El mando militar británico en Afganistán pasará a Estados Unidos la responsabilidad de la conflictiva zona de Sangin en la provincia de Helmand, según informa la cadena BBC.
El ministro británico de Defensa, Liam Fox, informará hoy al Parlamento de que ello ocurrirá antes de final de año, adelanta la emisora pública británica. Sangin es una zona de especial relevancia estratégica para la guerra en Afganistán, donde 99 de las 312 muertes de militares británicos han ocurrido en esa área, un distrito donde florece el cultivo del opio.
El mes pasado, Gran Bretaña entregó a EE UU el mando de la provincia de Helmand. Sangin es una zona de profundas rivalidades tribales y donde florece el cultivo del opio. Es la última zona de esa provincia que los británicos entregan a los norteamericanos después de la ciudad de Musa Qaleh, cuyo control les cedieron en marzo, y del pantano de Kajaki, del que les responsabilizaron el mes pasado.
La noticia llega poco después del cambio de jefatura militar al frente de la OTAN en Afganistán. Obama destituyó al general Stanley McChrystal por sus críticas al Gobierno norteamericano y a la Casa Blanca en un artículo publicado por la revista Rolling Stone. El general David Petraeus le ha sustituido al frente de las tropas de Estados Unidos en el país centroasiático.
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En las últimas horas, tres soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) han perdido la vida en Afganistán, según ha informado la fuerza de la OTAN.
La ISAF, que actúa bajo mando de la OTAN, no ha detallado la nacionalidad de los fallecidos ni el lugar donde ocurrió la explosión. En lo que va de mes ha sufrido 15 bajas mortales, la gran mayoría por la explosión de bombas camineras.
El pasado mes de junio fue el más mortífero para las tropas internacionales desplegadas en Afganistán desde el inicio de la guerra en 2001, con un total de 102 bajas.
El País – Madrid