La impresionante estructura, primera en su tipo, se establecerá en el Océano Pacífico, frente a la isla de Tahití
Los paisajes flotantes experimentales podrían probar nuevas ideas sobre cómo alimentar a los hambrientos, curar a los enfermos, limpiar la atmósfera y enriquecer a los pobres, según aventuran los propios diseñadores.
La Polinesia Francesa, una colección de 118 islas en el Pacífico meridional, está interesada en el proyecto ya que el área está en riesgo por el ascenso del nivel del mar.
Según ABC, el gobierno de las islas firmó un memorando de entendimiento con la firma. El acuerdo especifica dos puntos que el proyecto debe probar antes de obtener la luz verde; que beneficiará a la economía local y que resultará ecológico.Incluso si demuestra estos dos puntos, el proyecto puede necesitar ser aprobado por el gobierno local, y posiblemente por Francia, que tiene dominio en el territorio.Randolph Hencken, director ejecutivo del instituto, afirmó: «Lo que nos interesa es la elección de la sociedad y tener un lugar donde podemos probar cosas que no se han probado antes».Según detalló necesitan aguas protegidas porque aún cuando en mar abierto es tecnológicamente posible construir la ciudad flotante, costaría demasiado. «Así, detrás de una ruptura de arrecife, entonces podemos diseñar plataformas flotantes que son suficientes para esas aguas a un costo asequible», agregó.«Además, tienen instituciones muy estables, así que podemos trabajar con un gobierno que nos quiere allí, que tenemos respeto y que nos respetan«.El proyecto de ley será elaborado el próximo año y se espera que la construcción comience en 2019.Las islas flotantes contarán con granjas de acuicultura, asistencia sanitaria, instalaciones de investigación médica y centrales energéticas sostenibles. Fuente: infobae.com