A pesar de los esfuerzos de contención mediática del régimen, que procura concentrar las responsabilidades en mandos medios, cada vez queda más claro que el multimillonario desvío de recursos en el Fondo Indígena (Fondioc) contó con la complicidad o encubrimiento de altas autoridades de gobierno.La ex ministra de desarrollo rural, Nemesia Achacollo, indicó que “informaba periódicamente a todos los ministerios” sobre los manejos en el Fondo, declaraciones con las que seguramente intenta enviar la señal de “si caigo yo caemos todos”.Pero lo interesante del caso es que presenta pruebas de su afirmación, como un audio de febrero de 2014 donde se comentan los intercambios de cartas con el Ministerio de la Presidencia que encabeza Juan Ramón Quintana, confirmando que el titular de dicha cartera conocía las irregularidades desde hace casi dos años.Por su parte, el ministro de economía y finanzas, Luis Arce Catacora, trata de alegar en su descargo que el representante que designó en el directorio del Fondioc “fue marginado”, lo que lleva a preguntarnos por qué, de ser cierto esto, su cartera no inició una enérgica fiscalización del Fondo Indígena ante la escasa transparencia de la entidad.Pero las responsabilidades apuntan aún más arriba, ya que hay implicados en el caso que aseveran que el propio presidente Evo Morales instruyó algunas de las operaciones de desvío (como una destinada a aportar fondos para su “re-coronación” en Tiahuanaco) y que pidió silencio sobre los ilícitos para “salvaguardar la unidad de los movimientos sociales”…[email protected]