Santos de Colombia


Marcelo Ostria Trigo

Marcelo-Ostria-Trigo-nov-hor “Los colombianos no tienen duda sobre quién será su próximo presidente. Del ‘todos contra Santos’ de la primera vuelta se ha pasado al ‘todos con Santos’ en la segunda”, escribió el sábado la enviada especial a Bogotá, Maité Rico, de El País, de Madrid. Y el domingo Juan Manuel Santos fue elegido presidente de Colombia, con una aplastante ventaja en votos –69,1% contra 27,5%– sobre Antanas Mockus, del Partido Verde.

Este extraordinario resultado electoral es atribuido por algunos a los grandes avances del Gobierno de Álvaro Uribe, con la participación de Juan Manuel Santos como ministro de Defensa, en la lucha contra las FARC, que sembraran tanto dolor y muerte.



Los colombianos están fatigados con la violencia. Por ello no sorprendió que, en el último tramo de la campaña electoral, el candidato opositor se plegara a Santos en este asunto. A “los dos candidatos –que ganaron la chance de la segunda vuelta el 30 de mayo– les tocó ratificar su respaldo a la política de rescates en operativos militares y rechazar cualquier negociación con la guerrilla para un canje humanitario de prisioneros. Santos y Mockus no mostraron diferencias respecto de este tema” (http://www.elargentino.com). Es que no hay futuro en el apaciguamiento con los alzados en armas empecinados en instaurar una dictadura marxista, más aún si están en contubernio con el narcotráfico, es decir, en una alianza que va más allá de las afinidades ideológicas.

Lo anterior es cierto, pero no lo es menos el impresionante desempeño del Gobierno de Uribe en lo económico y social en los últimos ocho años. “Quizás el (logro) menos reconocido internacionalmente es su progreso económico. En 2002 (…) Colombia sólo exportaba 5.330 millones de euros en productos que no son tradicionales… El año pasado, las exportaciones de estos otros productos alcanzaron 12.100 millones de euros, a pesar de la recesión mundial y del bloqueo comercial que le impuso Venezuela. Durante la Presidencia de Uribe, la economía colombiana se expandió todos los años, creando así casi tres millones de nuevos puestos de trabajo. La inversión privada, tanto nacional como extranjera, aumentó sustancialmente y la inflación cayó del 7% en 2002 a un insignificante 2% en 2009” (Moisés Naím, Envidiando a Colombia, El País, Madrid, 20/06/2010).

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Los triunfos electorales holgados despiertan expectativas. Pese a que en Colombia juegan factores fuera del control interno, hay señales positivas de que el país seguirá creciendo en bienestar y en justicia. Y ya es una meta de Santos lograr la unidad nacional.

El triunfo de Santos prueba el fracaso de uno de esos factores foráneos: el afán del venezolano Hugo Chávez de crear tensiones, llegando a advertir que si Santos asumía la Presidencia aumentarían los peligros de guerra. Falló el propósito ‘chavista’ de crear temor en los colombianos. Habrá, ahora, que aguardar las estridencias de Hugo Chávez cuando se siente agraviado con la derrota de un favorito. Pero las actuales dificultades del ‘chavismo’ alejan la efectividad de las bravatas bolivarianas.

Como estadista que supera la pendencia, el presidente electo Santos dejó constancia de su deseo de reparar, por la vía diplomática, las estropeadas relaciones con Ecuador y Venezuela, y que espera de ambos países mayor colaboración en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.

Los colombianos eligieron la mejor opción.

El Deber – Santa Cruz