Alejandro F. MercadoEl candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos de Norteamérica, Donald John Trump, la tiene muy difícil frente a la postulante demócrata, Hillary Diane Rodham Clinton. Ronald Reagan, la figura emblemática de los republicanos y quien fue el mejor de los últimos presidentes del país del norte, ya no está con nosotros para que Trump recurra a él en busca de consejo. Tampoco está con vida Nancy, quien, de acuerdo con varias opiniones, fue la que verdaderamente gobernó durante la presidencia de su esposo. Personalmente no podría aseverar en qué medida esta afirmación es correcta, pero ciertamente soy un convencido de que junto a un gran hombre siempre hay una gran mujer, y viceversa.Cuando en la película Regreso al futuro el científico Emmett Brown le pregunta a Marty McFly —Dime joven del futuro, ¿quién será el presidente de Estados Unidos en 1985?, Marty responde: —Ronald Reagan, sobre lo que Emmett comenta: —Ronald Reagan, ¿el actor? Y quién será el vicepresidente, ¿Jerry Lewis?Y efectivamente en 1985 Ronald Reagan fue presidente. El actor, como desdeñosamente lo calificaron sus opositores, logró que el crecimiento económico pasara de 0,3% a 4,1% anual; y mientras la tasa de inflación bajaba en más de 9 puntos porcentuales, se crearon más de 20 millones de nuevos empleos y fue el único mandatario estadounidense de nuestros tiempos cuya popularidad al marcharse superó con creces a la que tuvo en el momento de las elecciones. Después del fallecimiento de Reagan, en una encuesta sobre quién habría sido el mejor presidente de Estados Unidos, Reagan solamente fue superado por Abraham Lincoln.La trilogía Regreso al futuro reflejaba, como hecha a medida, la imagen que Reagan quería proyectar de su programa de gobierno. Crear una sociedad del futuro basada en los valores con los que construyeron su pasado. Así, en su discurso sobre el Estado de la Unión, Reagan dijo: “Llevamos a América de regreso al futuro, y como dicen en la película (Regreso al futuro), a donde vamos no necesitamos carreteras”.El aspirante republicano Donald Trump, aunque no fue actor, ha sido también una personalidad de los medios de comunicación, como presentador, narrador y productor ejecutivo de un programa llamado El arte de vender, y posteriormente de la serie El aprendiz, que logró alcanzar tres temporadas. Sin embargo, más allá de este casual elemento en común, creo que hay mucha distancia entre ambos, por lo que Trump deberá trabajar mucho para competir con Hillary Clinton y lograr su objetivo de entrar en la Casa Blanca.La Razón – La Paz