Ser mamá no es lo mismo en cualquier época de tu vida, cada etapa tiene sus particularidades.La vida es experiencia y la única forma de obtenerla es vivirla. Nunca será lo mismo ser mamá con 20 que con 30 o 40 años, porque nuestro cuerpo, mente y situación de la vida son diferentes en cada etapa.
Ser mamá antes de los 30
Teniendo una edad cercana a los 20, la posibilidad de quedar embarazada es mayor; por otra parte, una mujer a esta edad se preocupa mucho por su aspecto físico y en cómo podría repercutir en su imagen un embarazo, aunque en este sentido tiene una capacidad mayor para recuperar su figura.También tiende a estar muy pendiente de su pareja y de su vida laboral, con lo cual no se encuentra muy receptiva para tener un bebé a esa altura de su vida.Si tienes menos de 15 años se elimina la prueba de diabetes gestacional, porque tiene un 40% menos de probabilidades de padecer el trastorno, así como tampoco se requiere un control exhaustivo de la presión arterial, ya que los riesgos de que esta se eleve son menores.
Los defectos de nacimiento y el riesgo de sufrir de abortos involuntarios también se reducen significativamente, y se tiene menor probabilidad de contraer cáncer de mama y cáncer de ovario.
Ser mamá entre los 30 y los 40
Según estudios realizados, la tasa de cesáreas aumenta hasta dos veces en mujeres que tienen entre 30 y 34 años. Los tratamientos de fertilidad, en caso de ser necesarios, funcionan mejor que cuando son mayores, la tasa de éxito llegar al 28%. El riesgo de aborto involuntario se eleva hasta el 7% y al 18% una vez que se tiene 35 años.
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Más próximo a los 40, los óvulos comienzan a envejecer, y una mujer embarazada con más de 35 años tiene otros riesgos añadidos, como el de sufrir de diabetes gestacional e hipertensión, por lo que las analíticas y controles respectivos no se pasan por alto y son más frecuentes.
Los estudios como amniocentesis y otros para descartar problemas como síndrome de Down por lo general son indicados por el médico. La estimulación hormonal de los ovarios cambia dando lugar a posibles embarazos múltiples, pero en contrapartida, una mujer de más de 30 años se siente más madura y preparada para ser madre, y muchas lo están deseando debido a que saben que luego concebir puede ser más complicado.
Ser mamá con 40 años o más
Cuando una mujer es madre en esta etapa de sus vida, los niveles de estrógenos se elevan, lo que parece ser, según estudios, que su vida se prolonga. De todas formas, los cambios hormonales que se producen generan un cansancio mayor que cuando se es más joven. También está más propensa a atravesar ciertas complicaciones como:
- hemorroides,
- mayor presión sobre la vejiga,
- los tejidos del útero, la vagina y los pechos están más caídos,
- un 1/3 de los embarazos termina en aborto involuntario,
- los bebés tienen más probabilidades de tener bajo peso al nacer,
- los bebés pueden nacer con síndrome de Down,
- el riesgo de muerte fetal se duplica.
Es normal que las mujeres que están embarazadas con 40 años o más se preocupen por su estado de salud y el del bebé, pero por lo general, todos los embarazos llegan a buen término. Por otra parte, la experiencia y madurez de la mujer, aportan una seguridad diferente en relación a cuando se tiene 20 o 30 años.Fuente: www.imujer.com