Las réplicas psicológicas del terremoto se salvan compartiendo los miedos y angustias


Chile busca a contrarreloj sobrevivientes en los pueblos reducidos a escombros por el terremoto y los tsunamis que golpearon el sur del país dejando más de 700 muertos.

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EL MERCURIO



Angustia, pena e incertidumbre:

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Las réplicas psicológicas del terremoto se salvan compartiendo los miedos y angustias

Juntarse con otros y hablar de lo vivido, sin esconder las emociones, permite sentirse acompañado y reducir el estrés crítico que afecta a las víctimas de esta catástrofe.

Pamela Elgueda Tapia

Una pena compartida es media pena. Así lo entendieron vecinos de la villa Plaza los Toros, en Puente Alto, quienes la noche del sábado organizaron un asado comunitario para conversar de sus miedos, penas y pérdidas después del terremoto que afectó a seis regiones del país en la madrugada del sábado.

Quizás intuyeron que hablar de las experiencias traumáticas y de los sentimientos que éstas causan «permite transformarlas en un aprendizaje y cerrar el duelo que provocan», explica Susana Muñoz, psicóloga y directora de Serbal, Centro de Desarrollos Sistémicos.

Porque esos minutos de horror dejaron huellas no solamente en casas y calles, sino también en las mentes de los miles de chilenos que perdieron bienes y familiares. Ellos son, lejos, los que más contención emocional necesitan, porque el riesgo de experimentar estrés postraumático está a la vuelta de la esquina.

Mejor en grupo

«Es como una pesadilla de la que uno quiere, pero no puede despertar». Quien dice esto sabe de lo que habla: es una de las 120 personas que vivían en un edificio de departamentos en Maipú que resultó destruido por el terremoto.

Ella, sus vecinos, y los miles de chilenos que sufrieron pérdidas directas por el terremoto necesitan más que nadie apoyo psicológico, afirma Ana María Arón, directora del Centro de Buen Trato de la Universidad Católica y coordinadora del diplomado y de un equipo de Intervención en Crisis.

Con la experiencia que le da haber trabajado con diversas poblaciones afectadas por grandes catástrofes, la psicóloga explica que es esencial transmitir mensajes de seguridad a quienes lo perdieron todo la madrugada del sábado.

«Hay que decirles que existe una organización que está trabajando por ellos, que hay personas preocupadas por lo que les pasa, porque la sensación de desamparo es la que activa las reacciones más primitivas que tenemos los humanos después de una catástrofe», advierte, y pone como ejemplo los saqueos producidos ayer en Concepción (ver recuadro).

Algo tan simple como dar indicaciones de hervir el agua o hacer lavaza y ponerla junto a los balones de gas para asegurarse de que no hay escapes ayudan a crear esa seguridad, dice la especialista.

En todas partes, y sobre todo en aquellos lugares donde no están llegando los medios de comunicación, hay que apelar a las organizaciones de locales. De hecho, éstas fueron las primeras que se activaron para ir en ayuda de los más afectados y cuentan con el respeto de las personas.

«Buscar a los líderes, a los interlocutores válidos para la gente. Al párroco, al pastor, a los profesores, a las juntas de vecinos; ellos pueden armar grupos de contención psicológica para quienes están viviendo un estrés crítico», agrega Ana María Arón.

Rituales de duelo

Esos grupos de contención ayudan a hacer el primer apoyo. Y es esencial que lo hagan para que este estrés inicial no enferme a la persona. «Cuando tienes la posibilidad de ser contenido por un grupo y darte cuenta de que lo que te pasa a ti también les pasa a otros, en vez de asustarte y pensar que te estás volviendo loco, normalizas la situación».

En esos grupos, dice la especialista de intervención en crisis, hay personas más «enteras» que otras que ayudan mucho a los que les está costando más recuperarse emocionalmente. «Obviamente que le creerán más a sus pares que a una persona que no vivió lo mismo que ellos».

Elaborar el duelo de las pérdidas que han sufrido es fundamental en este proceso. «Pero lo más probable es que no se den el tiempo de hacerlo, porque tienen que alimentar a sus hijos, sanarse de una fractura, trabajar, etc.», agrega Susana Muñoz.

