, importadoras y de las mismas farmacias cuentan con capacitación para la detección de productos falsificados. Se aconseja no automedicarse, ya que los médicos son los que conocen las cantidades exactas de medicamento que se necesitan. Debe ser prescrito por un médico de consultorio o de centro de salud legalmente establecido.
Un medicamento debe ser comprado de una farmacia legalmente establecida, que tenga a la vista su autorización de funcionamiento y NIT, además de contar con un regente farmacéutico, un bioquímico presente en el lugar, vestido con guardapolvo blanco y marbete.
Las cajas de fármacos deben tener un sello impreso con el número del lote del medicamento, fecha de elaboración y de vencimiento. Las cajas adulteradas llevan pegado un sticker con la fecha de vencimiento.
Los comprimidos que vienen dentro de un blíster no deben estar “bailando” dentro de sus espacios y entre comprimido y comprimido el espacio debe ser exacto. En la parte impresa del blíster se puede probar las impresiones de las letras mojando el dedo y pasando sobre ellas, si se borran o escurren significa que han sido adulterados.
En el caso de que se tenga que adquirir capsulas por fraccionamiento, se debe verificar que el envase cuente con una rosca con sello de seguridad, de los que se rompen al abrir.
Finalmente, todos los productos que se venden en farmacias deben llevar un timbre de Impuestos Internos o un sello donde señala el número de registro sanitario otorgado en el país, sea este nacional o importado.
Objetivos
El objetivo de las direcciones de Farmacias y jefaturas de Medicamentos en el país es el control y vigilancia a los establecimientos farmacéuticos, desde la permanencia del regente, horarios de atención, cambio de letreros de turno, limpieza del establecimiento y presentación del personal.
También se controla el stock de medicamentos, buena práctica de almacenamiento de fármacos y de dispensación de recetas que deben ser archivadas en los casos de productos controlados. Se controla la vigencia y la posible alteración de fechas de vencimiento en los productos, la presencia de muestras médicas y de medicamentos de contrabando o falsificados, “pues estas situaciones siempre se han presentado”, dijo Camacho.
ADULTERACIONES
Amoxicilinas “aumentadas”
La Dirección Departamental de Farmacias descubrió en Cochabamba hace más de 10 años no sólo el cambio y adulteración de fechas de vencimiento de muchos productos, sino también cómo es que en laboratorios clandestinos se vacía el compuesto de las cápsulas blandas, como las amoxicilinas. Las mezclan con almidón, hacen crecer la sustancia y vuelven a encapsular.
Esa práctica también fue verificada en La Paz, de acuerdo a las declaraciones de algunos propietarios de farmacias de esa ciudad y en Santa Cruz, en una práctica de la que, según Camacho, no ignoran las autoridades nacionales.
Hace algunos años, la Caja Nacional de Salud (CNS) también fue víctima de este fraude. Hizo una compra grande de amoxicilinas que no reunía las concentraciones requeridas, pues éstas venían aumentadas con almidón, que no hace daño, pero que no sirve para las necesidades del enfermo que con este medicamento debería prevenir una infección.
Fechas de vencimiento
La alteración en las fechas de vencimientos de los medicamentos se puede hacer, si existe habilidad, incluso de manera manual. Los propietarios borran o raspan los sellos de fecha de fabricación y de vencimiento, impresos en las cajas, y en su lugar colocan otra fecha con un sello que ellos mismos mandan a hacer, o le sobreponen un sticker con nuevas fechas.
Las cajas también se mandan a falsificar en imprentas, pero se las puede detectar de acuerdo a su contextura. La Directora de Farmacias asegura que ninguna caja falsificada es perfecta cuando es “hechiza” (falsa). El material de los envases originales es fino, grueso y consistente. También se detecta la falsificación por la variación del color. “Una imprenta que falsifica nunca saca el mismo color de la original”. El problema es que esto lo conoce el farmacéutico, mientras que el cliente tiene un poco más de dificultad.
