China decidió vetar al “Estado Plurinacional” del proyecto del ferrocarril bioceánico y poco después el gobierno de Evo Morales inicia una arremetida contra las inversiones de ese país en Bolivia. ¿Coincidencia o “venganza” al estilo Morales?En el caso de la vía férrea que debe unir al área metropolitana cruceña con el feudo presidencial del Chapare, la empresa china Railway Construction Corp (CRCC) fue alejada del proyecto y ejecutada su boleta de garantía. Era la encargada del Tramo II (río Yapacaní-Bulo Bulo).También están en la mira la CAMC Engenieering Co. Ltda., que se adjudicó la construcción del Tramo I Montero-Bulo, y otra de nombre parecido, la Camc, que ganó la licitación para construir la planta de cloruro de potasio en Uyuni.La burocracia evista enmascara las represalias como sanciones por “no tener el conocimiento y la experiencia para el desarrollo de los proyectos”, aspecto que, de ser cierto, debió haber sido tenido en cuenta a la hora de la adjudicación.No vamos a quebrar lanza alguna por el capitalismo de Estado autoritario chino, pero todo el asunto refleja -una vez más- la escasa o nula seriedad del régimen del MAS en las relaciones con la inversión extranjera, la misma que en los últimos tiempos ha caído en un dramático 63%…[email protected]