El reciente acuerdo entre Estados Unidos e Irán para un supuesto congelamiento del programa nuclear de la República Islámica tendrá dos efectos distintos sobre América Latina, que probablemente alcancen a Bolivia.Por una parte, el levantamiento de las sanciones contra Irán liberará en el mercado global las enormes reservas de petróleo de ese país, las cuartas más grandes del mundo, lo que fortalecerá la tendencia a la baja de los precios de los hidrocarburos.De ahí que la perspectiva de debacle económica boliviana se haga más fuerte a partir de este convenio, lo que a su vez se traducirá en una creciente inestabilidad del régimen de Evo Morales.Por el otro lado, expertos internacionales coinciden en que un Irán con mayores recursos económicos, como efectivamente será tras el relajamiento de las restricciones, podría dedicar una parte significativa de esos fondos a sus juegos favoritos: el terrorismo y las tareas de penetración política, mismos que tendrían entre sus escenarios posibles a América Latina.Susan Rice, asesora de seguridad nacional de Estados Unidos, lo admitió en CNN al reconocer que parte de los recursos liberados podrían ir al “apoyo al terrorismo internacional”.“Es de esperar que cierta porción de ese dinero vaya al ejército iraní y sea potencialmente utilizado para el tipo de malas conductas que hemos visto en la región hasta ahora”, señaló.Bolivia, donde el gobierno evista ha cultivado el estrechamiento de relaciones con los ayatolas y donde la teocracia fundamentalista tiene actividades crecientes, puede ser una de las cabezas de playa de Irán en el continente…[email protected]