«Esta agresión que ha sufrido supera el límite de la imaginación más salvaje», comentan desde el refugio que acogió al animal
Pascal, el perro de la imagen, estuvo a punto de morir asfixiado dentro de la coraza que se había creado en torno a su cuerpo. «Ha sido víctima de un grupo de niños que encontraron gracioso embadurnarlo de pegamento y rebozarlo luego por el barro», cuenta la ONG He’Art of Rescue, que acogió a finales de octubre al animal en Turquía y le salvó la vida. A través de sus redes sociales, muestra la evolución positiva que el cachorro ha experimentado en las últimas semanas.
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«Lo que le ha ocurrido supera el límite de la imaginación más salvaje. Pascal sufre daños extremos en su piel por culpa de quemaduras químicas. Un exhaustivo test de sangre mostrará el alcance de los daños. De todos modos, nuestros doctores aseguran que su recuperación no será fácil», explicaba la organización animal el pasado 31 de octubre en un mensaje que se compartió 5.000 veces en Facebook.El pegamento se había convertido en una segunda piel «tan dura como el cemento», que impedía que circulara la sangre por varios puntos de su cuerpo. «Cuando llegó al refugio, se escondía de la gente en un rincón oscuro que encontró en la habitación», explican los responsables de esta ONG en un texto publicado en su web.
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