Los cárteles de la droga ya están en Bolivia

Casi diariamente se da cuenta del descubrimiento en zonas muy próximas a los zonas urbanas de fábricas de cocaína, instaladas con “tecnología colombiana”, pero sería ingenuo  suponer que los cárteles de la droga solo están trayendo “tecnología”, también están trayendo consigo sus métodos que no son precisamente pacíficos.

imageUn brasileño fue asesinado cuando circulaba en su vehículo por el cuarto anillo y avenida Piraí. Un colombiano y un desconocido fueron torturados y eliminados al final de la Tres Pasos al Frente de la ciudad de Santa Cruz el pasado 18 de enero (El Deber).

Los hechos de violencia son cada vez más frecuentes en Santa Cruz y la gran mayoría de ellos, de acuerdo a sus características, están vinculados con el narcotráfico. Se trata de un peligro que ya habíamos venido advirtiendo desde hace tiempo atrás: la actividad del narcotráfico siempre trae consigo la violencia.



Recordemos a los extremos que se llegó en Colombia cuando imperaban los cárteles de Cali y Medellín, que no solo se enfrentaban entre ellos mediante sangrientos “ajustes de cuentas” sino que estuvieron a punto de desmoronar la institucionalidad de ese país.

Los sicarios al servicio de los cárteles eliminaban sin contemplaciones a políticos, jueces, periodistas y hasta futbolistas en una vorágine sangrienta que en Colombia se ha atenuado pero no desaparecido y que de acuerdo a todos los indicios, podría muy bien replicarse en Bolivia.

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Casi diariamente se da cuenta del descubrimiento en zonas muy próximas a los zonas urbanas de fábricas de cocaína, instaladas con “tecnología colombiana”, pero sería ingenuo  suponer que los cárteles de la droga solo están trayendo “tecnología”, también están trayendo consigo sus métodos que no son precisamente pacíficos.

A riesgo de ser recurrentes se debe decir que la madre de cordero en este problema es el incremento en la producción de la materia prima, en este caso, la hoja de coca. Es claro que Bolivia ya no es solo productor de hoja de coca ni de pasta base. Los últimos descubrimientos  en las cercanías de la ciudad de Cochabamba dan cuenta que desde hace una tiempo se fábrica cocaína de alta pureza.

No está  por demás recordar que antes en Bolivia solo se fabricaba pasta base, la cual era trasladada a Colombia donde era refinada. Ahora, ante la represión  y el mayor control en Colombia, la mafias narcotraficantes han decidido simplificar sus actividades y ahora todo este proceso está siendo realizado en Bolivia.

Evidentemente, en los últimos cuatro años, en Bolivia se ha desarrollado con mucha eficiencia la capacidad para efectuar todas las operaciones ligadas con el narcotráfico, desde la producción de la materia prima hasta llegar al producto final muy elaborado.

No es algo que deba enorgullecernos. Ya se habla de que la economía boliviana está “narcotizada” y buena parte del dinero circulante proviene del narcotráfico y no existen indicios de que el gobierno del MAS esté dispuesto a revertir esta situación. La inminente legalización del cato de coca por familia en el Chapare lo dice todo.

Las consecuencias no serán solo económicas y alcanzarán a una de por sí muy menguada “seguridad ciudadana”  como de entrada ya se hace evidente.

Mientras tanto, el gobierno anuncia la creación de un servicio de Inteligencia, que como es de prever, tendrá funciones casi exclusivas de control político, de represión de las actividades opositoras.