AgenciasArabia Saudí ha ejecutado a 47 personas en varias provincias del país por pertenecer a grupos terroristas y perpetrar atentados en el reino, entre ellas el prominente clérigo chií disidente Nimr Baqir al Nimr. Según informó el Ministerio saudí del Interior, los ajusticiados son en su mayoría de nacionalidad saudí, salvo un egipcio y un chadiano.El clérigo ejecutado fue sentenciado a la pena capital por desobedecer a las autoridades, instigar a la violencia sectaria y ayudar a células terroristas. Al Nimr fue detenido en julio de 2012 por apoyar los disturbios contra las autoridades saudíes que estallaron en febrero de 2011 en la provincia de Al Qatif, en el este del país y de mayoría chií. Su condena a muerte levantó un fuerte malestar entre la comunidad chií saudí.
Irán ha condenado enérgicamente la ejecución del clérigo chií disidente y la ha considerado una «muestra de la profunda imprudencia e irresponsabilidad» del Gobierno de Arabia Saudí, según ha señalado el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Hosein Yaber Ansarí.Ansarí ha afirmado que «el Gobierno de Saudí habla con sus críticos internos con un lenguaje de ejecución y represión mientras apoya a los terrorista y los extremistas takfiríes (extremistas suníes)», informó la agencia oficial iraní de noticias IRNA.Ahmad Jatamí, uno de los clérigos más influyentes del país, ha declarado que la familia Al Saud, regente de Arabia Saudí, «será borrada de la historia» por aprobar la ejecución. Jatamí no ha escatimado palabras para condenar la ejecución. «No me cabe duda de que la sangre pura de Al Nimr mancillará el collar de la Casa de Saud, que será borrada de las páginas historia. Este crimen no es más que parte del patrón que sigue esta familia traicionera«, ha declarado en referencia a los regentes suníes.También en Irak se han producido duras reacciones. Los políticos chiíes de Irak han condenado al unísono la ejecución del clérigo opositor chií saudí y han asegurado que Riad pretende azuzar el conflicto sectario en toda la región.»La ejecución de la condena a muerte del clérigo saudí Nimr al Nimr pretende incendiar la región», ha denunciado un diputado chií, Mohamed al Saijud, en declaraciones a la prensa recogidas por la agencia de noticias china Xinhua.Otro diputado chií, Haitham al Yuburi, ha advertido de que «la ejecución del jeque Nimr al Nimr por el régimen terrorista saudí supone el principio del fin de los Al Saud». «Esta decisión puede incendiar un conflicto sectario en la región y también en todo el mundo (…). El tirano (saudí) no quedará sin castigo de Alá y del pueblo», ha sostenido, según informa Xinhua.Además, duros enfrentamientos estallaron entre manifestantes y policías en Baréin. La comunidad chií tomó las calles en varias localidades después del rezo del mediodía para protestar por la ejecución del clérigo saudí, lo que derivó en choques con las fuerzas de seguridad, según pudo constatar Efe.Los manifestantes enarbolaron fotografías de Al Nimr y entonaron lemas que pedían la muerte para la familia Al Saud, que gobierna en Arabia Saudí, y contra la monarquía bareiní, que profesa el islam suní como la saudí.Los cargos a los presos ejecutados incluyen también la adopción y promoción de la ideología takfiri (extremista suní), el asesinato, el secuestro, la fabricación de explosivos y la posesión de armas, entre otros. Algunos de los ataques imputados a los condenados son los registrados contra varios complejos residenciales de Riad en 2004 y contra sedes de empresas petroleras en la provincia de Al Jabar en 2005, donde hubo varios muertos. También los atentados contra el Ministerio del Interior y las sedes de la Fuerzas de Emergencia en 2005 o el ataque contra el consulado estadounidense en Yeda ese mismo año, en el que fallecieron cuatro personas.
Grupos islámicos extremistas comenzaron en mayo de 2003 una campaña de desestabilización del régimen saudí con varios atentados contra la colonia occidental que trabaja en el país y contra las instalaciones petroleras. Estos atentados, en los que hubo decenas de fallecidos, fueron contestados con una lucha sin cuartel de las fuerzas saudíes, que detuvieron a numerosos supuestos terroristas.
Arabia Saudí aplicó la pena de muerte a más de 140 personas en 2015, el primer año de reinado de Salman bin Abdelaziz, una cifra muy superior a las 88 ejecuciones registradas en 2014.
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Fuente: elpais.com