La Asunta ostenta la riqueza que le genera la producción de coca


Comunarios piden mayor extensión para cultivar. Edificios, vehículos ultimo modelo, bares y diversión; amenazas a «extraños» y periodistas, caracterizan a La Asunta.

Claudia Soruco – La Paz, LA RAZÓN

Como si se tratara de la plaza Pérez Velasco, el sábado 19 de junio la avenida René Barrientos, en el centro del municipio de La Asunta (Sud Yungas), estaba repleta de vagonetas y minibuses conducidos en su mayoría por productores cocaleros.



image Coca puesta a secar frente a una casa a medio construir en La Asunta. Foto: David Guzmán

La Asunta pasa su mejor época gracias a los cultivos de coca

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La circulación de vehículos, que se advierte son de último modelo, ya es una cosa corriente en la localidad yungueña, como también divisar casas de más de dos pisos y edificios a medio construir.

¿El motivo? Las ganancias que deja a los lugareños la producción de la coca, que se transporta, por lo general, en estos motorizados.

La Razón estuvo en La Asunta (a 89 kilómetros de Chulumani) el sábado 19 y domingo 20 de junio y comprobó que el desarrollo económico y social ha mejorado.

Se divisaron varias viviendas en construcción mucho más grandes que las típicas de antaño, que sólo tenían un dormitorio, una cocina y baño en el patio.

Al ingresar al municipio, pasando por los diferentes cantones, se observa un panorama casi similar al del pueblo: Casas en construcción, muchas de dos pisos y un par de dormitorios, vehículos 4×4 estacionados cerca de las puertas y coca secando al lado del camino.

Eso se vio, por ejemplo, en el cantón Machaca, donde los pobladores aprovechan incluso la cancha del lugar para secar la hoja sobre grandes redes negras.

Desarrollo. “Los cocaleros están muy bien en este momento gracias al cultivo de la hoja de coca. Económicamente nos hemos fortalecido mucho. No podemos negarlo que nos encontramos en un buen momento”, manifestó el alcalde de la Asunta, Vidal Machicado, quien también es productor de coca.

Con él coinciden otros tres cultivadores que aseguran que es el mejor momento por el que atraviesa la localidad gracias a la hoja.

“En este momento, por la valoración de la coca, se genera comercio y, sobre todo, hay desarrollo en el aspecto humano y social. Podemos tener mejor acceso a la salud, educación e infraestructura caminera”, dijo el dirigente cocalero de La Asunta, Alberto Cuentas.

“Hay muchas cosas que están mejorando para casi todos los productores en el municipio”.

Machicado dice, sin dar una cifra exacta, que muchos productores tienen entre una y dos hectáreas de coca. Cada una se cosecha cuatro veces al año y arroja, en cada cosecha, 20 taques de hoja, que dejan una ganancia trimestral de 17 mil bolivianos.

No por nada, cerca del 90% de los habitantes de la región cultiva coca, según el Alcalde. Debido a esto, cada vez se producen menos frutas y verduras. Estos productos son traídos de La Paz o Caranavi.

Por ejemplo, Jacinto Cusi, del cantón Chamaca, dejó de plantar café y cítricos para dedicarse sólo a la coca, “que pasa por un buen momento” y deja mejores ingresos.

“Yo creo que una hectárea de coca a una familia le alcanza para que viva bien. Para hacer una casita y comprar un coche”, dice el Alcalde, de la agrupación Movimiento por la Soberanía, liderada por Lino Vilca, ex senador del MAS, actual disidente.

El ejecutivo de la Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz, Ramiro Sánchez, tiene otros datos y asegura que los campesinos sólo pueden tener entre uno y dos catos por familia. El Gobierno reconoce que parte de los cultivos como legales, aunque no se sabe cuántos son ilegales.

Los productores con mejores ingresos, dice Cuentas, son los migrantes del Altiplano de La Paz, Oruro y Potosí que desde hace unos diez años viven en la región.

“Han llegado directamente a cultivar en grandes extensiones de terrenos porque son familias grandes. Han formado cooperativas y ahora están ganando bastante bien”, agregó Cuentas.

El sábado 19, a las 10.30, pobladores, en su mayoría ancianos, mezclaban en la localidad coca con ramas para que secara y otros subían bolsas con el producto en sus vehículos para llevarlas al mercado de la coca, en Villa Fátima.

El Alcalde agrega que las ganancias permiten a los productores invertir entre 10 mil y $us 14 mil en un carro y hasta $us 15 mil en la construcción de una casa.

En  sectores aledaños a la avenida Barrientos, la principal de la localidad, hay más de cuatro edificios en construcción. Los obreros trabajaban sábados y domingos.

“Es que también merecemos buscar comodidades y una de ellas es una buena vivienda. Todos los que trabajan tan duro merecen esto”, dijo uno de los vecinos que prefirió no dar su nombre y que es cocalero.

