Vestido de Valentino de la colección de 2013. / CORY VANDERPLOEG
La gran exposición de la primavera del Costume Institute en el Museo Metropolitan de Nueva York, China: Through the Looking Glass (China: A través del espejo), está dedicada este año a examinar el impacto de siglos de la estética china en el trabajo de los diseñadores occidentales.
“Desde los primeros periodos del contacto europeo con China en el siglo XVI, occidente ha estado hechizada con los objetos enigmáticos y la imaginería de Oriente, sirviendo de inspiración a diseñadores de moda desde Paul Poiret a Yves Saint Laurent, cuyas modas están llenas en cada giro de romance, nostalgia y fantasía”, explicó Andrew Bolton, comisario de la exposición, en las presentaciones que hizo en Pekín y Nueva York.
Según Bolton, responsable de alguna de las anteriores y mediáticas muestras, como la dedicada a Alexander McQueen en 2011 (que superó los 600 mil visitantes), con las que el Met eleva la moda a arte al tiempo que la convierte en un espectáculo para el gran público, China: Through the Looking Glass es la más grande que han montado hasta ahora. También es una forma reclamo a los turistas chinos, que en 2014 se convirtieron en el grupo más grande entre los visitantes extranjeros superando los 200.000, cinco veces más que en 2009.
Con más de 140 vestidos de alta costura y prêt-à-porter, la exposición no sólo ocupa las galerías rebautizadas el año pasado como Anna Wintour Costume Center, como homenaje a la labor de la poderosa editora del Vogue USA en el mundo de la moda y en el museo, sino también las galerías de arte chino del Met. Ha sido un esfuerzo conjunto de más de dos años entre los dos equipos de comisarios para recontar la historia de China a través del espejo de la moda y el arte occidentales.
“En el Met podemos poner el arte moderno en un contexto de 5.000 años”, cuenta Maxwell K. Hearn, comisario del departamento de arte asiático en Vogue USA. Por eso, una parte está dividida cronológicamente en tres etapas —China Imperial, República China y Gente de la República China—. Y así, al lado de un jarrón del siglo XVI de la dinastía Ming, han colocado un vestido de seda de Roberto Cavalli de 2004, cuyo estampado y forma parecen directamente inspirados por esa misma porcelana. Y cerca de la bata que usó Puyi— el último emperador chino, cedida por el Palace Museum de Pekín— se ve un vestido de seda amarilla y con lentejuelas de la última colección de Tom Ford para Yves Saint Laurent. A su lado hay un fragmento de la película de Bertolucci, El último emperador.
El director chino Wong Kar-Wai es quien ha elegido estos fragmentos de películas. Como director artístico de la exposición se ha encargado de convertirla en “un viaje cinematográfico” y en “un diálogo visual entre Oriente y Occidente, entre el pasado y el presente”, que intentará borrar estereotipos.
“Históricamente, ha habido muchos casos de lost in translation con buenos y reveladores resultados. Como cineasta chino, espero crear un show que sea un imperio de los signos, lleno de significado por descubrir y descifrar para oriente y occidente”, dijo el director en la presentación.
Wong Kar-Wai también ha seleccionado otras películas, como Adiós a mi concubina, Tigre y dragón, La linterna roja o clásicos como Limehouse Blues, cuya protagonista, la actriz Anna May Wong popularizó el qipao en los años treinta, alzándolo como una prenda de glamour que luego reinterpretarían desde Travis Banton a Valentino o Tom Ford y, por supuesto, John Galliano, quien, entre todos los diseñadores contemporáneos, es el que menos esconde la influencia del mundo asiático y quien más lejos ha volado a partir de él. Prueba de ello es su colección de alta costura de 2003 para Dior que está colocada en la exposición, al lado de trajes del cantante de ópera china Mei Lanfang.
La exhibición también rinde homenaje, a partir de fotos y vestidos que usaron otras mujeres, como Butterfly Wu, Madame Wellington Koo y Madame Chiang Kai-shek. Muchos de estos estilismo serán seguramente imitados también en la noche de hoy cuando representantes del mundo del cine, la música y la moda se encuentren en la ya clásica Gala benéfica anual del Met, presidida por Anna Wintour que dará el pistoletazo de salida a la exposición, que abrirá su puertas al gran público el día 7.
Junto a la editora de Vogue, este año estarán al final de la escalera del museo, recibiendo a los invitados, las actrices Jennifer Lawrence y Gong Li; la CEO de Yahoo!, Marissa Mayer; y la empresaria y exmujer de Rupert Murdoch, Wendi Murdoch.
Irene CrespoFuente: elpais.com