Por: Tatiana Schapiro«A Alfonsín no se lo valoró en vida, se lo lloró después», asegura el prestigioso actor que lleva casi 600 funciones protagonizando «Parque Lezama». En esta charla, critica la falta de un debate entre los presidenciables y la política de derechos humanos kirchnerista
Crédito: -Como actor, hablaste de la existencia de listas «blancas». ¿A que te referís?-Durante la dictadura militar fue muy célebre la lista negra. Te diría, orgullosamente, que yo la encabecé. Lo que quise decir con esto es que ahora no hay censura, no hay prohibiciones, pero hay una lista blanca de gente que trabaja muy a menudo y le ofrecen mucho trabajo.-¿Tiene que ver con apoyar al gobierno?-Sí, son afines al gobierno, sin dudas.-¿Al público lo enoja la militancia de los actores?-En mi caso, debo decir que no, pero yo milito en política desde hace muchísimos años. He dicho que pertenezco a la Unión Cívica Radical, me he cuidado de no contrabandear ideologías. Los espectadores me pudieron haber visto en cine, en teatro o en televisión sin hacer contrabando ideológico. Me he ganado el derecho de un ciudadano de decir que pertenezco a un partido político y no ser sancionado ni censurado ni limitado por el público.«Kirchner cometió la atrocidad de pedirle perdón a la República por 20 años de silencio»-Mencionaste el Golpe de Estado del 76. ¿Te parece que el kirchnerismo no reivindicó lo que hizo Alfonsín en materia de derechos humanos?-No, al contrario. El kirchnerismo trató de negarlo. El 24 de marzo del 2004, el presidente [Néstor] Kirchner cometió la atrocidad de pedirle perdón a la República por 20 años de silencio. Se permitió decir eso. Después, como si todo esto fuera poco, mandó el Jefe del Ejército argentino a bajar un cuadro. No, no lo reivindicó a Aflonsín, y no lo hizo por cierto sentimiento de culpa que tiene el peronismo. El peronismo apoyó la ley de autoamnistía de la dictadura y su candidato a presidente sostuvo que era constitucional. Creo que algún peronista bien pensado y bien nacido debe todavía lamentar que ningún diputado ni senador haya formado parte de la Conadep, como fueron invitados por el presidente Alfonsín.-¿Fueron usados en estos 12 años los derechos humanos?-Sí. Creo que se los sobreactuó. Fueron aprovecharon políticamente. Lo que se demuestra paralelamente en este caso, es que organismos que gozaron del prestigio, del reconocimiento, el respeto y la admiración, no sólo de los argentinos sino de gran parte del mundo, han malogrado eso cuando formaron parte de un gobierno y militaron en ese gobierno. Esto nos impide ver las cosas con la mínima objetividad que se necesita para asumir una responsabilidad como la que asumieron Abuelas y Madres de Plaza de Mayo. Se ven las cosas con un ángulo muy cerrado y se pierde la objetividad. Además se cometieron atrocidades. No vamos a hablar de lo que significó el escándalo de corrupción de Madres de Plaza de Mayo y todo lo demás. -Dijiste hace unos días que Alfonsín hubiera votado a Mauricio Macri.-No, yo no dije eso. Yo dije que si Alfonsín hubiese sido partícipe de este acuerdo, cosa que no sé si hubiese podido ser cierto, hubiese aceptado las leyes de juego. Era un hombre de palabra Alfonsín, eso es lo que quise decir. No nos olvidemos que fue uno de los gestores de la Alianza.-¿Vos vas a votar a Macri?-Sí, y no me produce nada.-¿Qué quiere decir que no te produce nada?-No me da cosita, por el compromiso político que asumimos y porque hay otras cosas que me dan más cosita.-¿Por ejemplo?-Tener un vicepresidente procesado que no renuncia y que la Presidenta no le pida la renuncia me impresiona un poquito más.«La sociedad sancionó al radicalismo por el fracaso de la Alianza, pero no al peronismo que también la integró»-Mencionaste recién a la Alianza: ¿por qué la sociedad no perdona al radicalismo?-Porque la sociedad se lava con el radicalismo.-¿Qué quiere decir eso?-Que admite la corrupción, pero se escandaliza cuando al radicalismo le pasa algo y te lo hace pagar. La sociedad sancionó al radicalismo por el fracaso de la Alianza. No sancionó al peronismo que formó parte también… Lejos de eso, el Frepaso fue generosamente premiado y reconocido por este gobierno con cargos importantísimos. Se ponen exigentes con nosotros. Será porque hemos dado unos buenos ejemplos de republicanismo, de democracia, de pretender formar una democracia. La verdad es que lo que la sociedad argentina le perdonó al peronismo es una cosa difícil de comprender. La Provincia de Buenos Aires lleva 28 años gobernada por el peronismo, y la gente no ha tomado conciencia de que la provincia está peor que hace 28 años. -¿La sociedad le perdona al peronismo cosas que al radicalismo son impensadas?