La farsa de las mega-obras evistas


bluffLa difusión de un Whatsapp del subgobernador oficialista de Yacuiba, José Quecaña, puso en evidencia lo que era un secreto a voces: que ni al interior del propio MAS creen en las múltiples promesas de mega-obras lanzadas por Evo Morales, en el contexto de su nueva arremetida reeleccionista.En el caso citado, Quecaña insta a los funcionarios de la Subgobernación a hacer campaña por el Sí con una artimaña: “La gente es ignorante. Ustedes digan que con Evo hay petroquímica y sin él no hay”.Manipular la opinión apelando a “la ignorancia de la gente” tiene un nombre: demagogia, práctica que en el partido de gobierno no es un hecho aislado sino la norma sistemática de funcionamiento.La misma falta de credibilidad que el subgobernador yacuibeño deja traslucir sobre la petroquímica en el Chaco es aplicable a otros “super-proyectos” evistas: desde la pretendida activación del Mutún, que no podrá ser real mientras no se desarrolle la infraestructura de Puerto Busch (mucho menos con una empresa “zombie”, al decir del Financial Times y de Bloomberg), hasta el tren urbano en Santa Cruz, pasando por otros tantos “monorrieles simpsonianos” prometidos para captar el voto de los incautos.Ante la desaceleración en ciernes, Bolivia no necesita falsas ofertas de campaña sino un plan anticrisis serio. Habría que apostar menos a la hiperactividad estatal vía mega-obras y aprender de Mauricio Macri, quien tras dar pasos decididos para abrir la economía argentina está comenzando a captar una verdadera avalancha de inversiones genuinas…[email protected]CAPTURA