Más de 100.000 judíos ortodoxos protestaron ayer en Jerusalén occidental contra la "injerencia" de la Corte Suprema israelí en sus asuntos y para afirmar la primacía de la Torá sobre la ley civil.
La manifestación se convocó por un fallo que prohíbe la segregación entre niños askenazis y sefardíes en una escuela religiosa de la colonia judía de Emanuel, en la Cisjordania ocupada.
Los padres askenazis se niegan a que sus hijos asistan a clases con niñas sefardíes.
La Nación – Buenos Aires
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