Otra vez el Tipnis


Harold Olmosharold-olmosEn una decisión que reactiva la alarma de los ambientalistas, el Gobierno ha dicho que se propone retomar este año la construcción de una carretera por el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (Tipnis), la obra más controvertida de la historia nacional. Al tenor de noticias recientes (EL DEBER, 09/06/15), ejecuta los trabajos una Fuerza Binacional de Ingeniería Social Bolivia Venezuela de la que poco se ha hablado y que este año deberá construir 1.500 km de carreteras asfaltadas en Beni y Pando. Es una extensión respetable, sin precedentes para solo un año, aun de vías sencillas doble carril. Unos 60 km de la carretera hacia San Ignacio de Moxos traen un costo ambiental inaceptable para muchos bolivianos. Es el tramo destinado a atravesar el Tipnis que un millar de indígenas originales encumbró en la conciencia ecológica del mundo como trinchera de la defensa de las reservas naturales.Paralizado desde hace tres años, al arreciar las simpatías hacia los habitantes originales del Tipnis y la furia por la represión sobre quienes marcharon en 2011 para defenderlo (aún no está muy clara la ruptura de la ‘cadena de mando’ que desencadenó la brutal paliza), el presidente ha anunciado el reinicio del emprendimiento, dormido por las campañas recientes. Apoyados en una consulta posterior (previa, dispone la ley), los colonizadores de un quinto de los 12.000 km2 del Tipnis ahora se movilizan por la construcción, en tanto que nativos originales han dicho que preparan otra marcha para llegar hasta la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en Washington.La controversia en torno a la obra que irritaba a ambientalistas por doquier inviabilizó un financiamiento de $us 332 millones acordado por Brasil mediante su Banco de Desarrollo. El Gobierno boliviano dispuso entonces cubrir todos los costos con recursos propios. La controversia está atizada por la presencia de sembradores de coca entre los colonos y el temor de que la carretera aumente sembradíos y materia prima para las drogas. Dirigentes del lugar contrarios a la obra han dicho que legiones de cocaleros ingresarán al Tipnis apenas esté expedita la ruta, que aseguran les prometió el presidente Morales en la campaña para su primera elección. La agitación derivada del proyecto reconfirma una realidad que algunos preferirían ignorar: un tema que marcará huella en el registro positivo o negativo de la historia será la actitud de los dirigentes del Gobierno ante el Tipnis. Por lo que se lee, datos fundamentales para esa historia están siendo escritos estos días.El Deber – Santa Cruz