-Todo. Imaginate vos esto que pasó ahora con el candidato del PRO, el primer diputado. Fue un escándalo, los peronistas se rasgaban las vestiduras, fue una cosa dramática… Tienen no sé cuántos procesados que fueron parte del gobierno y la gente se los olvida. Tienen al vicepresidente, insisto.-¿Creés que Macri todavía tiene chance de ser presidente?-Sí, claro que sí. Además Macri no está solo en el PRO ni en esa alianza. Así como Macri se alegró del triunfo de la provincia de Mendoza y es probable que ganemos alguna que otra provincia, como Santa Cruz, Jujuy… no es solamente mérito de Macri. Por alguna razón nos buscan. No firman el certificado de defunción, el partido no se va a morir. Nos han buscado desde el propio peronismo, con el vicepresidente de Kirchner, con Cobos; Macri también.«El pueblo despidió a Alfonsín como lo tendría que haber cuidado cuando fue presidente» -¿Te parece que puede el radicalismo volver a tener la misma fuerza que tuvo?-Sí, lo que no tenemos los radicales es una gran cosa que se necesita para hacer un gran rol en la política, que es un líder. No pudo Alfonsín, que en uno de sus últimos discursos antes de morir, dijo: «No sigan a los hombres; sigan a las ideas». Los argentinos nos quedamos con seguir a los hombres y el caudillismo sigue existiendo. Lo tenemos en los genes. Así como ligamos las palizas que nos da la sociedad, y me parece que está bien, salvo que miden con otra vara al peronismo, después pareciera que hay un período de reflexión. Con el tiempo se decantan las cosas, y el pueblo lo despide a Alfonsín como lo tendría que haber cuidado cuando fue Presidente de la República.-¿No se lo valoró en vida?-No. Se lo lloró después. Ya nos pasó. Pasó también con el Doctor Illia. Lo que sí no nos pueden quitar es que nuestros ex presidentes siguen caminando por la calle.-¿Lo extrañás?A veces, sí, mucho.
-¿Qué extrañás?-Extraño a un hombre que fue presidente de todos. Era un hombre cercano, que tenía defectos y los reconocía, que nos enseñó que se puede vivir en democracia. Veníamos de una noche larga, oscura y terrible. Y sostengo que los argentinos de cualquier condición o pensamiento político le debemos a Alfonsín nuestros mejores días como ciudadanos de este país.-La CONADEP de la corrupción, ¿es posible con un Scioli presidente?-No lo sé, con un Scioli presidente no creo.-¿Con Macri?-Espero que sí. Eso es lo que vamos a exigir nosotros.-¿A Scioli presidente cómo lo imaginás?-Lo he visto como vicepresidente, como ministro, como gobernador. No tengo nada que imaginar. No creo que aparezca, si gana las elecciones, un Scioli de otra manera. No se me ocurriría pensar que fingió durante todos estos años una personalidad que no tenía reservándose la verdadera para presidente. Los argentinos no tenemos debida conciencia de que hace doce años que están. Es más de una década. Es mucho. De pronto, dice: «Ahora sí vamos a tener…». ¿Ahora sí cuándo? ¿Ahora sí tenemos hospitales dice el que es candidato a presidente? ¿Y los otros doce años? ¿Y sus ocho años? ¿Qué pasó con eso? Pareciera que empezamos todo de nuevo. Ante esa amnesia parcial y pretenciosa que tenemos los argentinos, habría que reflexionar para hacer algún balance.«Las lastimaduras del tejido social no cicatrizan de un día al otro; es una herencia complicada»-¿El kirchnerismo es tan progresista como pretende ser?-De progresistas me parece que no tienen nada, o tienen muy poco, porque hay más pobres que antes, la educación ha ido para atrás, en términos de crecimiento global del país salvo un momento brillante que tuvo desde el 2004 hasta el 2007, 2008, que fue un boom extraordinario y se aprovechó poco. Hoy el país termina en un mal momento, desde el punto de vista, sobre todo, social, económico y moral. Una crisis económica se resuelve más o menos fácilmente en un país rico como el nuestro. La del 2001 se resolvió en dos o tres años. Pero la crisis educativa no se resuelve en dos o tres años. No alcanza con la soja. Las lastimaduras del tejido social no se cicatrizan de un día para el otro, entonces eso es una herencia complicada.