Rusia abre la billetera y mira las riquezas de Bolivia


Relaciones. Una comisión de Palacio Quemado se reúne este lunes en Moscú para cerrar un crédito millonario. Está en marcha la estrategia rusa de retornar a América Latina

image Visita. Evo Morales y Dimitri Medvédev, presidente de Rusia, acordaron una declaración de cooperación en febrero del 2009



Roberto Navia, El Deber

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El primer embajador que tuvo Bolivia en la ex Unión Soviética (URSS), Julio Garrett Aillón, recuerda que fue en su gestión cuando las relaciones entre ambos países empezaron a fecundar con fuerza, a tal punto que entre mediados 1969 y 1973 se concretó un crédito de $us 100 millones para el establecimiento de la Palca, una planta de volatilización de estaño ubicada en Potosí, cuyo objetivo era consolidar una revolución industrial auspiciada por un Gobierno socialista y ejecutada en pleno corazón de América del Sur.   

Pero la caída de los precios del estaño y luego el ‘desmantelamiento’ de la Unión Soviética (1991) enfriaron otros créditos complementarios, a tal punto que Palca resultó un proyecto inacabado y los acercamientos entre Moscú y La Paz no tuvieron mayores gravitaciones en los sucesivos años.

Pero ahora, cuatro décadas después,  las relaciones entre el Kremlin y Palacio Quemado vuelven a potenciarse: Bolivia está por concretar un crédito de cerca de $us 150 millones en equipos, modernización militar y helicópteros para luchar contra el narcotráfico. El acercamiento también contempla la consolidación de proyectos energéticos, aeronáuticos y mineros.

Este acercamiento bilateral tomó fuerza tras la visita que hizo en febrero del año pasado el mandatario de Bolivia, Evo Morales, a su homólogo ruso, Dimitri Medvédev, con quien firmó una declaración conjunta de cooperación política, multilateral, económica y de asuntos internacionales. Eso no fue todo, este mes, en Caracas, se celebró una reunión entre Morales y el primer ministro ruso, Vladimir Putin, cuyo diálogo tocó el interés mutuo, como la cooperación técnico-militar.  Este acercamiento histórico entre Bolivia y Rusia fue expuesto ante la mirada crítica de personalidades expertas en relaciones internacionales y explicada por el Gobierno de Evo Morales y por el principal hombre de Rusia en Bolivia, el embajador  Leonid Golubev.

Todos ellos coinciden en un punto: la Federación de Rusia tiene el dinero y la tecnología y Bolivia los recursos naturales, dos elementos que bien combinados pueden consolidar una relación económica y política entre ambos países, que ya empieza a tomar cuerpo.

Javier Murillo de la Rocha, el embajador de Bolivia que estuvo en Moscú entre 1991 y 1993, es decir, en plena desintegración de la Unión Soviética y la transición, dijo que lo que le interesa a Rusia es ampliar sus relaciones económicas y aumentar su gravitación en América Latina, región que cuenta con mercados potenciales para sus capitales y productos. “Ya no existe una especie de alineación ideológica como en la época de la Guerra Fría, cuando estar con Moscú significaba estar contra Washington”, aseguró.

El primer embajador que tuvo Bolivia en la Unión Soviética, Julio Garrett Aillón, recordó que en su gestión se creó la estructura de las relaciones comerciales y dijo que ahora ve con buenos ojos que se hayan retomado los lazos de negocio. “Ahora surge la posibilidad para terminar los proyectos inacabados de los años 70 en el área de la minería y los hidrocarburos. La planta de estaño de Palca debe ser prioridad”, dijo Garrett, que fue vicepresidente de Bolivia durante el Gobierno de Víctor Paz, cuando ganó las elecciones en 1985.

Para el experto en armamento Samuel Montaño, ni Rusia ni China, por el momento, pretenden disputar a Washington su liderazgo en la región. Por ahora, afirma, no hay exportación alguna de ideología, sino un interés de Moscú para conseguir un peso estratégico en Bolivia y la región, pues América Latina demostró que es la principal fuente de recursos para el mundo.

