Separación. El alcalde paceño, Juan Del Granado, relata el fin de la alianza electoral entre el MSM y el MAS. Desde mayo trabajará por dar rango nacional a su partido.
La Prensa. Con elasticidad de bailarín, el Alcalde de La Paz abre la puerta del despacho. “¡Jóvenes! Adelante, adelante, adelante”, invita acelerado. Ahí trabaja acompañado por los retratos de Marcelo Quiroga Santa Cruz, Artemio Camargo y Luis Espinal, a quienes llama “mis asesores permanentes”. Aunque conserva la energía, Juan Del Granado muestra en su semblante las erosiones de diez años de trabajo político y administrativo en la ciudad. Asegura que luego de mayo, cuando deje el cargo, se dedicará a dar una estructura nacional al Movimiento Sin Miedo (MSM), partido que creó en 1999 “con proyección nacional”, pero que se estancó en el municipio paceño. Comenta que en abril se presentarán en al menos 150 municipios y una cifra indefinida de gobernaciones. Son los planes luego de que el Movimiento Al Socialismo (MAS) y el MSM protagonizaran una de las separaciones más comentadas del verano. “Ellos decidieron ir solos”, cuenta Del Granado, en referencia al 4 de abril, cuando el MSM se enfrentará con el MAS en La Paz y en otros puntos del país. No obstante, el Alcalde reafirma su apoyo al presidente Evo Morales. Y cree que el abandono del MAS se debe a “una lectura errada del 64 por ciento”, número con que fue reelecto el líder aymara. Hasta el 6 de diciembre de 2009, ambos partidos habían decidido encarar juntos la suerte en las urnas.
—¿Cómo quedó la relación con el MAS luego de que decidieran separarse el 4 de abril?
—Decidió el MAS. Conversé con el Presidente de la temática municipal cuando decidimos ir juntos a las elecciones de diciembre. Fue en junio de 2009 cuando nos reunimos largamente y yo le dije al Presidente que la decisión era respaldar nuevamente su candidatura y su liderazgo. En algún momento me dijo: “¿Qué hacemos con las municipales, que son inmediatamente después?”. Yo le recordé que eran 330 los municipios del país, entonces ambos convenimos en que era una enorme cantidad de cosas por tratar y acordar. Él estuvo de acuerdo, y por supuesto yo, en que teníamos que hablar después sobre la conveniencia o no, la posibilidad o no de ir juntos en las elecciones municipales. Hemos trabajado a fondo en la campaña, somos parte de la victoria, que también es nuestra. Estamos felices con el 64 por ciento y estamos chochos con el 80 por ciento de La Paz. El 6 de diciembre celebramos juntos el triunfo, pero para sorpresa nuestra, y fue una sorpresa desagradable, a las 48 horas, el martes, se reunió el MAS en Cochabamba. No nos convocaron, no nos invitaron y decidieron ir solos a las elecciones municipales. No hubo el tiempo para hablar con el Presidente. Seguramente fue rebasado por decisiones de su partido, ellos decidieron ir solos. Y como se dice en Argentina, “el tango es de a dos”, aquí la cueca es de a dos.
El MAS no quería ir con el MSM. Lamentamos esa decisión porque yo creo que está basada sobre una lectura equivocada de ese 64 por ciento, que es la expresión de un respaldo nacional popular vigoroso al proceso de cambio, a las grandes transformaciones que se han iniciado y al liderazgo de nuestro Presidente. Ese 64 por ciento no es el MAS. Es del proceso de cambio, como dice el Presidente que es de todos, no es del MAS. El MAS ha leído en ese 64 por ciento un título de propiedad que no existe. El proceso de cambio no le pertenece al MAS, le pertenece a todo el pueblo boliviano, y nosotros somos parte de ese pueblo, el MSM es también propietario de una cuota parte, posiblemente pequeña y modesta. Además, está claro que en esta segunda etapa es esencial el relanzamiento del MSM como una estructura nacional que sea instrumento político de estos sectores medios, de estos sectores empresariales, de estos sectores del oriente, del sur del país, para fortalecer el cambio como expresión de esos sectores. Es una buena oportunidad para que nosotros vayamos a consolidar nuestra organización en las elecciones municipales con nuestra sigla cabalmente, convocando ya no desde el MAS sino desde el MSM para el proceso de cambio. Y, finalmente, ¿quién tiene experiencia de gestión municipal en Bolivia? El MSM, la experiencia, con todas las fallas, con todos los errores, con todas las dificultades. Pero el balance es positivo después de diez años. Soy el Alcalde que ha durado más tiempo en la vida de la ciudad. Nunca ha habido una gestión de diez años. Esto no tiene que ver con la persona del Alcalde, tiene que ver con la gestión. Está claro que si hay un referente nacional municipal, es el MSM. Tenemos mucho que transmitir de nuestra experiencia positiva, de nuestras luces, pero también de nuestras sombras; de nuestros aciertos, pero también de nuestros errores.
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—¿Qué diferencias hay entre los programas del MAS y MSM?, porque hasta ahora había dado la impresión de que como partidos políticos eran sinónimo.
