Camisa y pantalón blanco, sombrero ‘e saó en la cabeza cana y abarcas en los pies, es la vestimenta casi cotidiana de este hombre querendón de su tierra
Es casi un personaje icónico en los días de la tradición, sea en la ciudad o en alguna de las 15 provincias cruceñas. De mediana estatura, vestido de impecable blanco, la cabeza cubierta con un sombrero ‘e saó y los pies con las típicas abarcas del camba de antaño, Elio Coronado es un abuelo (73) con espíritu de niño, juega topo, hace bailar el trompo, se luce con el enchoque, carga su honda y si los años le permitieran, se trepaba al palo ensebao; todo con el afán de enseñar cómo se jugaba en la Santa Cruz de calles polvorientas del siglo pasado.
Hablando de calles, ¿dónde quedaba la calle La Plata, donde dice usted que nació?
Esa calle ha sufrido tres cambios, antiguamente se la conocía como calle La Plata y la esquina de mi casa era la última calle del pueblo. Por ahí había una escuelita que se llamaba Los Cusis. Después se le cambió el nombre cuando se instaló el Avión Pirata en el lugar, por el nombre de Cap. Limberg Cabrera y después se le puso Dr. Celso Castedo Barba, como se la conoce hoy.
Ahí nací, crecí instalé mi taller eléctrico y aún sigo en la misma taperita.
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¿Tuvo algunos clientes ilustres que visitaron su taller?
Soy técnico electricista de automóviles, maquinaria pesada y maquinaria agrícola, pero la saturación de vehículos cubrió el ingreso a mi taller y lo cerré hace cinco años. Sin embargo, tengo bonitos recuerdos.
Me llena de satisfacción que en mi taller, llamado Dínamo, atendimos al Dr. Noel Kempf Mercado y fui su amigo, salíamos a pescar y a buscar bichitos que él luego le ponía nombres. Nos visitó el general Hugo Banzer Suárez, cuando era presidente, estuvo con su Willys modelo 48. También tuve la visita del guerrillero cubanoargentino Ernesto Che Guevara y fue atendido con su jeep Toyota modelo 60.
Lo importante es que también formé a muchos jóvenes que hoy tienen sus talleres y trabajan independientemente.
¿Siendo jubilado de ese oficio es que se dedica al rescate de las tradiciones del oriente?
Cultivo la herencia que hemos recibido de dos grandes personajes que fueron cultores de la tradición como el Camba Florencio (Antonio Anzoátegui) de Montero y el Carretero Enamorao (Vidal Sosa) de Porongo, que ya se nos adelantaron. Ellos nos dejaron ese cariño por lo nuestro, porque mantuvieron y transmitieron el sabor propio del cruceño y del camba.
¿Conoce todos los rincones de Santa Cruz?
Cada una de las 15 provincias tiene su Día de la Tradición y siempre me invitan.
Gracias a Dios puedo costearme todos los gastos, esto lo hago de corazón, vamos con grupos de danzas, juegos típicos, con la reina y virreinas. Es así que conozco las 15 provincias, los pueblos y los ranchitos. Es hermosa esta labor.
¿Cuáles son los juegos que no deben perderse?
Luchamos para que no se pierdan el palo ensebao, el jocheo de toros, la riña de gallos, el juego de la taba, la tarasca, el topo, el trompo, el enchoque, el pejichi, la pirindola, la tinaja con peto, todo esto es el sabor propio de cada pueblo. A esto se suman los dichos, la vestimenta y las comidas.
¿Hay platos que no son famosos y se debe luchar por rescatarlos o preservarlos?
El majao y el locro son los más conocidos, pero los cambas tenemos muchas delicias que no debemos perder o borrar de la cocina, como la guatía de cabeza de vaca, el masaco y el pastel de gallina.
¿Cómo se fueron perdiendo nuestras costumbres?
Hay un cambio radical en Santa Cruz en su forma de hablar, con las migraciones se fueron perdiendo los modismos y las palabras como ‘elay’, puej, jau o algunas frases que ahora se dicen en inglés. Debemos enseñar a nuestros hijos a hablar en castellano sin perder nuestros modos y costumbres.
¿Camba o cruceño es lo correcto?
El que rehúya a la expresión de su identidad allá él, pero al cruceño se lo tipifica como camba, y así somos
Fuente: eldeber.com.bo