Dos décadas de disputas políticas caben en un libro

Democracia (Im) Pactada es el libro de José Luis Exeni, vocal del Tribunal Supremo Electoral, que se presenta el 9 de noviembre. Recorre dos décadas del sistema político boliviano

Esta es la papeleta de votación de la elección general de 1985. Fueron 18 los candidatos a la Presidencia en unos comicios que ganó Banzer. Cedió la silla a Paz Estenssoro

Esta es la papeleta de votación de la elección general de 1985. Fueron 18 los candidatos a la Presidencia en unos comicios que ganó Banzer. Cedió la silla a Paz Estenssoro

Fernando Mayorga – POLITÓLOGO



Con la victoria electoral de Evo Morales en diciembre de 2005, con mayoría absoluta de votos, se cerró un ciclo político que se había inaugurado en 1985 bajo el signo de los acuerdos congresales para definir la titularidad del poder mediante la formación de coaliciones parlamentarias y/o de Gobierno. Fue la primera vez –desde la transición en 1982– que un candidato presidencial accedió de manera directa al poder obteniendo la mayoría absoluta de votos y su organización política –MAS– ganó más de la mitad de los escaños en disputa. Una ecuación que se repitió en dos oportunidades.

Antes, entre 1985 y 2003, la democracia boliviana tuvo como rasgo decisivo un esquema de presidencialismo de coalición sustentado en alianzas parlamentarias que eligieron mandatarios –en segunda ronda congresal– y apuntalaron la gestión de Gobierno con el control del Poder Legislativo. Ese esbozo político e institucional fue definido como democracia pactada: su hechura y los avatares de su decurso constituyen el tópico central del libro de Exeni. Se trata de un valioso aporte para la comprensión de la democracia en ese período. Y para reflexionar sobre su decurso en el siglo XXI.

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La generalidad de las interpretaciones acerca de la primera victoria de Evo Morales alude a la crisis de ese esquema político: democracia pactada y presidencialismo de coalición. Un decurso que se caracterizó por la supremacía electoral del MAS y se ha traducido en la configuración de un sistema de partido predominante, no obstante el peculiar formato organizativo del “instrumento político” del oficialismo y la levedad de los partidos opositores que ponen en cuestión la pertinencia del concepto de sistema de partidos. De esa manera, el multipartidismo moderado fue desplazado por el predominio oficialista en el ámbito legislativo y el presidencialismo de coalición fue sustituido por un presidencialismo mayoritario.

Así, la democracia pactada es el pasado de un proceso político que, en 2005 ingresó en una nueva etapa; empero, ese vocablo sigue operando como un ideologema del discurso sobre la democracia. Ideologema que, sin embargo, oculta las diferencias y diluye los matices porque la democracia pactada no fue abordada como un objeto de estudio sino esgrimida como un modelo por sus epígonos o estigmatizada por sus detractores.

Aparte de la caracterización genérica de democracia pactada no existen indagaciones teóricas ni balances de gestión política para auscultar las razones de su debacle; tampoco se realizaron análisis comparados para escudriñar sus diversas facetas en las gestiones gubernamentales que corresponden a ese ciclo político. Exeni resuelve de manera combinada esas necesidades y proporciona una brújula para recorrer el pasado y evaluar enseñanzas. Su libro es un ejemplo de virtuosa combinación de capacidad reflexiva, destreza metodológica y rigor conceptual.

Un balance
Escrito en 2003 y defendido, con todos los honores, como tesis para optar al Doctorado en Investigación en Ciencia Política por la Flacso/sede México, el texto de José Luis Exeni Rodríguez reflexiona sobre la democracia pactada prestando atención a las coaliciones políticas que la caracterizaron. El libro expone un balance de casi veinte años de vigencia de un modelo político que es evaluado con la perspectiva que proporciona su agotamiento.

El punto de partida del libro es la inevitable disquisición acerca de la mejor forma de gobierno y el interminable debate sobre el presidencialismo latinoamericano y los supuestos riesgos que conlleva si se combina con un sistema multipartidista fragmentado y/o polarizado. En ambos casos, el autor revisa, ordena y juzga la producción académica sobre los temas en cuestión y concluye con una serie de criterios cuya actualidad es pertinente para sondear el decurso de la democracia boliviana: sin posturas normativas, con recomendaciones certeras.

Las sugerencias son consecuencia de su balance porque no es suficiente un presidencialismo con multipartidismo moderado y basado en coaliciones mayoritarias; también es preciso que las coaliciones políticas sean “estables en sí mismas, eficaces en su desempeño y, como condición ineludible, legítimas”, además de ser capaces de concertar con otros actores relevantes. Estos criterios guían el análisis de las cinco coaliciones del período y permiten entender la trama general de ese ciclo político, así como conocer la peculiaridad política de cada gestión gubernamental.

Con la crisis de la democracia pactada se devaluaron algunos parámetros de la reflexión académica y ciertos referentes para la acción política como la gobernabilidad. La mirada convencional sobre la democracia pactada empezó a cambiar desde fines del siglo pasado porque fue emparentada con el mero cuoteo de espacios de poder y el uso del “rodillo parlamentario”; así, el pacto político se convirtió en sinónimo de prebenda y corrupción, de pragmatismo y negación de principios; en radical contraste con las valoraciones previas que exaltaban sus logros y la concebían como una vía adecuada para la estabilidad política y la reforma institucional.

Las evaluaciones positivas de la democracia pactada apuntaban a resaltar: estabilidad política, modernización institucional, formación de gobiernos estables y consenso en torno a la política económica; por su parte, las evaluaciones negativas incidían en: interés pragmático, intercambio clientelar, ausencia de pluralismo ideológico y déficit de representación política. Aquellos veían en las coaliciones partidistas el compendio de las virtudes del sistema político. Estos las concebían como un instrumento que atentaba contra la democratización y solamente servían para reproducir el poder político y económico.

Sin duda, lecturas parciales pero no equívocas; la tarea pendiente era una evaluación sesuda de sus múltiples facetas e implicaciones. Democracia (im) Pactada pone las cosas en su lugar porque evalúa los claroscuros del proceso político boliviano que transcurre entre 1985 y 2003 resaltando los aportes y las limitaciones de una fórmula política utilizada para definir el acceso al poder gubernamental. Una tarea que el autor encara con rigor y precisión adoptando una perspectiva teórica que deshilvana el objeto de su indagación a partir de delimitar los modelos de coalición, sus lógicas prevalecientes y los cálculos estratégicos de los actores relevantes.

El balance de Exeni acerca de la democracia pactada, en la mirada comparativa de los cinco gobiernos de presidencialismo de coalición, permite distinguir las experiencias positivas y negativas del pasado para encarar el desafío permanente de la ampliación de la democracia. Una idea que se refuerza con la interpretación que el autor propone sobre un período político mediante un recorrido analítico matizado con claridad conceptual, precisión metodológica y exquisito estilo narrativo. Un libro que invita a reflexionar críticamente sobre la democracia y estimula una lectura placentera del análisis político

Fuente: eldeber.com.bo