Vehículos. Cada fin de semana, el centro de la localidad recibe a cientos de familias de los diferentes cantones de Sud Yungas que llegan para comprar y vender productos en la feria del pueblo.

La cantidad de gente es tal que ingresar al sector en un vehículo es casi imposible, sobre todo porque los motorizados de marcas Toyota, Mitsubishi y Nissan, entre otros, y muchos sin placas de circulación, se estacionan en el sector y sólo se retiran cuando su propietario compró o vendió en el sitio.

Los minibuses carry para ocho pasajeros son muy utilizados. Cuentas dijo que éstos permiten que viajen familias completas.

Toda la situación vuelve el sitio en un caos, que empeora porque no hay orden en el tránsito. Cuando este medio estuvo en la feria del sábado 19  no divisó a ningún policía que controlara la circulación.

Cerca al mediodía, se observó al menos 10 vagonetas 4×4 que llevaban en sus parrillas, hasta la ciudad de La Paz, entre dos y seis taques de coca.

“Más o menos será desde hace unos tres años que los productores de coca están haciendo compras de vehículos todoterreno. Estos coches los utilizan sobre todo para que les dé más comodidad a las hora de transportar la coca”, dijo Cuentas.

Por eso es que gran parte de los productores del cantón Callizaya, de La Asunta, tienen estos carros, dice el dirigente, que aclara que en todo caso él aún no se ha comprado uno.

El alcalde Machicado comenta que “casi todos lo cocaleros en este sector tienen sus propios vehículos, yo también me incluyo”.

Llegan migrantes del altiplano

El alcalde de La Asunta, Vidal Machicado, manifestó que en los últimos años, la migración de personas del altiplano de La Paz, Oruro y Potosí aumentó considerablemente. “Con la gran cantidad de personas que llegaron desde diferentes partes del altiplano de Bolivia, creemos que ahora estamos bordeando uno 35 mil habitantes, más del 30% de ellos son migrantes”, agregó Machicado. Según el Censo del 2001, la población del municipio de la Asunta llegaba a los 18 mil habitantes.

Comunarios piden mayor extensión para cultivar

Productores y Alcalde sugieren que se permita una hectárea

La Paz. Los cultivos de coca se incrementaron en el municipio yungueño de La Asunta, según un informe de la ONU. A pesar de esto, pobladores y el alcalde Vidal Machicado  plantean que se amplíen los cultivos para producir la hoja.

Lo permitido es entre uno y dos catos, según la Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz. Esto equivale a media hectárea.

“La verdad es que a veces no es suficiente un solo cato, porque tenemos familia y queremos que nos aumenten el espacio para que nuestros hijos vivan bien”, dijo un dirigente de la central de cocaleros 16 de Julio de La Asunta, quien no quiso dar su nombre.

Machicado comentó que una “buena cantidad” para cultivar coca es una hectárea y que gran parte de “los pobladores en esta región cultivan en esa cantidad, pero hay otros que se exceden y nos hacen quedar mal. Es necesario que se cultive por lo menos en una hectárea”, que equivale a 10 mil metros cuadrados.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito presentó el Monitoreo de Cultivos de Coca 2009, que establece que las hectáreas cultivadas en La Asunta el 2007 eran 3.266 y el 2008 llegaron a 4.028 hectáreas. No hay datos del año pasado.

Adepcoca dice que no permitirá exceso de cultivos en la zona

Ramiro Sánchez recordó que lo máximo de producción son dos catos

image Una productora de coca del municipio de La Asunta trabaja en su terreno mientras hace secar hojas al sol; fue el sábado 19 de junio. Foto: David Guzmán.

Claudia Soruco – La Paz

El dirigente de la Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz (Adepcoca), Ramiro Sánchez, dijo que no se permitirá que los productores de La Asunta excedan la cantidad de cultivos y luego anunció que una comisión irá a la zona para evaluar.

El alcalde de La Asunta, Vidal Machicado, reconoció, sin dar datos concretos, que muchos productores tienen más de una hectárea de cultivos.

Sánchez recordó que en el sector de La Asunta se debe cultivar un máximo de dos catos de hoja de coca, no más.

“Eso debe mantenerse en los sectores en que está permitido el cultivo y eso jamás debe excederse de ningún modo”.

Respecto a la versión del Alcalde, Sánchez reconoció que puede estar en lo cierto, “así que lo que haremos es verificar primeramente el área. No queremos que los compañeros exageren, eso no lo permitiremos”.

Agregó que la asociación que representa no permitirá que nuevas personas lleguen a La Asunta para cultivar coca.

“Lo que sucede es que llegan por ejemplo unas 10 personas que se unen con otras 10 en el sector y hacen un nuevo asentamiento e inmediatamente empiezan a cultivar coca. A ellos ya no los vamos a tomar en cuenta”, aseguró el ejecutivo.

Se intentó ubicar a las autoridades del área

La Paz – La Razón intentó comunicarse con dos viceministros y dos autoridades policiales para hablar respecto a  los cultivos de coca en la población de La Asunta; sin embargo, los intentos fueron vanos.