Ahí es donde el grupo nuevamente puede ser una compañía fundamental: «Hay que elaborar rituales de duelo colectivo, donde la religión ayuda mucho, pero que también pueden hacerse en reuniones donde se recuerde a quienes murieron».

También que las personas tengan la oportunidad de enterrar a sus muertos no en fosas comunes, sino que en sepulturas separadas y con ceremonias que los honren.

La directora de Serbal agrega que para que las personas puedan hacerse cargo de este duelo es esencial que tengan satisfechas sus necesidades básicas. «Es bien difícil que se puedan poner a pensar en sus emociones y sentimientos si están pasando hambre y viviendo en la calle».

Después de estas vivencias, en esta elaboración del duelo es probable que las personas se sientan victimizadas y resentidas. «Por qué a mí y no al del lado. Y eso puede permanecer anclado en la mente de la persona, que se lo va a cobrar al mundo a través de actos de destrucción», advierte Susana Muñoz.

Ese sentimiento, agrega, se puede bloquear reflexionando acerca del sentido que tuvo para la persona sufrir esta catástrofe. «Esto no es simple, porque es difícil encontrarle sentido a una desgracia de esta magnitud. Pero se puede hacer, y lo más probable es que pase al menos un mes para eso».

 Parálisis o ataque

Ante un evento catastrófico, las personas reaccionan paralizándose, huyendo o atacando. Algo que se transforma en una actuación más elaborada, sólo cuando se tiene la seguridad de que alguien irá en su ayuda. «Por eso, es probable que quienes participaron en el saqueo buscando alimentos (distinto al pillaje, de los que sacaron televisores o alcohol) lo hayan hecho porque sentían que nadie se estaba preocupando por ellos», dice Ana María Arón, experta en Intervención en Crisis.

La psicóloga Susana Muñoz añade otro dato: «Ante la agresión inespecífica, no controlable, aparece una ansiedad de puja y de descomprimir la tensión, de llenar la incertidumbre».

Esta misma necesidad pudo haber empujado a muchos santiaguinos a hacer largas filas en bencineras y supermercados para abastecerse de productos que no necesitarán. «En tiempos de catástrofe se exacerban las ganas de comer y la sexualidad, porque se destapa el instinto de conservación», agrega Susana Muñoz.

Es normal

Tener olvidos o confundirse es normal después de sufrir un evento traumático como el de la madrugada del sábado. También se pueden sentir trastornos físicos, como angustia, taquicardia, sudoración de manos e incluso estar hiperreactivo. «Eso significa desde sentir que tiembla cada vez que pasa un auto, hasta reaccionar mal por lo más mínimo», dice Ana María Arón.

Hablar con los niños

No ocultar las emociones y hablar con la verdad. Ésa es la principal sugerencia que hace la psicóloga Susana Muñoz, cuando se trata de explicar lo que pasó a los niños. «Adaptar el lenguaje para ellos y dejarlos hacer preguntas y expresar sus emociones baja su ansiedad y miedos, que se alimentan con la falta de información».

La escuela también es una aliada fundamental. «El primer día de clases no debe partir izando la bandera, como si nada hubiera pasado», afirma Ana María Arón. «Hay que recordar lo que pasó, empatizar con la pena o el miedo que todos están sintiendo y validarlos», agrega.

La experiencia que su equipo de Intervención en Crisis tuvo después del aluvión ocurrido en Antofagasta, en 1991, dice que a los niños hay que hablarles del tema. «Así pueden cerrar etapas y seguir adelante».

Chile busca a contrarreloj sobrevivientes tras sismo

Rescatistas siguen hoy buscando sobrevivientes en los pueblos reducidos a escombros por el terremoto y los tsunamis que golpearon el sur de Chile dejando más de 700 muertos.

Bolsa se desploma, minas reanudan operaciones.

Sismo en Chile ensombrece gira latinoamericana de Hillary Clinton

imageimageBomberos y parientes buscan a sobrevivientes tras el paso de un terremoto en Concepción, Chile, el domingo 28 de febrero de 2010.(Fotos AP)

Por Mario Naranjo e Ignacio Badal

CONCEPCION/TALCA, Chile (Reuters) – Rescatistas seguían el lunes buscando sobrevivientes en los pueblos reducidos a escombros por el terremoto y los tsunamis que golpearon el sur de Chile dejando más de 700 muertos, mientras militares controlaban parte del país por la ola de saqueos.

