En la campaña hizo de todo, hasta de "pepina", para ganar el voto de los paceños pero cayó ante el "sin miedo" Revilla, y ahora reclama la presidencia del Concejo Municipal para el MAS.
Foto. Salguero baila en una entrada folclórica para conquistar a los paceños pero no le alcanzó…
Que Elizabeth Salguero diga que al MAS, por “equidad y equilibrio”, le corresponde la presidencia del Concejo Municipal, suena a burla, a una tomadura de pelo que debiera figurar en una antología de lo ilógico. Parece que a Ely se le fue la mano o ¿se echó una porción mayor de tragos de los que dicen acostumbra? para hacer tan peregrina propuesta.
Ya hace algún tiempo que Ely recaló en el MAS ante las pocas perspectivas que le ofrecía el Movimiento sin Miedo (MSM), partido en el que militó originalmente. El tiempo que milita en el partido gobernante es más que suficiente para que se de cuenta que conceptos como “equidad” o “equilibrio”, sencillamente no figuran en la lógica de su actual partido. Es más, se trata de términos absolutamente desconocidos para ellos. No figuran en su diccionario.
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A estas alturas del partido la enrulada y fracasada candidata oficialista debiera estar al tanto de cuales son las prácticas que caracterizan al MAS y no pretender imponer reglas que definitivamente están al margen de toda su tradición política.
Que Ely, que en la mayoría de los círculos masistas es considerada una advenediza, venga a hablar de equidad o equilibrio, ha debido hacer poner los pelos de punta a los guardianes de la fe masista, a aquellos que se autoproclaman “jacobinos” para los cuales estos términos de la cultura democrática son inimaginables y forman parte de una detestable práctica neoliberal.
Ely ya debiera saber que en el MAS la ley suprema es el avasallamiento, tomar por la fuerza lo que quieren sobre todo cuando los ciudadanos rechazan la consigna y votan a conciencia . Por este motivo, desde el primer momento de su gestión el presidente Morales dedicó sus esfuerzos para controlar de manera absoluta todos los poderes del Estado.
Inició una sistemática labor de desmantelamiento del Poder Judicial amedrentando a los miembros de la Corte Suprema de Justicia y del Tribunal Constitucional con cualquier pretexto. Los obligó a renunciar generando una ausencia de justicia que le sirvió para actuar de manera descarnada contra los opositores. Solo se quedaron en sus cargos personajillos como el Fiscal General, Mario Uribe que se mostró sumiso a los dictados del Poder Ejecutivo.
El MAS controla en la actualidad las dos Cámaras de la Asamblea Legislativa, gracias a un dudoso 64 por ciento de votación y casi todas sus comisiones con lo que la capacidad de acción de la oposición ha quedado prácticamente anulada. En este caso jamás se habló de equidad o de equilibrio.
Tampoco se habló de equidad o equilibrio cuando el presidente Evo Morales, trasgrediendo las estipulaciones de su propia constitución nombró a los nuevos ministros de la Corte Suprema y el Tribunal Constitucional, los cuales son en la actualidad absolutamente funcionales a sus objetivos.
En la práctica Evo le está “metiendo nomás” como ha proclamado de manera permanente siguiendo un curioso código de conducta que nada tiene de democrático.
Por tanto la exigencia de Ely es totalmente trasnochada al exigir (como si fuera una triunfadora) a los "sin miedo" la presidencia del Concejo Municipal para el MAS y al repetir el libreto masista de un supuesto fraude en La Paz, lo cual a estas alturas la muestra simplemente patética.