Blísteres
Los medicamentos importados vienen envasados en blísteres, que generalmente son comprimidos dosificados entre un molde plástico o de aluminio, donde está impreso su nombre, el del laboratorio y la fecha de vencimiento.
Además de que esos productos pueden ser adulterados en su composición, generalmente en fábricas clandestinas, también falsifican el blistereado.
Eso demostró a las autoridades de Salud que existen fábricas clandestinas donde se “reblisterea” y se “reencapsulan” los comprimidos adulterados y que existen laboratorios que alteran la composición de los productos, sirviéndose incluso de laboratoristas que ejercen mala praxis de su profesión.
Sin embargo, los blísteres falsificados no igualan a la calidad del envase original, el medicamento en blíster importado es finísimo, tiene las letras uniformes y no se borran al contacto con dedos húmedos.
Colirios con agua
Las pesquisas para dar con la adulteración de colirios viene de hace por lo menos ocho años. Recién la semana pasada, en Santa Cruz, las autoridades descubrieron que laboratorios Bremen realizaba estas prácticas en gotas para calmar el cólico de los recién nacidos, pero la práctica de la adulteración de colirios es similar.
En jarabes y suspensiones, según explican las autoridades, es más difícil, pues los frascos originales vienen con un sello de seguridad que se rompe cuando se abre. Pero en el caso de colirios y otras gotas, los falsificadores también vacían el producto y lo hacen “crecer” con agua.
Los más descarados juntan envases vacíos y los llenan también con agua.
“Se ha visto tiempo atrás, hemos visto como funcionaba un laboratorio en Cochabamba de esa manera. La empresa continúa funcionando”, lamentó Camacho.
Puntas cortadas
Durante la incautación de más de 40 toneladas de medicamentos en dos allanamientos simultáneos realizados en la ciudad de Santa Cruz, las autoridades encontraron un laboratorio clandestino en condiciones precarias, donde había ollas, enseres, estufas, reactivos e implementos, entre ellos, tubos vacíos de cremas y ungüentos.
Estos tubos, que son de un material metálico flexible, tienen en el extremo contrario a la salida de rosca el número de lote, fecha de fabricación y de vencimiento, perfectamente doblado y sellado.
Los falsificadores y alteradores de estos productos cortan ese extremo y vuelven a doblar la punta del envase y a sellarla para evitar que se detecte el vencimiento del producto.
También suelen envasar alcohol Caimán en envases de plástico de un litro, medio litro, cuarto litro y hasta menos, donde le pegan etiquetas falsificadas que dicen “alcohol medicinal”.
Daños a la salud
Cuando un medicamento se pasa del tiempo establecido por la fecha de vencimiento, este pierde su umbral de acción, es decir que su suministro no sirve para curar la dolencia por la cual es requerido.
Sin embargo, existen otros casos en los cuales el componente activo del producto se biodegrada cuando pierde su vigencia y se convierte en un producto altamente tóxico para el organismo.
Es el caso de medicamentos como el Bactrin o Cotrimoxazol, nitrofurantina y las tetraciclinas cuyo consumo, si el producto está expirado ocasiona un terrible daño renal, porque todos los medicamentos, y en general todo lo que el organismo consume se filtra por lo riñones.
La jefatura de Farmacias controla y vigila el expendio de medicamentos en establecimientos farmacéuticos en clínicas, hospitales, quirófanos y hasta consultorios médicos donde no se pueden expender medicamentos, porque así como hay profesionales buenos, hay malos profesionales que llegan a reunir muestras médicas y las venden como tratamientos completos a sus pacientes.
Camacho recordó como clausuraron hace cinco años un consultorio en Cochabamba, donde el médico prescribía cloranfenicol y se los vendía a todos los pacientes que llegaban hasta allí, porque había comprado un gran volumen de ese medicamente que estaba a punto de expirar, siendo que es un medicamento cuyo mal uso que puede provocar aplasia medular, especialmente en niños.