Antes se los encontraba en la plazuela Fátima, sin embrago fueron desalojados por el conflicto de los minibuseros, ahora, la nueva dirigencia de la intendencia municipal le concedió la esquina del tercer anillo externo y la doble vía a la Guardia para sus actividades.
Su dirigente, Freddy Ansoaten, indica que se trata de 60 integrantes que venden gatos, perros, gallinas, patos, pavos y otros animales avícolas de granja.También indicó que este “logro” fue arduo ya que ellos tuvieron que cumplir varios requisitos según iban apareciendo nuevas normas. Por ejemplo, la asociación asistió a los cursos sobre zoonosis que la Alcaldía brinda y de esa manera tuvieron el aval para comercializar animales con las vacunas al día.
“Tuvimos que adecuarnos a la ley contra el maltrato animal, sobre la Ley de Animales Silvestres, sobre la restricción de perros considerados peligrosos… Para poder trabajar con la venia de la ley y de las autoridades”, mencionó Ansoaten.Según manifiesta él y otros comerciantes, está en proyectos construir toldos para que los integrantes se organicen mejor, así van a dividir de los que venden mascotas de los que venden aves.También aprovechó la oportunidad para pedir a las autoridades que consideren extender los días para comercializar, ya que solo los domingos no se cubre con una “ganancia digna”, según expresó el dirigente de la asociación. Ellos quieren extender el comercio los días viernes y sábado también.
Por lo pronto, cada domingo, desde las 5 de la mañana, esta asociación levanta sus cajas y jaulas y las expone sobre el terreno. Al promediar la media mañana, mucho público se aglutina para comprar mascotas o aves para el consumo.Entre la muchedumbre también se les observa los “galleros” quienes ofertan sus mejores ejemplares de pelea. Son varios y los llevan bajo el brazo hasta que lo aterrizan cuando un cliente pide ver “si están sanos para llevárselo”.Para Ansoaten, los galleros no integran a la asociación, pero ayudan, ya que atraen a más público al lugar. Un gallo llega a costar Bs 100.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Primitiva Arrázola, es comerciante de patos, gallinas, pavos, gansos y algunas veces de codornices. Ella se queda hasta el mediodía en su espacio. Es un negocio que a veces trae ganancias y otras veces no.Los precios de sus aves dependen del tamaño de las mismas, por ejemplo una gallina puede costar entre 20 a 60 bolivianos, de igual modo los patos.
Los comerciantes de perros cuentan con las vacunas al día, conforme muestran a los compradores los carnets de los canes. Ellos aseguran que los mantienen y tratan de tenerlos sanos hasta poder venderlos.
Según comenta Florencia Leaños que comercializa perros, el negocio comienza desde la alimentación de la madre de los cachorros, Florencia se encarga de hacer cruces solo entre razas, para que “el valor de las crías no se pierda”.“Es un trabajo de tiempo completo por que debo llevarlos cada cierto tiempo a los perritos al veterinario para que no enfermen, y si son de raza debo tener más cuidado todavía. Con la madre debo darle alimento especial para que siga pariendo”, manifestó la comerciante.
Fuente: La Estrella del Oriente