El parque zoológico


valverde2Carlos Federico Valverde BravoDurante varios años denuncié y advertí por radio y TV que la Alcaldía iba a perder el lote del jardín zoológico por desidia, por no hacer bien las cosas o por impericia jurídico/negociadora (o por una mezcla de las tres). Y, una vez más, compruebo que no siempre es bueno tener razón; al menos no en casos como estos porque, de ser así, significa que todo salió mal y que los ciudadanos somos o seremos los perjudicados.Ya no es tiempo de achacar la culpa a nadie; ya no tiene sentido volverlo a decir, salvo que a alguien en la propia Alcaldía se le ocurra que se encargue una auditoría jurídica externa, al proceso judicial mismo para establecer responsabilidades, cosa que no van a hacer, de manera que lo que queda es que el municipio pague lo que corresponde para que ese espacio siga siendo edil.El asunto es sencillo, en esta ciudad se gasta y bota plata en tantas cosas inútiles y superfluas, que se hace fácil comparar los gastos banales frente a lo que puede ser una inversión económica importante (no es lo mismo gasto que inversión), que permita a la ciudad seguir contando con el espacio verde que es parte de las inversiones municipales de muchos años. En pocas palabras, se debe comprar a los propietarios lo que ya es de dominio municipal; el zoológico es una de las más importantes inversiones ediles desde 1974 hasta ahora.Repárese que los propietarios del espacio piden un monto de dinero considerable o “una compensación o canje por un lote de similares características en la zona central”. Esta segunda respuesta es más difícil porque estamos hablando de 10.000 m2 de espacio municipal en el centro, de manera tal que parece que lo que queda por hacer es pagar por un espacio que es y debe seguir siendo municipal.Los encargados del municipio sabrán cómo lo hacen y de dónde sacan el dinero; solo recordemos que la ciudad de Santa Cruz tiene un movimiento de $us 1,5 millones diarios y un flujo de caja en la banca más que interesante (nunca pudimos saber a ciencia cierta cuánto de plata tiene y en qué se gasta, porque los montos que se informan son confusos y generales), de manera que podemos simplemente ‘suponer’ que cualquier banco le presta la suma y nosotros nos quedamos con nuestro zoo y los dueños con su plata.El Deber – Santa Cruz