Investigan a Dircabi por mil autos desmantelados

Una comisión del Ministerio de Transparencia verificó el estado del deterioro de los motorizados incautados al narcotráfico. Los tres depósitos de vehículos en K’ara K’ara, El Paso y el camino antiguo a Quillacollo se han convertido en “cementerios de autos”.

Fiscales inspeccionan la posta de Dircabi, en la avenida Capitán Ustáriz. - James Daniel  Los TiemposFiscales inspeccionan la posta de Dircabi, en la avenida Capitán Ustáriz. – James Daniel Los Tiempos



Los Tiempos. (Vásquez Katiuska). Al menos 1.000 vehículos incautados al narcotráfico están convertidos en chatarra tras ser desmantelados en tres de las postas de la Dirección de Bienes Incautados (Dircabi) de Cochabamba, según constató ayer una comisión de alto nivel conformada por el Ministerio de Transparencia y Lucha Anticorrupción y la Fiscalía de Sustancias Controladas.

Una mayoría de los motorizados, que fueron a dar a las postas desde 2006 luego de que se encontró en su interior droga, están estropeados por dentro y fuera. Les falta todo lo indispensable para funcionar.

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Los responsables del saqueo se llevaron motores, faroles, stop, radios, cables, asientos, puertas, carrocerías, llantas y anillas.

Los tres depósitos de vehículos en K’ara K’ara, El Paso y el camino antiguo a Quillacollo se han convertido en “cementerios de autos”.

El desmantelamiento de los autos incautados quedó al descubierto tras una denuncia de la Red Uno que sorprendió “in fraganti” al inspector de Dircabi, Máximo Mamani, junto a funcionarios (vestidos de mecánicos) de la Alcaldía de Tiquipaya desmantelando un motorizado en el depósito del kilómetro cinco del camino antiguo a Quillacollo.

En la inspección también se verificó que existen camiones completos que fueron desmantelados.

Los vehículos más deteriorados fueron encontrados en el depósito de K’ara K’ara.

En la posta existen cerca de 300 vehículos de diferentes modelos que actualmente están en vías de convertirse en chatarra, pese a estar debajo de un tinglado, y forman parte del desalentador paisaje del basural de la ciudad.

La inspección también sacó a relucir las contradicciones entre el inventario que maneja Dircabi sobre los autos incautados y sus condiciones mecánicas. Mientras en los papeles figuran los motorizados en óptimas condiciones, la realidad de las postas es diferente, según los responsables de la comisión. 

Según la fiscal coordinadora de Sustancias Controladas, Claudia Mancilla, “el 99,9 por ciento de los motorizados incautados estaban en buenas condiciones”. Explicó que es imposible que se hayan deteriorado y depreciado aceleradamente sólo por efecto del tiempo.

Los representantes de Dircabi atribuyen el deterioro de los vehículos a los años que los vehículos llevan y a la falta de seguridad de los depósitos. Pero, finalmente reconocieron que existe un desmantelamiento sistemático de los motorizados que incluso se remonta a gestiones pasadas.  También se denunció que los automóviles lujosos que deberían cumplir una función social o estar en las postas se encuentran en depósitos de policías de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico y funcionarios relacionados con la lucha contra las drogas. Al fin de la inspección los representantes del Ministerio de Transparencia informaron que presentaron una denuncia a la Fiscalía contra todos los encargados de Dircabi desde 2006 a fin de establecer responsabilidad de funcionarios que atenidos a su cargo habrían alentado el desmantelamiento.

Daño económico cuantioso

Como parte de la investigación, la Fiscalía de Sustancias Controladas también pidió un informe al director de Dircabi, con el objetivo de conocer cuántos motorizados fueron incautados al narcotráfico desde 2006 y el estado en el que se encuentran.

Si bien los mecanismos legales permiten que Dircabi entregue en custodia los vehículos mientras dura la investigación, los depositarios deben cumplir varios requisitos, entre ellos el mantenimiento y renovar la entrega periódicamente. Una de las razones para ceder un vehículo temporalmente es que cumpla una función social.

Sin embargo, el daño económico provocado al Estado es cuantioso. Pues, según las normas, los vehículos que son incautados al narcotráfico deben ser rematados a la finalización del proceso si concluyen con una sentencia contra el propietario.

La comisión anunció que la investigación de los motorizados recién comienza y que hay que establecer responsabilidades de cada gestión. Pero, también se pidió que se mejore la administración de los motorizados incautados, porque si están más de cuatro meses archivados y sin funcionar son más susceptibles al deterioro.