La industria minera, crucial para una de las economías más sólidas de América Latina, se sacudía el polvo y reanudaba las operaciones. La bolsa y el peso chileno abrieron con fuertes caídas el lunes, 48 horas después de que el país fuera estremecido por un terremoto de magnitud 8,8, uno de los mayores de la historia moderna.

El caos reinaba todavía en las regiones del centro y sur del país, donde decenas de miles de personas pasaron la segunda noche a la intemperie por temor a las réplicas, después de que el sismo demolió casas, derrumbó puentes y alteró sus vidas.

Las autoridades contabilizaban 711 muertos, pero la cifra parecía destinada a crecer con informes de más pueblos costeros arrasados por las gigantescas olas que siguieron al temblor. El Gobierno reconoció que falló el sistema de alerta de tsunami.

Sólo en la localidad de Constitución, 300 kilómetros al sur de Santiago y donde olas de 15 metros arrasaron con el poblado, fueron reportadas 350 víctimas fatales, según medios locales.

«La catástrofe es enorme (…) hay un número todavía yo diría creciente de personas desaparecidas», dijo la presidenta Michelle Bachelet en la noche del domingo.

Bachelet despachó unos 10.000 soldados hacia las regiones de Maule y Bío-Bío para impedir saqueos y facilitar la distribución de ayuda para 2 millones de damnificados.

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Chilenos hacen largas filas para conseguir agua después del terremoto.

En Concepción, la segunda ciudad de Chile 500 kilómetros al sur de Santiago y una de las más golpeadas por el sismo, miles de personas sin luz, agua ni alimentos saquearon tiendas y supermercados. Algunos aprovecharon el caos para robar televisores e incluso lavadoras.

El Gobierno intentó controlar la situación imponiendo el toque de queda en la ciudad de 670.000 habitantes, algo que no ocurría desde la dictadura de Augusto Pinochet, donde en la madrugada del lunes soldados patrullaban las calles desiertas y custodiaban los comercios.

«Acá, gente extraña se ha subido a los techos de las casas, buscando robar algo y por más que los vecinos nos organizamos y salimos a pedir ayuda, no hay nadie, ni los milicos, ni los carabineros (policía)», dijo una mujer de la localidad de Lota.

Según el subsecretario del Interior, Patricio Resende, se registraron 160 detenidos la noche del domingo.

Cientos de personas sacaban combustible con baldes desde los tanques de reservas de una estación terpel, mientras pasaba un convoy militar de 20 camiones llenos de soldados que no hicieron nada para evitar el saqueo en una de las calles principales de Concepción, donde al menos 50 personas están desaparecidas.

Se estima que muchas de ellas podrían estar en un edificio de 15 pisos colapsado.

«Hemos ubicado algunos cuerpos pero no los hemos podido sacar, siempre hay esperanza de encontrar gente viva, estamos a tiempo todavia» dijo uno de los comandantes de la fuerza de tareas de un cuerpo de bomberos en Concepción.

El centro histórico de Talca, una ciudad de 180.000 habitantes a 250 kilómetros al sur de la capital, también quedó en ruinas.

«No tenemos agua ni nada. Nadie se ha aparecido a entregar ayuda. Se necesita más presencia policial para que se ordene esto. Hay mucha gente que está robando», dijo a Reuters Ana, de 78 años, mientras hacia fila delante de un supermercado.

BOLSA SE DESPLOMA, MINAS REANUDAN OPERACIONES

La bolsa chilena se desplomó un 1,5 por ciento en la apertura, liderada por fuertes caídas de acciones de empresas constructoras, minoristas y de firmas con importantes unidades de operación en la zona más afectada por el terremoto y tsunami.

El peso chileno también abrió con una baja de 1,0 por ciento ante la incertidumbre del impacto económico de la catástrofe.

Las autoridades no tienen una idea cabal de la destrucción, pero la cuenta podría llegar a 30.000 millones de dólares, casi el 15 por ciento de su Producto Interno Bruto, según Eqecat, una firma que ayuda a las aseguradoras a delinear modelos de riesgo.

«Habrá un impacto amplio y profundo en la economía chilena», dijo Nick Chamie, jefe de investigación de mercados emergentes de RBC Capital Markets en Toronto.