El ex canciller Gustavo Fernández, en su ensayo titulado Estructura y Coyuntura Política, publicado en el libro Conflictos: una mirada al futuro. 2010, afirma que “la lógica del relacionamiento externo del Gobierno es esencialmente ideológica o política, porque el criterio central que guía esa postura es el antiimperialismo y la afirmación de la soberanía política frente a las imposiciones de los poderes externos tradicionales”.  Fernández indica que la relación entre Bolivia y Rusia responde a esa lógica, puesto que se trata de abrir opciones diferentes de equipamiento militar e industrial. 

El viceministro de Gobierno, Gustavo Torrico, afirmó que Bolivia, como el país libre que es, tiene el derecho de entablar relaciones con cualquier nación y que el único requisito es que exista el interés de ser socios y no patrones. ¿Qué gana Rusia con Bolivia? Colocar su dinero donde sabe que va a ganar más dinero.”, dijo Torrico, sin mucha vuelta.

   Textual   

«Yo veo que nuestra presencia en Bolivia y en la región se va a fortalecer porque nosotros tenemos los objetivos muy serios»

Leonid Golubev | Embajador ruso

«La Guerra Fría ha terminado y ya no va ese discurso de que si estás con Rusia estás contra los gringos»

Gustavo Torrico | Gobierno

«En los 70 yo introduje en el mercado socialista el estaño boliviano, porque la fundición de Vinto comenzó a producir»

Julio Garrett A.| Ex embajador

Hay 2.000 rusos en todo el país

La embajada de Rusia tiene registrada la presencia de aproximadamente 2.000 de sus connacionales en Bolivia. La comunidad rusa en el país data del siglo pasado. La diáspora siguió después de la desintegración de la URSS, ocurrida en 1991.

Pero en la época de la Unión Soviética eran los bolivianos los que llegaban hasta Moscú y otras ciudades del régimen, y lo hacían apadrinados por becas concedidas por el Gobierno soviético a Bolivia.

Fernando Garrett Aillón, que fue elprimer embajador de Bolivia en la ex URSS,  recuerda que en su máximo esplendor había hasta 1.000 bolivianos becados.

La embajada de Rusia dijo que se está trabajando en el relacionamiento cultural entre los dos países y que el cupo de becas fijado para Bolivia permite que 30 estudiantes gocen del mismo.

  La historia de la relación bilateral   

– El 18 de abril de 1945 fueron establecidas las relaciones diplomáticas entre la Unión Soviética y  Bolivia. El Embajador boliviano en Washington, Víctor Andrade,  y su homólogo soviético, Andrei A. Gromyko, con la venia de sus respectivos presidentes, así lo acordaron.

– Después de la Segunda Guerra Mundial (1945), la Unión Soviética hizo una propuesta al Gobierno de la República de Bolivia para modernizar su industria de extracción de estaño. Pero en aquel periodo Bolivia no aceptó la oferta soviética. Primava el discurso de que si está con Moscú está contra Washington.

– En noviembre de 1969, los gobiernos de la URSS y Bolivia decidieron ‘canjear’ embajadas. Julio Garret Aillón, primer embajador de Bolivia en Moscú, declaró que su país tenía buenas perspectivas para vender la producción de la industria minera a la Unión Soviética, así como las de recibir la ayuda técnica soviética.

– Desde 1970 se formalizó la base legal entre ambos Estados: fueron firmados los contratos para suministrar el estaño y sus concentrados a la URSS. En junio de 1970 fue suscrito en Moscú el acuerdo sobre cooperación científico-técnica.

– En los años 90 del siglo pasado fueron firmados tres documentos: el tratado sobre las bases de relaciones entre la Federación de Rusia y la República de Bolivia. El acuerdo sobre cooperación en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas y el memorándum de intenciones para promover la cooperación en el ámbito de protección del medio ambiente.

– En febrero del 2009, Evo Morales visitó Rusia,  donde promovió la cooperación bilateral en varias esferas. En abril de este año, el mandatario boliviano se reunió con Vladimir Putin, en Caracas.

Una comitiva viaja a Moscú para cerrar el negocio

Una comitiva de alto nivel del Poder Ejecutivo estará en Moscú desde hoy hasta el próximo miércoles para cerrar una concesión de créditos millonarios que otorgará el Gobierno ruso a Bolivia.

“Hasta el momento se habla de un financiamiento de $us 100 millones para  la compra de helicópteros para la lucha contra el narcotráfico y que puede extenderse a otras áreas, como el tema gasífero”, afirmó el viceministro de Gobierno, Gustavo Torrico.