El miércoles se habló por teléfono con el encargado de Comunicación del Viceministerio de Defensa Social, para concertar una entrevista con el viceministro Felipe Cáceres. Dijeron que la autoridad estaba ocupada en Cochabamba. Se le llamó el jueves y el viernes en varias oportunidades, pero no se logró ubicarlo. De igual forma se quiso contactar al viceministro de la Coca, Germán Loza, y al director de la Dirección General de la Hoja de Coca e Industrialización, Luis Cutipa, pero sus celulares estaban apagados el miércoles, jueves y viernes. También se intentó hablar el viernes con el director nacional de la FELCN, Félix Molina, pero su edecán dijo que estaba ocupado y que se debería enviar una carta para acceder a una entrevista, lo que no ocurrió en anteriores  oportunidades.

Trabajo periodístico

Se siente tensión en el municipio de La Asunta

Claudia Soruco

“Se siente una tensa calma”. Ésta es una frase adecuada para ilustrar lo que sentimos yo y un reportero gráfico de La Razón el sábado 19 y el domingo 20 de junio cuando realizamos un recorrido por el municipio de La Asunta, en sud Yungas. Mientras caminábamos por las calles del pueblo veíamos ojos de molestia y personas que evitaban conversar con nosotros. Incluso, una señora dijo, el domingo en alusión a nosotros: “Qué tanto dan vueltas y vueltas estas personas”. Ante este panorama, era difícil poder entrevistar a los pobladores y captar fotografías del pueblo. No se puede negar que teníamos cierto temor. Incluso, en el hotel nos sugirieron que en la noche era más conveniente no salir a la calle. Resultó difícil conciliar el sueño en la madrugada del 20 de junio. Los ruidos y las peleas en los bares de la avenida principal René Barrientos nos desvelaron.

Si bien el ambiente lo sentimos tenso en más de una ocasión y nos puso recelosos, lo que más nos sorprendió y atemorizó fue el encuentro frente a frente con un joven que llevaba un rifle en las manos mientras caminaba cerca del pueblo. Vestido con una polera blanca, jean celeste y unas zapatillas plomas, el muchacho parecía ser del lugar. Tuvimos miedo porque pensábamos que iba a apuntarnos. Su mirada atemorizaba y si bien fueron pocos segundos, pensamos lo peor. Nos miró fijamente, mientras permanecíamos en nuestro vehículo, primero levantó el rifle, pero luego lo bajó para sostenerlo con su mano derecha. Esperó que la camioneta de La Razón avanzará y se fue. “Talvez el arma la usa para cazar”, dijimos. Quizás no. Como sea, no fue fácil de sobrellevar ese momento.

Bares atienden todo el día y proliferan las riñas

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El Alcalde de La Asunta denuncia que auteros asesinaron a personas

La Paz. La inseguridad campea en el municipio de La Asunta. Los bares funcionan todo el día desde las 9.00 y en la Alcaldía hay preocupación por ello y por los robos de vehículos, que en algunos casos han derivado en la muerte de sus conductores.

El recientemente posesionado alcalde, Vidal Machicado, explicó que uno de los principales objetivos que se propuso para este año es la lucha contra la inseguridad de la población.

“La verdad es que hay problemas de afluencia de bares y discotecas que atienden todo el día y a veces hay peleas. Para esto hemos llegado a una determinación de aprobar una norma de funcionamiento para que abran sólo los fines de semana y desde las 18.00 hasta la medianoche”.

A las 11.30 del sábado 19 de junio, La Razón constató que a metros de la avenida principal René Barrientos había dos bares funcionando. De pronto, cuatro jóvenes, entre ellos una mujer, salían del lugar en total estado de ebriedad.

Cerca del lugar, en medio de los vendedores, tres jóvenes sin polera estaban a punto de iniciar una pelea. La noche del sábado resultó difícil conciliar el sueño debido a la música estruendosa de los bares y por los pleitos callejeros.

“Éste es uno de los aspectos que le dan mala cara a nuestra población porque este sector también tiene una gran afluencia de turistas”, dijo el Alcalde y productor de coca.

Machicado también está alerta por los robos de vehículos registrados en los últimos meses. Lo que más preocupa, asegura, son los asesinatos cometidos por auteros.

“Tenemos tres casos que ocurrieron este año, pero el más reciente pasó hace un mes cuando un taxista desapareció con su vehículo y días después fue hallado degollado unos kilómetros afuera del pueblo”.

El vehículo aún no aparece, pero las autoridades sospechan de antisociales que llegaron de La Paz y que luego dejaron la zona.

Sólo se vio controlar a un policía

El fin de semana que La Razón estuvo en La Asunta (el 19 y el 20 de junio hasta las 9.30) se evidenció que sólo un policía resguardaba el lugar. Incluso en un momento de la mañana del sábado, a metros de dónde se encontraba, jóvenes salían ebrios de un bar instalado en las inmediaciones de la avenida René Barrientos.