-¿Por qué no podemos tener un debate presidencial los argentinos?-Sí se podría tener, no queremos, no hay coraje para eso. Scioli no lo tiene. Pareciera ser que no es una obligación de cara al público, sino que forma parte de la disputa, de la campaña. Debería ser una obligación, de cara al electorado, decir cómo uno piensa.«Los argentinos, de las responsabilidades no queremos saber nada»-Es tan superficial el nivel en el que se está discutiendo…-Además se tiene miedo. Los candidatos, en general, incluyéndolo a Macri, no ahondan en las cosas. ¿Te das cuenta de lo que significó la campaña del 83? Donde un candidato decía: «Voy a juzgar a las tres Juntas Militares». Es una cosa de una envergadura descomunal. Esto es una cosa muy superficial. Es epidérmico. Tienen miedo de decir cosas que tenemos que decir. Alguien le tendrá que decir alguna vez a la sociedad argentina que la democracia nos ofrece una cantidad de derechos que es imprescindible ofrecérselos a la ciudadanía. Pero, además, nos pone frente a unas responsabilidades. Los argentinos, de las responsabilidades no queremos saber nada. Hay que decir también que esta es una sociedad con enormes defectos y eso hay que mejorarlo, pero alguien lo tiene que decir. La mugre en las calles, los baños públicos que son una humillación a la condición humana, es responsabilidad de la sociedad también. Se roban las sábanas de los hospitales… Esto viene de hace muchísimo tiempo, pero no lo podemos decir porque quedamos mal con el electorado.
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-¿Llevan dos años de «Parque Lezama»?-Sí, dos años calendario y un poco más. Estamos de gira por el interior del país y el Gran Buenos Aires. Volvemos a Mendoza, a Rosario. Vamos a terminar en noviembre en Jujuy, Salta y Tucumán y creo que vamos a tener la dicha de poder llevar «Parque Lezama» a Montevideo a fines de noviembre.-¿Cómo va a ser la temporada de verano?-La gira termina a fines de noviembre y la temporada de verano empieza el primero de enero de 2016 en el Teatro Mar del Plata, de Mar del Plata.-Es una obra que perdura en el tiempo y sigue teniendo una muy buena respuesta del público-Cada vez tiene más respuesta de la gente. El espectáculo sigue creciendo. En la gira nos fue magníficamente bien, y tengo la sensación de que nos puede ir muy bien en Mar del Plata. El teatro es un espectáculo vivo en el que participa mucha gente y la preocupación nuestra es mantener fresca a la obra, después de casi 600 representaciones.«Tendría alguna patología si me quedara con todos los personajes que hice en mi vida»-¿Qué pasa con los personajes cuando uno termina un papel?-Nada, se queda en el camarín el personaje. Tendría alguna patología si me quedara con todos los personajes que hice en mi vida. A mí me enseñaron así el oficio, que uno tiene que manejar lo que hace, tiene que saber lo que está haciendo y no intentar interpretar anímicamente el personaje que está representando. Si no, se podría caer en una dificultad.-Un actor de tu trayectoria, a esta altura de la vida, ¿elige trabajar o necesita hacerlo?-En mi caso, no desde hace mucho, pero en este momento podría decir que elijo trabajar. Además estoy obligado a elegirlo, mirá qué contradicción, porque en mi carrera que es muy larga, cuenta con más de 52 años, tuve unos cuantos fracasos y algunos éxitos. La vida y la carrera me enseñaron que los éxitos hay que disfrutarlos y aprovecharlos todo lo que se pueda.-¿Se disfruta más el teatro que la televisión?-Sin duda ninguna.-¿Tiene que ver con el contacto con el público?-Es una de las pocas tareas artesanales que queda en el mundo. Consecuentemente, uno tiene más posibilidades de participar en la gestación y después en la realización. El teatro es mucho más efímero que las otras artes, el cine, la televisión o la radio, porque no se graba; y si se graba, no sirve. Pero además el contacto con el público es lo que no tiene precio. Lo preferí toda mi vida, porque me criaron en la condición de que el actor se hace en el teatro. Nunca dejé de hacer teatro, pero cada vez me gusta más, lo disfruto enormemente y seguramente un día lo voy a extrañar. Fuente: infobae.com