Rusia, por su parte,  a través de su embajador en La Paz, Leonid Golubev, ha confirmado el encuentro para cerrar la concesión de créditos y proyectos de inversión en diferentes ramas de la economía nacional, los mismos que van desde la modernización de las FFAA hasta la consolidación de proyectos energéticos, mineros y aeronáuticos que fueron acordados en encuentros anteriores. Cabe recordar que en febrero del año pasado fueron suscritos en Moscú los acuerdos sobre cooperación técnico-militar,  lucha contra las drogas y sus precursores, el memorándum sobre entendimiento mutuo para situaciones de emergencia y mitigación de consecuencias de desastres naturales, además del acuerdo entre la empresa rusa Gazprom y el Ministerio de Hidrocarburos de Bolivia.

«Queremos ser socios y no imponer nada»

Leonid Golubev / Embajador de Rusia en Bolivia

¿Qué gana Rusia y Bolivia con el potenciamiento de las relaciones?

– Bolivia gana mucho. Llegarán nuestros capitales y nuestra gente para trabajar codo a codo. Habrá más empleos. Este país dispone de todos los recursos naturales y estratégicos y nosotros podremos aportar al desarrollo económico. Se elevará el nivel de vida del pueblo boliviano. Queremos ser socios y no imponer nada.

– ¿Qué es lo que posee Rusia que no tengan otros países?

–   Tenemos desarrollada la industria aérea civil; estamos avanzados en la construcción de centrales nucleares eléctricas con fines pacíficos.

– Con este acercamiento, ¿se abre la posibilidad de mayor presencia de capitales privados rusos en Bolivia?

– Pienso que sí. Tenemos que combinar dos cosas: el Estado y lo privado. Soy partidario de que aquí, además de Gazprom, también estén presentes otras compañías rusas.

– ¿Con qué países de la región tienen acercamientos?

– Nuestra estrategia es retornar a América Latina con base en las tareas económicas. Ya estamos trabajando en casi todos los países de la región. Tenemos metas bastante serias.

– ¿Es verdad que Rusia puede construir una planta nuclear en Bolivia?

– No se habló entre Morales y Putin sobre ese tema, pero cuando la prensa me preguntó yo contesté que aunque no se habló nada, si Bolivia nos lo pide, no habrá ningún problema para cooperar en esta materia.

– El Gobierno también ve con buenos ojos la adquisición de misiles rusos.

– No se hizo ningún pedido por parte de Bolivia, pero si surge, no habrá ningún problema en modernizar al Ejército boliviano con nuestros misiles antiaéreos.

– También se habla de una planta de mantenimiento de aviones rusos en Bolivia

– Evo Morales dijo a Vladimir Putin que Bolivia tiene deseo de adquirir aviones para la compañía BoA y TAM, lo que será una buena base para construir en Bolivia un centro de mantenimiento de aviones rusos del Cono Sur.

– ¿Cuántos aviones tiene que comprar Bolivia para que se haga efectivo el proyecto?

– Entre seis y diez. Cada avión de pasajeros cuesta $us 26 millones.

Las proyecciones de Moscú en el país   

– Fuerzas armadas

Bolivia ha asegurado con Moscú un acuerdo sobre cooperación técnico-militar. Se hará mediante la otorgación de créditos para renovación de equipo militar y potenciamiento de las Fuerzas Armadas.

– Lucha antidrogas

Las negociaciones contemplan la adquisición de helicópteros para utilizarlos en la lucha contra el narcotráfico y la internación de precursores; además del rescate de víctimas de desastres naturales.

– Cuatro proyectos aéreos

La adquisición de un avión presidencial, la compra de naves para las compañías BoA y TAM,  la construcción de un centro de mantenimiento y la modernización de los aeropuertos.

– Industrialización del litio

Rusia anunció que le interesa participar de los estudios de prospección, explotación e industrialización del litio. Además, mantiene sus ojos puestos en el zinc, el oro, la plata, el magnesio y otros metales.

– Revolución minera

Dentro de las negociaciones no se descarta recuperar la empresa de fundición Palca, ubicada en Potosí. Esta planta fue construida por los especialistas rusos a comienzos de los años 70.

– Centrales hidroeléctricas

En Caracas fue suscrito un convenio entre las empresas boliviana ENDE y la rusa Russ-Hidro para la construcción de centrales eléctricas en vertientes y ríos del territorio boliviano.