El político indica que la primera tarea en 2017 es la defensa de los resultados del 21 de febrero.Foto Página Siete.Página Siete / Pablo Peralta M. / La Paz»Yo soy un hombre afortunado”. Así responde Samuel Doria Medina a la pregunta sobre su trayectoria de vida y las vicisitudes que le tocó sortear, desde un secuestro hasta la caída de un avión. «Dios ha dejado que pueda pasar esas pruebas duras… Sigo batallando aquí y voy a seguir”, indica.El líder de Unidad Nacional (UN) afirma que se formó con el fin de trabajar en el servicio público, que fue empresario por accidente y que hasta fue despedido del Estado cuando a mediados de la década de los años 80 cuestionó el Decreto Supremo 21060. ¿Pero cuál fue el hecho que marcó un punto de inflexión en su vida política?«El episodio de mi secuestro marcó un antes y un después en toda mi vida. Antes del secuestro, yo era conocido como un técnico, un economista; pero cuando me secuestraron, mucha gente pensó que yo estaba muerto; muchos, que ni siquiera me conocían, me pusieron velitas para que me ayude Dios. Cuando salí del secuestro ya había una imagen distinta de la gente respecto a mí… Eso me generó distintos lazos con la población”, comenta.Al hablar del líder político que admira, menciona al presidente Pacheco porque entre otros detalles -afirma- el mandatario en pleno siglo XIX ya pensaba en cómo diversificar la economía, un tema aún pendiente en el país.»Pacheco ha sido un presidente importante para ir generando alternativas a la economía, porque en su época éramos pues un país netamente minero, pero ya en el siglo XIX estaba pensando que había que diversificar la economía”, comenta.Hoy por hoy, Doria Medina es procesado por el caso FOCAS (Formación de Capital en Áreas Secundarias). En ese marco una pregunta que sale a relucir es ¿Qué le motiva a apostar por la política, pese a este tipo de dificultades?«Tengo una vocación al servicio público. Una cosa que no mucha gente conoce es que yo he sido empresario por accidente. Muchos años de mi vida me he preparado para el servicio público. Yo tengo una maestría en Finanzas Públicas, y tengo otro título, un diploma en Desarrollo Económico. O sea nunca estudié con la idea de ser empresario, pero volví al país. Trabajé un plazo muy corto en el sector público y me despidieron porque yo fui crítico al 21060”, responde.Entonces, relata, trabajaba en Udape. No era movimientista y ante el cuestionamiento que tenía contra esa norma emblemática, fue despedido «por pensar distinto”. No obstante, cuenta, junto al doctor Juan Antonio Morales y al hermano de éste fundaron una consultora para trabajar en temas de desarrollo económico. En ese interín, Doria Medina recibió una llamada, en la que la voz al otro lado del teléfono le ofrecía que se haga cargo de Soboce.Entonces, tenía 28 años y pensaba que estaría al frente de esa firma por unos meses; no obstante fueron 28 años. «Una vez que se consolidó como una de las principales industrias del país -se multiplicó su patrimonio de lo que valía un millón cuando yo entré a 600 millones cuando yo salí- di por concluida mi carrera empresarial… No pensaba terminar mis días en Soboce. Entonces dije ‘una vez que se ha terminado esta etapa empresarial, se ha terminado bien. Ahora me dedico a lo que me gusta, a lo que es mi vocación’”.Hoy la palabra «privatización” suena como algo negativo que perjudicó al país. Una pregunta de rigor es ¿por qué se dio en su momento? «El tema de la privatización tiene que ver directamente con la inversión. Cuando un país tiene recursos para invertir, no necesita al sector privado. No necesita al capital nacional o extranjero, puede resolver estos temas”, sostiene.Comenta que cuando ocupó el cargo de ministro de Estado, fue «muy cuidadoso” cuando le tocó tomar «decisiones sobre esos temas, de no extranjerizar nuestra economía”. Doria Medina agrega: «Las empresas de las corporaciones que son las únicas que se decidió en mi gestión venderlas o transferirlas, se hizo a productores bolivianos o a trabajadores bolivianos. Ningún caso, ni una sola, a extranjeros”. También menciona que no participó ni estuvo de acuerdo con que se capitalice o privatice las empresas estratégicas del Estado , como YPFB o ENTEL.Del otro lado de la moneda, ante los problemas que se registran en torno a la administración en las empresas estatales ¿Cuál es al alternativa? ¿Volver atrás? «No es bueno el ideologizar o pensar como en este Gobierno han pensado que el Estado mágicamente resuelve los problemas; o, del otro lado, pensar que el sector privado va a resolver mágicamente…”, afirma.Doria Medina comenta que en Bolivia tenemos un ejemplo muy interesante de que cuando el Estado trabaja de manera eficiente, de forma organizada, sin prebendas, sin politización, se consiguen buenos resultados: «Es el caso del desarrollo de Santa Cruz”.Menciona que el desarrollo de ese departamento «se entiende por una primera etapa de un manejo serio, eficiente del desarrollo a través de la corporación de desarrollo”. Complementa que «eso demuestra que el Estado bien administrado tiene buenos resultados; como también estamos viendo casos de EPSAS y otros casos, con resultados lamentables”.Un tema de actualidad ineludible es el de la reelección. ¿A qué atribuye Doria Medina que el MAS persista en esa idea pese a las voces que están en contra?«Yo creo que la explicación es la corrupción”, afirma. El líder de UN agrega que los últimos años se conocieron los casos del Fondo Indígena y el de CAMC y dice que no se conoce «cuántos otros casos más habrá”. Y lanza su punto de vista: «Yo creo que se dan cuenta de todas estas barbaridades y no quieren que se fiscalice y creen que la solución es quedarse más tiempo para que se vaya cubriendo sus fechorías. Para mí ésa es la explicación”.Hay quienes creen que el camino para la oposición es hacer una «mesa de unidad”; otros dicen que deben aliarse, primero, para arrebatarle el MAS el Legislativo. ¿Cuál es el rumbo que debe tomar la oposición, según Samuel?«Hacer lo que hemos hecho el 21 de febrero y no es un tema de los políticos. Es una unidad de la ciudadanía. No es unidad de los políticos, o de los opositores. Es unidad de la ciudadanía. Que se verá representada en algunos casos por grupos de jóvenes, por agrupaciones ciudadanas, por gente que está cansada de la situación; partidos políticos. O sea, tiene que transformarse de la causa victoriosa del 21 de febrero en una nueva causa, que es construir una alternativa”. El fin de semana, el congreso del Movimiento Al Socialismo resolvió que Morales sea candidato en 2019, para lo cual definió además cuatro vías para habilitarlo. ¿Qué medidas asumirá UN para que se respete el No del 21F?«La primera tarea del próximo año es la defensa del 21 de febrero, la defensa de lo que se ha hecho, de lo que se ha obtenido el 21 de febrero. Entonces, si no se respeta el voto, como el elemento central de decisión de los temas públicos, es muy difícil ponerse de acuerdo con este Gobierno. Hay la desconfianza que en otro escenario se podría decir ‘ah ya, vamos a la elección, ganamos la elección’, pero qué pasa si se le gana la elección y dice ‘ah no, era una mentira, el cártel de las mentiras’ y no quiere aceptar. Entonces, si no se acepta la voz de la población, es muy grave. Por eso es fundamental las tareas que tenemos que hacer para defender, todos, no sólo Unidad Nacional, todos. Y yo creo que serán fundamentales las movilizaciones que se tienen que dar el próximo año para defender el 21F”.