—El programa común de ambos es la nueva Constitución Política del Estado. Estoy a la espera de conocer el programa del MAS con respecto a los municipios y especialmente al municipio de La Paz. No lo conozco, seguramente lo están elaborando. Pero la población conoce el programa del MSM.
—¿Su decisión de no presentarse a la reelección fue personal o política?
—Fue una combinación. Influyó el proyecto político, colectivo, y lo que son también criterios personales. Pero el criterio dominante fue el político, el colectivo, que tiene que ver con la renovación. Estoy de Alcalde desde hace diez años y, según la actual CPE, podría estar otros diez años. En los últimos cinco años asentamos las bases estructurales de la transformación de la ciudad, que tiene que ver con el programa Barrios de Verdad, con la revitalización del centro, con los grandes proyectos, el desarrollo humano, grandes centros recreacionales, la participación ciudadana, la asamblea de la ciudad. Creo que he cumplido ya un ciclo. Eso apareja la necesidad de dar paso a otra gente. Cualquiera de ellos, y en este caso Luis Revilla que es nuestro candidato, o que casi con seguridad va a ser nuestro candidato, está listo para asumir la conducción del municipio, de la ciudad. Si me postulo, es posible que pueda ganar. Así lo dicen las encuestas, así lo dice la población, pero voy a dar paso a una renovación generacional.
Su plan favorito: Barrios de Verdad
—¿Cuál considera que fue su mayor acierto en la gestión municipal?
— Las obras y los proyectos de mis amores son los Barrios de Verdad. Tenemos 150.000 familias que viven en las laderas, donde se asentaron de manera espontánea hace 20, 30 y 40 años. Donde viven no son barrios de verdad, de ahí viene el programa, que es una inversión de más de 500.000 dólares en un barrio, de una sola vez, para transformarlo de manera integral. Estamos transformando 100 barrios, ése es el eje de nuestro programa de gobierno. Es el programa más querido porque le devuelve dignidad a la gente. El cañadón, la quebrada que antes era el servicio higiénico colectivo, ahora está embovedado. Sobre esas bóvedas hay graderías o hay campos deportivos. Hemos instalado baños domiciliarios en cada casa, tenemos vías peatonales y vehiculares que conectan esas laderas aisladas con el centro de la ciudad. La gente ya no necesita recorrer un kilómetro para comprar el gas, porque la garrafa llega a la puerta de la casa. Construimos campos deportivos en todos los barrios, levantamos casas comunales donde las familias de nuestros queridos barrios velan a sus muertos, donde las chiquillas de 15 años celebran sus cumpleaños, donde la junta de vecinos se reúne, donde el club de madres planifica su acción, donde los opositores al Alcalde planifican el bloqueo, eso son los barrios de verdad. Éste es mi proyecto, mi sueño más grande que he podido concretar, parcialmente por supuesto, en estos años. Es posible gracias a la contribución de la ciudadanía. Cuando llegamos, sólo el 45 por ciento de los paceños pagaba sus impuestos. Hoy lo hace el 98 por ciento porque ve que su dinero se convierte en obras.
El exceso de gremiales, un problema
— ¿Cuál ha sido el dolor de cabeza más grande en sus diez años de gestión?
—El tema más complejo es el ordenamiento gremial. Tenemos 40.000 comerciantes informales en la calle y detrás de cada uno hay una familia. Son las estrategias de supervivencia que desplegó nuestra gente hace 20 años, 30 años, no solamente por el modelo neoliberal, sino por la falta de desarrollo que hubo en el país. Yo no puedo sacar a esa gente de la calle. Tengo que reordenar el comercio y generar infraestructura adecuada para reubicar a esa gente. Son grandes inversiones que hemos podido lograr con los créditos: 20 millones de dólares del Banco Mundial, 30 millones del Banco Interamericano de Desarrollo, 18 millones de la Cooperación Andina de Fomento para las grandes galerías comerciales. Pero la gente, una vez hecha la galería, prefiere quedarse en la calle. Una vez construido el mayor campo ferial de Bolivia, ésta es una historia reciente, los comerciantes no quieren ir. Entonces hay que negociar, hay que concertar y, lamentablemente, hay que confrontar. Ha sido y es muy difícil esta tarea de ordenamiento de la ciudad, porque no es problema de infraestructura, es un problema de cultura ciudadana. Hay comercio informal y hay venta callejera porque la gente vende y compra en la calle, entonces es un problema tuyo, un problema mío, no solamente un problema del comerciante. Nosotros compramos en la calle. Entonces éste es el tema más complejo. Sin embargo, hemos tenido este año una Navidad distinta, porque hemos dispuesto un campo ferial y hemos tenido el centro de la ciudad absolutamente transitable. Pero ha sido un mes de confrontaciones con mis compañeros y eso no es de mi agrado.
“Ellos decidieron ir solos a las elecciones municipales”
“Si me postulo, es posible que pueda ganar”
PERFIL
Juan Del Granado, quien fuera abogado de la COB, nació en Cochabamba hace 56 años. Se hizo conocido en los 80, cuando colaboró en enviar a la cárcel al ex dictador Luis García Meza. En 1993 fue elegido diputado por el MBL en dos oportunidades. En 1999 creó el MSM y desde entonces maneja la municipalidad paceña.