El destino fascinante del hijo de Pablo Escobar en Sundance

Sebastian Marroquin, nacido con el nombre de Juan Pablo Escobar, es un hombre de unos treinta años, apacible, de voz serena y mirada triste.

image Cientos de personas esperando el 3 de diciembre de 1993 en el exterior del cementerio donde iba a ser enterrado el cuerpo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, en Medellín, Colombia. Foto:Roberto Schmidt/AFP

PARK CITY, EEUU (AFP) – Un documental fascinante presentado en el Festival de cine independiente Sundance en Park City (Utah, EEUU) muestra el destino del hijo único del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, que decidió irse al extranjero y reconciliarse con las víctimas de su padre.



El trabajo del argentino Nicolas Entel, de 34 años, ofrece por primera vez el testimonio de Sebastian Marroqui, quien junto a su madre decidió cambiar de nombre, instalarse en Argentina y romper con su pasado justo después de la muerte de su padre, abatido por la policía en 1993.

«Un amigo productor, en Colombia, me había propuesto hacer un documental sobre Pablo Escobar», explicó a AFP Nicolas Entel, cuya película, titulada ‘Pecados de mi padre’, se presenta en la competición oficial del festival de cine independiente que se celebra hasta el 31 de enero en Park City, en las montañas de Utah (oeste de Estados Unidos).

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«Quería hacer algo nuevo, con un punto de vista diferente y tuve la idea de contar la historia a través de su hijo único», añadió.

«Después de eso, estuve seis meses convenciéndolo para que se animase a participar en el proyecto. Él ya había rechazado mas de 50 ofertas, entre ellas de Hollywood. En gran medida los había rechazado porque eran intentos de explotar el nombre Pablo Escobar, darle ‘glamour’ al estilo de vida gangsteril», añadió.

Sebastian Marroquin, nacido con el nombre de Juan Pablo Escobar, es un hombre de unos treinta años, apacible, de voz serena y mirada triste. Se muestra sorprendentemente tranquilo a pesar de su conflicto interior entre el amor filial por un padre al que adoraba y el rechazo al monstruo sanguinario que causó la muerte de miles de personas.

Está triste porque según Entel, «sabe que ha perdido el derecho a enojarse. Te pongo un ejemplo muy tonto. Si vos me haces algo muy malo y yo te digo ‘eres un gilipollas’ (para hablar como los españoles), ‘te voy a matar’, tú sabes que no te voy a matar, que estoy hablando figurativamente. Si él dice algo así y lo sacan de contexto, al día siguiente está en la tapa de los diarios que el hijo de Pablo Escobar amenazó a alguien de muerte.»

Sebastian Marroquin comenta las grandes etapas de la vida de su padre, pero el documental está ante todo centrado en sus esfuerzos de reconciliación con los hijos de Rodrigo Lara Bonilla, ex ministro de justicia colombiano y Luis Carlos Galán, ex candidato a las presidenciales, ambos asesinados por su padre.

La idea de reunir a esos hijos vino de Nicolas Entel y fue aceptada por Sebastian Marroquin.

«En principio tenía este sueño. Era un sueño, un disparate imposible. Para que el encuentro ocurra, tuvieron que pasar un montón de gestos en el mundo real», narró Entel.

El encuentro que tuvo lugar en suelo colombiano es uno de los momentos culminantes del documental.

«El ‘establishment’ colombiano se asustó y empezó a criticarnos. Y esto es porque las conexiones entre Pablo Escobar y el ‘establishment’ colombiano, los políticos, los empresarios, los medios de comunicación, nunca fueron debidamente investigadas. Entonces hay gente muy poderosa en Colombia que no quiere que haya una discusión seria sobre Pablo Escobar todavía», afirmó el autor argentino.