Después de una batalla judicial de cinco años en la que intentó que lo declararan inimputable, un hombre de 26 años admitió haber golpeado y estrangulado a su hija de 5. Durante la investigación también se probó que la víctima había sido violada, al igual que dos de sus hermanitos. Por estos delitos, Diego Eduardo Méndez fue condenado a prisión perpetua en un juicio abreviado que se realizó en Posadas.
Méndez, que ya había sido condenado por robo y estuvo preso varios meses por un homicidio, fue detenido el 19 de enero de 2011, pocas horas después de que asesinara a su hija Agustina, a la que no había reconocido legalmente.
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La investigación judicial permitió establecer que la chiquita era hija biológica de Méndez, al igual que los otros dos nenes, que también fueron violados. Los abusos recién se conocieron cuando los menores declararon en Cámara Gesell.
El día del crimen, a media mañana, Méndez se despertó furioso porque Agustina había interrumpido su descanso. El joven comenzó a golpearla con furia, y luego la estranguló.
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Fuente: lapatilla.com