La minería, una de las principales fuentes de ingresos del país, sobrevivió al terremoto y según el Gobierno podrá cumplir sus compromisos de exportación, para lo que algunos puertos comenzaban paulatinamente a reunudar sus operaciones.

La estatal Codelco, el mayor productor de cobre del planeta, reanudó el domingo la extracción en su mina El Teniente, que había estado suspendida por falta de electricidad, aunque mantenía sin operaciones su yacimiento Andina.

También Los Bronces, de Anglo-American, volvió a operar el domingo.

El sismo hizo subir el cobre en la apertura de los mercados este lunes.

«LO PERDIMOS TODO»

En Santiago, menos castigada que otras ciudades, la vida iba regresando lentamente a la normalidad.

Los primeros aviones comenzaron a aterrizar el domingo en el aeropuerto de la capital, también afectado por el quinto mayor terremoto de la historia del que se tenga registro desde 1900.

Allí tocará tierra el martes la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, que mantiene su plan de viajar esta semana a Chile pero recortó su estancia en Santiago.

Sin embargo, en las regiones martilladas por el sismo el lunes será otro día difícil.

El Gobierno chileno dijo que una oficina de la Armada encargada de alertar de posibles tsunamis cometió un «error» de diagnóstico y no avisó a tiempo sobre un maremoto.

Los habitantes del pueblo de pescadores de Dichato, donde el mar arrasó con el 75 por ciento de las casas, lo pagaron carísimo.

«No tenemos nada. Vivíamos de la pesca y lo perdimos todo. ¿De qué vamos a vivir?», dijo a Reuters José Castillo, de 50 años.

(Reporte adicional de Antonio de la Jara, Rodrigo Martínez, Fabián Cambero, Alejandro Lifschitz, Javier López, Alonso Soto y Simon Gardner en Santiago; editado por Esteban Israel y Hernán García)

Sismo en Chile ensombrece gira latinoamericana de Hillary Clinton

WASHINGTON (AFP) – La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, inició el lunes una gira latinoamericana ensombrecida por el fuerte terremoto que sacudió el sábado a Chile, uno de los países en su agenda a la que añadió Argentina.

image Foto AFP: El presidente electo de Uruguay, José Mujica dialoga en Montevideo el 1 de marzo de 2010.

Clinton llegó a Montevideo para asistir a la investidura del nuevo presidente uruguayo, el ex guerrillero de izquierda José Mujica.

Pero horas después de su partida el funcionario Philip Reines dijo que se agregaba Argentina a la gira.

«Queremos mostrar el apoyo de Estados Unidos al pueblo de Chile, pero sin olvidar las realidades en el terreno», dijo.

«Entonces en lugar de pasar la noche del lunes en Santiago iremos allá el martes, y usaremos ese tiempo para viajar de Montevideo a Buenos Aires en la tarde del lunes para una reunión con la presidenta (Cristina Fernández de) Kirchner y pasar la noche allí», agregó.

Uruguay representa una tendencia con la que la región quiere mostrar independencia, pero no beligerancia hacia Estados Unidos, según Michael Shifter, presidente del centro de análisis Diálogo Interamericano.

Con su visita Clinton querrá mostrar que Estados Unidos, que durante tiempo vio la región como su patio trasero, acepta las nuevas realidades políticas y trabajará con gobiernos de izquierda y de derecha, indicó.

«Está retomando prácticamente lo que dejó hace un año Obama con la Cumbre de las Américas, que fue muy prometedora y creó muchas expectativas (aunque) luego las cosas se empantanaron y quedaron de lado», detalló el analista.

El viaje de Clinton incluye además una etapa importante en Brasil, donde la jefa de la diplomacia estadounidense espera impulsar la necesidad de sanciones contra Irán por su programa nuclear.

Clinton viajará el martes a Santiago donde se reunirá con la presidenta socialista chilena, Michelle Bachelet, y el presidente electo, el conservador Sebastián Piñera, que entrará en funciones el 11 de marzo.

El terremoto del sábado, que según las autoridades chilenas deja por lo menos 708 muertos, tuvo lugar seis semanas después del sismo que devastó Haití y por el que Clinton anuló una gira por Asia.

Clinton se reunirá el miércoles en Brasilia con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva y el ministro de Relaciones Exteriores Carlos Amorim.