Que nuestra pareja nos vea completamente desnudas ¡es un gran tema! Están las mujeres que se sienten orgullosas de su cuerpo y aquellas para quienes que nos vean sin nada de ropa puede parecer catastrófico. Lo peor es cuando la vergüenza viene después de hacer el amor. ¿Por qué será?
¿Sexo desnuda? ¡OMG!
Lo primero es animarnos a estar desnudas delante de nuestro amor. Aunque sepamos que le gustamos a nuestro chico y él jura que le encanta nuestro cuerpo, seguimos pensando en que hay algo malo en que no vea desnuda.
La imagen corporal que tenemos las mujeres suele estar algo distorsionada por el ideal de belleza popular. Sabemos que no deberíamos preocuparnos, que todas tenemos celulitis, estrías o kilos de más, y que no son “defectos”. Pero aunque lo sepamos, la vergüenza es más fuerte.
Lo más loco es que a pesar de todos los fallos que vemos en nuestro cuerpo, a los chicos no les importa a la hora de hacer el amor. Ellos no ven nada de lo que llamamos “imperfecciones”, ¡están pensando en otra cosa! Aunque creamos que no les vamos a gustar, una vez que la ropa se fue, ellos están fascinados.
Si bien siempre intentamos “quedar con algo de ropa” durante el acto sexual para que no se note nada, no hay nada mejor que estar desnudos los dos en la cama. ¡Cuánto placer! Así podemos disfrutar libremente de las bondades del sexo y, de verdad, olvidarnos de la celulitis y flaccidez aunque sea por unos minutos, hasta que finaliza el acto.
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¡Mejor me tapo con la sábana!
Luego del orgasmo, viene la tranquilidad y el reposo en la cama, ¡y también el tiempo de taparnos con la sábana! ¿Por qué será? En el momento de la pasión desenfrenada, estamos desnudas y no nos importa, pero una vez que se acaba, ¡morimos de vergüenza de nuevo!
Si eres de las que sufre “este percance” debes saber que no eres la única, y por supuesto, que no hay nada malo contigo. Es completamente normal y natural que recobremos la conciencia luego de hacer el amor y vuelvan nuestros miedos, aquellos que habíamos olvidado mientras duraba el sexo.
A todas puede pasarnos, y no debes sentir pena por ello. Aunque sea algo que los chicos no entienden (¡y nosotras si!) es una cuestión que solemos esconder. Como sabemos que la vergüenza va a venir, nos tapamos rápidamente y recurrimos a la trillada frase “tengo frío”. ¿Mágicamente nos da frio luego de hacer el amor? Es una excusa creíble, porque después de la acalorada actividad, la temperatura el cuerpo baja, pero lo cierto es que nos sirve para esconder nuestro cuerpo una vez más.
Ya sabes, la vergüenza viene luego del destape del sexo, pero es algo natural porque volvemos a la conciencia de nuestra imagen corporal.Fuente: www.imujer.com