La actriz de origen boliviano Raquel Welch cumple 75 años

La latina Raquel Welch cumple 75 años

La hija de un inmigrante boliviano logró el éxito en Hollywood junto a su ascenso en la fama reivindicó sus raices latinas. Se casó en cuatro ocasiones y no oculta ahora su frustración por carecer del bilingüismo.



Raquel Welch

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La Razón Digital / Fernando Mexía, EFE / Los Ángeles 

Hija de un inmigrante boliviano, Jo Raquel Tejada nació en Chicago el 5 de septiembre de 1940 y su padre se esforzó en que ignorara sus raíces para que encajara mejor con la dominante cultura estadounidense, una herencia latina que ella recuperó convertida ya en la célebre Raquel Welch.

La actriz y «sex symbol» de las décadas de 1960 y 1970 cumple el sábado 75 años orgullosa de su origen, el mismo que reivindica cada vez que tiene ocasión en diferentes entrevistas y eventos a los que acude y donde luce aún una figura que se resiste a ceder al descarnado paso del tiempo.

Welch se apellidó Tejada hasta que, con 19 años, se casó con James Westley Welch, su novio del instituto de La Jolla, en el sur de California, donde su familia se mudó cuando ella apenas había echado a andar y donde ella pronto destacó por su belleza.

Su historia, tal y como la recoge el libro «Notable Hispanic American Women» (1993), parece sacada de un estereotipo de película de Hollywood sobre adolescentes. Fue animadora del equipo del colegio, vicepresidenta de su clase y miembro del club de arte dramático.

Apenas era una quinceañera cuando ganó su primer concurso de belleza, al que seguiría el título de Miss La Jolla y Miss San Diego. Admirada por su físico, Welch persiguió su sueño de ser actriz a pesar de que encontró rechazo.

Antes de lograr meter la cabeza en Hollywood, la joven trabajó dando el parte meteorológico en una televisión local de San Diego, de camarera y de modelo.

Hasta 1964, no consiguió que el mundo del cine le diera una oportunidad. Obtuvo breves papeles en «A House is Not a Home» y «Roustabout», esta última con Elvis Presley.

Aquel año fue clave para ella, aunque fue su belleza y no su calidad artística lo que impulsó su carrera.

El estudio Twentieth Century Fox la contrató para una superproducción, el filme de ciencia ficción «Fantastic Voyage», donde formaba parte de una tripulación que viajaba en un diminuto submarino por las entrañas de un ser humano.

El papel requería que se pusiera un ceñido traje de buceadora y sus curvas fueron muy comentadas en una época en la que Hollywood ejercía el machismo con la naturalidad propia del momento.

«Fantastic Voyage» debutó en agosto de 1966 y, en febrero de 1967, Fox la presentó ya en EEUU como chica de cartel para promocionar «One Million Years B.C.», una producción de aventuras rodada en las Islas Canarias en la que hacía de una cavernícola amenazada por volcanes y reptiles gigantes.

Welch se pasó aquel largometraje -que carecía de diálogo- en bikini de pieles y corriendo por su vida. A partir de ese instante, la actriz se subiría al carro de la fama y protagonizaría decenas de películas y más de un centenar de portadas de revista.

Entre su filmografía están títulos como «Fathom» (1967), cuyo tráiler utilizaba como reclamo las medidas de Welch, que hace de una aguerrida paracaidista que luce escote y bañador en el sur de España.

Hollywood apuesta por una Welch con poca ropa en «The Biggest Bundle of Them All» (1968) y «Flareup» (1969), tuvo una escena tórrida en «100 Rifles» (1969) y volvió al bikini en «Myra Breckinridge» (1970), si bien esa cinta fue precisamente un alegato contra el machismo de la industria.

En esa obra basada en los escritos de Gore Vidal, Welch interpretaba a una atractiva joven transexual y hay una escena en la que abusa de un hombre. La película no fue bien recibida por la crítica.

Durante el resto de la década de 1970, Welch protagonizó más de una decena de largos, aunque la taquilla no respondió. Su mayor éxito fue «The Three Musketeers» (1973), que le valió el Globo de Oro a mejor actriz de comedia o musical.

Probó suerte en el teatro en la década de 1980 y le llegó el éxito con el musical «Woman of the Year» (1982).

Welch se prodigó en televisión y, a medida que se fue liberando de la presión de los estudios por aparentar la mujer caucásica perfecta -se tenía que teñir de rubio y le llegaron a pedir que se cambiara el nombre de Raquel-, fue ejerciendo más de latina, un tipo de papel que únicamente había hecho en «Bandolero!» (1968) y «100 Rifles».

En 2002, estrenó con Edward James Olmos la serie «American Family» centrada en la familia de los González y donde hacía de tía, y apareció como Vina Navarro en «CSI: Miami» (2012).

La latina Welch, que llegó a casarse en cuatro ocasiones, no oculta ahora su frustración por carecer del bilingüismo que practican las nuevas generaciones de hispanos que viven más en contacto con su herencia cultural, la misma que hace 75 años se percibía como un problema.

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