El alcalde de La Guardia, Jorge Morales, cobró fama nacional no solo porque convirtió a su municipio en un modelo nacional, sino porque fue el único de los jefes comunales que le rechazó públicamente al presidente los dichosos “cheques venezolanos”, una forma de chantaje que llevó a las alcaldías a la quiebra, dejando obras de mala calidad, otras inconclusas y la mayoría de ellas, elefantes blancos de poca utilidad, como canchitas de fútbol y coliseos, donde faltaba agua potable y escuelas. En venganza, el Gobierno sacó a «Chichino» de su puesto y La Guardia pasó a ser del montón, inestable, corrupto y caótico. El alcalde guardieño volvió a su puesto y ha tenido que jurar lealtad al oficialismo para volverse intocable y que lo dejen en paz. Algunos podrían observar un gesto positivo en el Gobierno, al reclutar a un dirigente eficiente y honesto, pero es posible que la cosa termine siendo a la inversa y que Morales pase a ser el “convertido”.
Fuente: eldia.com.bo